El naufragio del 2004 JOSEP MARIA MONTANER
La met¨¢fora de la relaci¨®n entre el F¨°rum de les Cultures previsto para el a?o 2004 y un enorme hurac¨¢n y naufragio que ha sido sugerida estos ¨²ltimos d¨ªas responde a una opini¨®n bastante difundida de incredulidad y escepticismo hacia un proyecto que, con el paso del tiempo, en vez de generar confianza cada vez m¨¢s parece encaminarse hacia un desastre. Es inevitable que toda interpretaci¨®n del F¨°rum 2004 se haga relacionada con los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992. Los objetivos de dinamizaci¨®n urbana y colectiva para una ciudad ambiciosa pero que no es capital de Estado son similares.La primera cuesti¨®n, precisamente, es la del tiempo. En 1988, por lo tanto cuatro a?os antes, ya se presentaron en el Dep¨®sito de las Aguas todos los proyectos ol¨ªmpicos en la exposici¨®n Barcelona, la ciutat i el 92. Ahora estamos finalizando el a?o 2000 y los posibles proyectos siguen indefinidos. Existen unos concursos planteados con unos programas que se sabe que en muchos aspectos a¨²n no est¨¢n definidos. Se dice que se trata de seleccionar, de momento, a los arquitectos autores para ganar parte del tiempo perdido, pero tambi¨¦n corre la t¨ªpica voz maliciosa, esta vez m¨¢s insistentemente que en otros concursos, de que la mayor¨ªa de los encargos ya est¨¢n decididos de antemano.
Todo ello no puede extra?ar en un proyecto que ha destacado por su secretismo, elitismo y opacidad. Y esto es m¨¢s grave en una propuesta que no se basa en algo que todo el mundo entiende, como son unos juegos ol¨ªmpicos, sino que se trata de una entelequia, un foro de las culturas cuyos contenidos, funcionamiento y objetivos pueden ser dif¨ªciles de imaginar para una parte de la ciudadan¨ªa.
Est¨¢ previsto tratar esencialmente de cultura, paz y sostenibilidad, tres de las grandes cuestiones del mundo contempor¨¢neo, pero ya se puede suponer c¨®mo se va hacer esto: hoteles de cinco estrellas, congresistas very importants, aglomeraciones de autom¨®viles en los aparcamientos, espectacular despliegue medi¨¢tico, debates en el mundo virtual de la red y exposiciones espect¨¢culo. No parece, por lo tanto, que todo ello tenga mucho que ver con la cultura, la paz y la sostenibilidad.
La cultura es un proceso de largos plazos, de laboriosa lentitud, que no debe confundirse con espect¨¢culo. De la paz estamos lejos en un mundo con conflictos sangrientos (Palestina, Colombia, diversos pa¨ªses africanos) y en una ciudad, Barcelona, en la que van aumentando las agresiones de car¨¢cter racista. La b¨²squeda de la sostenibilidad poco tiene que ver con la construcci¨®n de los grandes edificios e infraestructuras que se planean y con terminar expulsando a los habitantes pobres de las proximidades de Diagonal Mar y del recinto de F¨°rum de les Cultures.
No parece que los gestores del 2004 tengan mucho inter¨¦s en bajar de las oficinas de su torre de marfil en la Villa Ol¨ªmpica, por muchos proyectos educativos que se presenten a la prensa. Las fiestas de la Merc¨¨, con toda la ciudad en la calle, hubieran sido una buena ocasi¨®n para intentar acercar un proyecto hasta ahora blindado, para implicar a los ciudadanos que deber¨ªan identificarse con ¨¦l; pero hubo de todo menos 2004.
M¨¢s all¨¢ de esto, no est¨¢n a¨²n claras las grandes inversiones, sigue siendo un laberinto c¨®mo van a canalizarse las intervenciones de las diversas administraciones, es una inc¨®gnita si las grandes infraestructuras de transporte van a estar a tiempo y los contenidos de cada una de las ¨¢reas son a¨²n indefinidos (convenciones, exposiciones, campus universitario, etc¨¦tera). El mismo Ayuntamiento ya est¨¢ estudiando qu¨¦ va a hacer a partir del 2005 para seguir manteniendo los miles de metros cuadradosconstruidos con m¨¢s exposiciones y congresos. Que se preparen los que en estos a?os se han dedicado a la cultura de verdad en museos y centros culturales porque sus presupuestos, a partir del 2005, puede que se vayan en fomentar el mantenimiento del espect¨¢culo iniciado en el 2004.
Todo parece indicar, en definitiva, que se trata de hablar de cultura, de paz y de sostenibilidad, precisamente para justificarse y para que nada cambie: mostrar para ocultar, hablar para hacer callar.
Promover mucho espect¨¢culo ef¨ªmero y poca cultura; hablar mucho de paz pero no hacer nada para promover plataformas de entendimiento, desarme, intercambio de culturas y etnias; seguir engordando el mito de la sostenibilidad con m¨¢s millones para infraestructuras y contenedores. Un foro, por tanto, que ser¨¢ contra la cultura, la paz y la sostenibilidad, y que quiz¨¢ deber¨ªa generar una especie de contraforo alternativo de quienes realmente trabajan por la cultura y en ella, luchan por la paz y est¨¢n preocupados por la guerra, y buscan la sostenibilidad intentando aumentar la justicia y disminuir la pobreza.
Y es aqu¨ª donde podemos volver a la met¨¢fora del naufragio y podemos entender por qu¨¦ la Fura del Baus, convertida en la franquicia catalana de "aparente usted que es muy moderno y escandalice sin ning¨²n riesgo ni contenido", sean precisamente uno de los candidatos a comisarios de una de las magnas exposiciones del F¨°rum 2004.
En definitiva, se prepara un espect¨¢culo de fuegos artificiales, y tras la ceremonia de la confusi¨®n quedar¨¢ una herencia para revertir en la ciudad: un puerto deportivo, parques, edificios de oficinas, sedes universitarias y unos magn¨ªficos contenedores para seguir rellenando y pagando durante a?os. Ser¨¢ a partir del 2005, despu¨¦s del naufragio del 2004, cuando empiece realmente el reto y la responsabilidad de que todo esto se integre de la manera m¨¢s adecuada en vida colectiva y cultural de la ciudad.
Josep M. Montaner es arquitecto.
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