Disfraces y prisas por el centro de la ciudad

Una bandera ol¨ªmpica, una postal sellada por Correos en el a?o 1992, una toalla, un flan en un plato de postre, cuatro aceitunas rellenas con una almendra entera... ?sos eran algunos de los objetos que deb¨ªan presentar los participantes en la Gincana de la Merc¨¨, que reuni¨® ayer a 855 equipos de cuatro personas. En total, 3.420 participantes. Las primeras instrucciones las recibieron a las 10.00 de la ma?ana a trav¨¦s del Canal 33 y RAC 105, televisi¨®n y radio oficiales de la gincana. Desde ese momento, y hasta las 16.00 de la tarde, hora que se cerraron los controles, los participantes se deb¨ªan mover por la ciudad en metro o autob¨²s. La gincana cont¨® este a?o por primera vez con tres equipos de minusv¨¢lidos que pasaron todas las pruebas "encantados", seg¨²n apunt¨® Andreu Bernadas, director creativo de la gincana. "S¨®lo ha habido una prueba que hemos tenido que adaptar para ellos, pero por lo dem¨¢s no han tenido ning¨²n problema", a?adi¨®.Los tres controles distribuidos por toda la ciudad, en la plaza de los Pa?sos Catalans, en la plaza Universitat y en el centro comercial Les Gl¨°ries, fueron desde las 10.00 de la ma?ana hasta las 16.00 de la tarde un ir y venir de gente. En cada control se facilit¨® a los participantes las instrucciones para poder llegar al control siguiente y la lista de objetos a presentar: una multa, la f¨®rmula de la relatividad dibujada en la frente o cuatro espaguetis enganchados con celo, por ejemplo.

Los participantes, la mayor¨ªa de entre 14 y 25 a?os aunque tambi¨¦n hab¨ªa algunas familias, se disfrazaron y pasaron las pruebas con aut¨¦ntica devoci¨®n, mientras otros se agolpaban en la cola a la espera de su turno. "Esto es un sacrificio", se quejaba una adolescente. Se refer¨ªa a una prueba en la plaza de los Pa?sos Catalans que consist¨ªa en subirse a un pat¨ªn de cuatro ruedas de dos en dos sin caerse y recorrer una recta de unos 20 metros. Si no se llegaba al final, vuelta a empezar. Era la preferida de muchos: "La m¨¢s divertida, la del patinete", gritaba emocionado I?aki Galve, estudiante de Qu¨ªmica de 20 a?os y un veterano en la gincana. Muchos repet¨ªan la prueba m¨¢s de dos veces antes de pasar a la siguiente. I?aki y sus cuatro compa?eros, tambi¨¦n estudiantes de Qu¨ªmica, se dirigieron a casa de uno de ellos para coger los cuatro espaguetis solicitados. La m¨¢s dif¨ªcil: "La de meter la moneda dentro de un vaso lleno de agua desde lejos", aseguraba Ramon Salsas, otro de los componentes del equipo, aunque no hab¨ªa unanimidad en este caso.

Un total de 150 voluntarios ayudaron en la organizaci¨®n y controlaron que cada equipo llevara todos los objetos requeridos. Laura Rodr¨ªguez, de 16 a?os y acompa?ada de cuatro chicos en su equipo, hac¨ªa cola en el control frente a la estaci¨®n de Sants con las mu?ecas atadas con una corbata, un f¨®sil y una foto de un amigo suyo de vacaciones. Prueba superada. Tras presentar los objetos solicitados, los concursantes, adem¨¢s, ten¨ªan que superar pruebas de habilidad, equilibrio o punter¨ªa.

En el control de la plaza Universidad, los participantes eran examinados en un aula con preguntas de cultura general. "Era f¨¢cil", cometaba una adolescente de 13 a?os, que junto con otra amiga y sus respectivas madres formaban equipo. "Hemos conseguido presentar todos los objetos menos la beca y la multa que nos ped¨ªan. No hay nada dif¨ªcil, aunque todo cuesta trabajo", comentaba una de las chicas del equipo, que hace ya cuatro a?os que participa en la gincana.

El tiempo no contaba ayer, era igual qui¨¦n llegara primero; contaba la puntuaci¨®n. Pero algunos tuvieron que correr, eran las 16.00 de la tarde y no hab¨ªan conseguido acabar todas las pruebas. "Igual nos toca el premio del viaje a Par¨ªs por participar", se consolaba un joven. Los ganadores del premio gordo (un viaje para cuatro personas a Nueva York) se conocer¨¢n el pr¨®ximo 10 de octubre.