Bush ofrece a EE UU el modelo conservador ensayado en Tejas
El candidato ha primado en su Estado el impulso empresarial frente a la acci¨®n social
Como la estrella solitaria de su bandera, el esp¨ªritu de Tejas es ferozmente individualista. Y as¨ª ha sido la pol¨ªtica de George Bush en sus seis a?os al frente del Gobierno de este Estado: impuestos a¨²n m¨¢s bajos, reducci¨®n del escaso gasto p¨²blico, manos libres para las empresas y dureza con los delincuentes. Lo peor de esta pol¨ªtica se ve en la miseria de las colonias de inmigrantes de El Paso, la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica de Houston y la fren¨¦tica actividad de la c¨¢mara de la muerte de Hunstville; lo mejor, en el florecimiento de los negocios y la creaci¨®n de empleo en todo el Estado.
Para un progresista europeo el historial del gobernador Bush es, con excepci¨®n de la educaci¨®n, terrible. Un cuarto de los 20 millones de tejanos no tiene ning¨²n tipo de seguro m¨¦dico y esta tierra de pr¨®speros cowboys, petroleros y fabricantes de ordenadores ocupa en EE UU lugares tristemente destacados en materia de sida, diabetes, tuberculosis y maternidad precoz. Al Gore enarbola estos datos para prevenir a sus compatriotas sobre el "conservadurismo con compasi¨®n" de Bush."Algunos creen que solidaridad es lo mismo que gasto p¨²blico, pero yo no estoy de acuerdo", replica Bush. "Mi conservadurismo con compasi¨®n combina una limitada asistencia gubernamental con los corazones de los tejanos dispuestos a ayudar al pr¨®jimo". Bush es un entusiasta de que las iglesias y las organizaciones privadas de caridad carguen con la tarea de la solidaridad.
En el cuartel general de la campa?a de Bush en Austin se esgrimen otros datos para explicar por qu¨¦ el 7 de noviembre la mayor¨ªa de los tejanos votar¨¢ a este republicano Bush para presidente. Bajo su mandato, dice Sonia Mart¨ªnez, portavoz hispana de la campa?a, se han creado 1,2 millones de nuevos puestos de trabajo en Tejas y abierto 48.000 nuevas empresas. Tejas tiene la tasa de desempleo (4,7%) m¨¢s baja en 20 a?os y la de pobreza ha ca¨ªdo un 21%. La deficiente cobertura m¨¦dica es, seg¨²n Mart¨ªnez, "una situaci¨®n heredada".
Tejas es un mundo aparte dentro de EE UU. Una de sus claves es que tiene el tercer sistema fiscal m¨¢s regresivo del pa¨ªs. La mayor parte de los ingresos p¨²blicos proceden de los impuestos al consumo, mientras que los que gravan las rentas personales y los beneficios empresariales son baj¨ªsimos. El corolario es que ¨¦ste es el Estado norteamericano de menor gasto gubernamental por cabeza. "A la mayor¨ªa de los tejanos nos gusta este sistema, aqu¨ª vivimos todav¨ªa con el esp¨ªritu de la frontera, el verdadero esp¨ªritu americano: cuanto menos Gobierno, mejor", dice Lionel Sosa, propietario en San Antonio de la principal empresa de publicidad hispana de EE UU y autor de la campa?a para los latinos de Bush. Seg¨²n Sosa, los hispanos de Tejas, el 25% de la poblaci¨®n, tambi¨¦n comparten esa filosof¨ªa. "Bush", dice, "no nos trata como marginados, v¨ªctimas o pobres desgraciados, sino como agentes activos del sue?o americano".
Bush no es un conservador t¨ªpico. Muchos hispanos de Tejas le adoran por sus claras tomas de posici¨®n a favor de la inmigraci¨®n y la educaci¨®n biling¨¹e, contrarias a la pol¨ªtica republicana de los a?os noventa. Y nadie le niega una sincera pasi¨®n por la mejora de la educaci¨®n p¨²blica, fruto de su matrimonio con la profesora y bibliotecaria Laura. Bajo su mandato, el gasto del Estado en ense?anza ha sido el ¨²nico que ha subido, un 65%, y el porcentaje de fracaso escolar ha disminuido sensiblemente.
No faltan en Tejas latinos que afirman que el amor de Bush por esta comunidad es pura palabrer¨ªa. El gran reproche es que, aunque le encantan las fiestas de mariachis de sus amigos hispanos ricos, jam¨¢s ha visitado las colonias de El Paso, donde se agolpan en condiciones tercermundistas millares de inmigrantes. "El gobernador nos ignora, no quiere venir aqu¨ª y mancharse los pantalones en nuestras sucias calles", dice la activista Carmen Anaya.
La vieja ¨¦tica tejana del triunfo que Bush exalta tiene un alto coste social. El pasado a?o, la ciudad petrolera de Houston super¨® a Los ?ngeles como la m¨¢s contaminada de EE UU. "Estamos asfixiados por el smog de las refiner¨ªas que nos cercan", dice Neil Lardner, del Sierra Club de Houston. Y es que, hijo de un exitoso empresario petrolero y fracasado ¨¦l mismo en este campo, Bush ha reducido a¨²n m¨¢s las limitaciones tejanas a las industrias contaminantes, anulando las inspecciones por sorpresa a las factor¨ªas y dificultando la presentaci¨®n de quejas vecinales.
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