El Rayo se clasifica con un susto

Lances insospechados se vieron ayer en Vallecas. Sueltos ante las posibilidades que les brindaba un equipo menor como el Molde, los jugadores del Rayo se abrieron a las satisfacciones primarias de todo futbolista. Entonces se pudo apreciar, por ejemplo, a Quevedo tirando una y dos paredes de tac¨®n con M¨ªchel, que se las respond¨ªa de tac¨®n tambi¨¦n, al borde del ¨¢rea de Bakke. O -m¨¢s desconcertante a¨²n- a Bolo sentando de culo a un tal Fostervoll y haciendo bicicletas como si de un Denilson se tratara. Inaudito. El dominio del Rayo era total, pero ten¨ªa dificultades para rematar las largas y rumiadas jugadas. Tanto que la propia Teresa Rivero se encabrit¨® al final del partido. La presidenta, enardecida, tuvo palabras de reproche para sus jugadores: "?Tienen que tirar m¨¢s a puerta!, ?tienen que tirar a puerta...! ?No puede ser que no tiren m¨¢s a puerta!".Al Rayo le cost¨® resolver en los ¨²ltimos metros. Quiz¨¢ porque Bolo es impreciso como distribuidor en la punta: baja bien las pelotas de cabeza, pero luego no las deja bien con el pie. Quiz¨¢ porque a los jugadores del Molde les falt¨® t¨¦cnica pero les sobr¨® ganas de cerrarse atr¨¢s con dos barricadas. O acaso por el aire de suficiencia con que se tom¨® el partido el personal. El caso es que resulta dif¨ªcil de explicar que el dominio de Poshner en la media y el patronato de las bandas por Alc¨¢zar y M¨ªchel, no tuviera una goleada como consecuencia.