Subvenciones a fondo perdido

La actividad minera en Aznalc¨®llar ya estuvo a punto de finalizar en 1992. Entonces, los t¨¦cnicos de Boliden avisaron de que el yacimiento que daba nombre a la explotaci¨®n s¨®lo garantizaba unos pocos a?os m¨¢s de actividad. Los sondeos dieron con otro fil¨®n de cinc y cobre y la empresa present¨® en 1994 un proyecto para explotar el nuevo yacimiento de Los Frailes al Gobierno central y la Junta de Andaluc¨ªa. En 1994, aprobaron subvencionar a fondo perdido un 20% de los 31.388 millones de pesetas que Boliden Apirsa pretend¨ªa invertir para poner en marcha Los Frailes y aprovechar la agotada corta (mina a cielo abierto) de Aznalc¨®llar como escombrera.

La subvenci¨®n sigui¨® un esquema habitual en los incentivos econ¨®micos regionales: el Ministerio de Econom¨ªa se hizo cargo del 11% (3.453 millones), el Ministerio de Industria del 5% (1.570 millones) y la consejer¨ªa andaluza de Industria del 4% restante (1.255 millones).

Para cobrar estas subvenciones, la empresa deb¨ªa mantener en plantilla al menos 420 empleados, mantener su actividad extractiva y justificar en qu¨¦ se gastaba los fondos p¨²blicos. El l¨ªmite de pago era el 31 de diciembre de 1998, momento en el que Los Frailes deb¨ªa estar en marcha. Un plazo que se vio interrumpido en abril de ese a?o por la rotura de la balsa minera y el cese de la actividad. Entonces, la empresa hab¨ªa cobrado ya unos 3.000 millones de pesetas.

Tras la reapertura, en junio de 1999, el pago de las ayudas se reanud¨®; y en el ¨²ltimo a?o y medio, la firma asegura que ha cobrado las subvenciones que faltaban, salvo 450 millones de la consejer¨ªa andaluza. Boliden conf¨ªa en recibir tambi¨¦n este dinero, a pesar de que nunca pondr¨¢ en marcha el yacimiento de Los Frailes, el proyecto que justific¨® la concesi¨®n de subvenciones.