Un sector de servicio p¨²blico no siempre valorado

ANGEL T. GAGOCuantos m¨¢s a?os me ha correspondido representar y defender los intereses del sector hostelero, mayor ha sido mi respeto ante la labor, el sacrificio y la aportaci¨®n que hacen a la sociedad los miles de personas que empresarial y laboralmente lo conforman.

La imagen que tengo de esta actividad, ciertamente, no siempre coincide con la que se percibe en los medios de comunicaci¨®n o en el entorno institucional; y existen motivos que justifican esta doble percepci¨®n, porque ?c¨®mo se puede establecer una opini¨®n ¨²nica para una actividad que integra tantos subsectores?.

Cuando se habla de hosteler¨ªa, estamos hablando de restauraci¨®n en todas sus gamas, entre las que la restauraci¨®n en colectividades ocupa un lugar destacado por su volumen de negocio y n¨²mero de empleados; tambi¨¦n pertenece al sector hostelero el segmento de actividades encuadradas en el subsector del alojamiento y, por supuesto, los miles de caf¨¦s, bares y afines, sin olvidar el subsector de actividades nocturnas. En nuestra alimentaci¨®n habitual, en nuestro ocio y en el alojamiento por trabajo o vacaciones, siempre est¨¢ presente el profesional hostelero; y ser¨¢ su capacitaci¨®n y esfuerzo quien nos ayude a que estos servicios los recibamos con el nivel de calidad necesario.

El sector hostelero retorna a la sociedad de la que vive servicio y riqueza y proporciona un importante volumen de trabajo e ingresos a otros colectivos, tanto fabricantes, como distribuidores e instaladores. Es un sector de actividad que, s¨®lo en la Comunidad Aut¨®noma Vasca, proporciona trabajo a alrededor de 20.000 aut¨®nomos (y otros tantos asalariados); personas que con sus impuestos contribuyen en cuant¨ªas muy importantes al sostenimiento de la comunidad; y ello como fruto de un esfuerzo personal -a trav¨¦s de jornadas interminables- no siempre valorado.

No tendr¨¢ dificultad en poner rostro a este personaje: se identifica en ese barman, amable y confidente, en el regente del establecimiento que nos proporciona una copa divertida, en la persona que contribuye a nuestra alimentaci¨®n de forma personal o dando respuesta a esos gustos gastron¨®micos que tanto agradan, o quiz¨¢s el rostro de quien ofrece alojamiento y descanso en una habitaci¨®n con m¨²ltiples y variados servicios. Sea el rostro que sea, cuando estemos hablando de estos servicios, estamos refiri¨¦ndonos a personas integradas en el sector hostelero.

Posiblemente, en alguna ocasi¨®n existir¨¢n tambi¨¦n rostros o servicios que no responden a sus expectativas; pero perm¨ªtaseme -al menos en esta ocasi¨®n- que no sea yo quien incida en esos aspectos. Al fin y al cabo, es la profesi¨®n a la que pertenezco y represento.

Angel T. Gago es secretario general de la Asociacion de empresarios de hosteleria de Vizcaya