Oposici¨®n y ONG ven "policial" el plan de dar parches de detecci¨®n de drogas a padres

Asociaciones de padres y de ayuda a toxic¨®manos, el Consejo de la Juventud y los partidos de la oposici¨®n rechazan por "policial" el plan de la Agencia Antidroga de facilitar gratis parches de detecci¨®n de drogas a los padres que los soliciten para saber si sus hijos consumen estupefacientes. Estas entidades defienden el di¨¢logo familiar como la mejor prevenci¨®n de toxicoman¨ªas en los menores y consideran que esta iniciativa, defendida ayer por el consejero de Sanidad, Jos¨¦ Ignacio Ech¨¢niz, del PP, rompe la comunicaci¨®n en el hogar "por su car¨¢cter fiscalizador".

Sospechas fundadas

El gerente de la Agencia Antidroga, Jos¨¦ Cabrera, justifica la iniciativa porque cada a?o recibe m¨¢s de dos mil llamadas de padres que, ante la sospecha de que sus hijos consumen drogas, demandan un m¨¦todo para confirmarlo (ver EL PA?S del 30 de septiembre). Estos parches, que se han ensayado con presos, determinan, a trav¨¦s del an¨¢lisis del sudor, si la persona que los lleva ha tomado estupefacientes y de qu¨¦ tipo. La dificultad estriba en que los chicos de 14 a 17 a?os, a los que va dirigida esta medida, acepten colocarse en el brazo el citado adhesivo cuando sus progenitores se lo pidan.

Ech¨¢niz asegur¨® ayer, durante el consejo de Administraci¨®n de la Agencia, que esta medida, "pionera en todo el mundo", podr¨ªa ponerse en marcha en noviembre. En Estados Unidos se proyect¨® hace a?os un programa similar que se desech¨® cuando las asociaciones de padres consideraron que pod¨ªa convertirles en polic¨ªas de sus hijos.

Eduardo S¨¢nchez-Gatell, parlamentario del PSOE-Progresistas, reconoce estar "escandalizado" por esta iniciativa, que "transforma a los padres en polic¨ªas". Duda, adem¨¢s, de su eficacia ya que los chavales pueden negarse a ponerse el parche, "lo que, adem¨¢s, les convierte en sospechosos". "Debajo de estas propuestas subyace un modelo regresivo de relaci¨®n familiar basado en el control y la vigilancia en lugar de en el di¨¢logo", concluye.

La diputada de IU, Caridad Garc¨ªa, se pregunta, con sorna, c¨®mo se puede obligar a colocarse este adhesivo a un adolescente "de 1,80 de estatura". "No va a ser eficaz porque si el hijo se niega a ponerse el parche, no hay nada que hacer. Es una propuesta de cara a la galer¨ªa", matiza Garc¨ªa.

El presidente del Consejo de la Juventud de Madrid, Marcos Herrero, considera que la iniciativa "fiscaliza" a los j¨®venes. "Nosotros apostamos por el di¨¢logo familiar y creemos que son los propios padres quienes deben preguntarse qu¨¦ clase de relaci¨®n tienen con sus hijos para llegar a esas medidas policiales que distancian", a?ade

Juan Ram¨®n Mart¨ªn Flores, portavoz de la Uni¨®n de Asociaciones de Atenci¨®n a Drogodependientes (UNAD), que agrupa a 30 entidades madrile?as, cree que este plan puede generar m¨¢s conflicto familiar. "La mejor prevenci¨®n es el di¨¢logo, y si le dices a tu hijo que se ponga el parche, sentir¨¢ que desconf¨ªas de ¨¦l, lo que no ayuda a la comunicaci¨®n", apostilla.

La Confederaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) muestra su total rechazo a esta medida, "que quiebra la confianza en el seno de la familia y convierte a padres y madres en agentes". Para Cati Llorente, vicepresidenta de la federaci¨®n madrile?a de la CEAPA, "estimular a los padres a utilizar este instrumento fomenta modelos autoritarios cuando todos los planes para la prevenci¨®n de las toxicoman¨ªas proponen la participaci¨®n en la familia".

Eduardo Garc¨ªa Amenedo, representante en Madrid de la Confederaci¨®n Cat¨®lica de Padres de Alumnos (Concapa) es favorable a la utilizaci¨®n de estos parches "s¨®lo si el padre tiene una sospecha fundada de que su hijo consume drogas, no de forma indiscriminada". "Una cosa es que un padre decida poner el parche a todos sus hijos, lo que ser¨ªa una barbaridad, y otra es que lo aplique cuando tiene indicios serios de que pasa algo raro. La toxicoman¨ªa de un chico s¨ª que acaba con la comunicaci¨®n en el hogar, y estos m¨¦todos pueden servir de aviso, aunque lo normal es que un padre tenga otros indicadores para ver qu¨¦ ocurre", a?ade. Garc¨ªa Amenedo se muestra esc¨¦ptico sobre la eficacia de la medida por las previsibles reticencias de los chicos.

A Jos¨¦ Luis Segovia, jurista y miembro de la asociaci¨®n Apoyo, que trabaja con menores en conflicto social, le parece preocupante que los padres "no sean educadores y acaben siendo polic¨ªas". "Nunca los chavales han estado m¨¢s solos y m¨¢s rodeados de tecnolog¨ªa punta. El colmo es que pretendamos sustituir el di¨¢logo con los hijos por objetos como estos parches", apostilla. Segovia cree que esta iniciativa merece objeciones pedag¨®gicas, pero no legales, ya que la patria potestad ampara que un padre le pida a su hijo que se coloque estos parches, tal y como aseguran tambi¨¦n otros jueces de la Audiencia madrile?a.