El milagro de Alguer

Jordi Pujol se encontr¨® ayer en la ciudad de Alguer, en la isla italiana de Cerde?a, como pez en el agua. Al presidente catal¨¢n le encanta buscar referentes internacionales para Catalu?a y los descubre, o los improvisa, all¨¢ donde est¨¦. Alguer es una peque?a ciudad de 40.000 habitantes, el 25% de los cuales ha sabido mantener el idioma catal¨¢n como lengua en medio de un mar dominado por el italiano y el sardo. El Ayuntamiento de Alguer le distingui¨® ayer nombr¨¢ndole ciudadano honor¨ªfico.Alguer es, por tanto, y como le gust¨® repetir a Pujol, "un est¨ªmulo para Catalu?a", "una realidad espiritualmente importante" y una "especie de milagro de subsistencia" del idioma y la cultura catalanes desde que en 1354 desembarcaron en estas costas mediterr¨¢neas las tropas del rey Pere III. "A pesar de que ustedes representan cuantitativamente una sociedad modesta, cualitativamente han sido un buen ejemplo para Catalu?a", afirm¨® Pujol.

Todo fueron loas para los pol¨ªticos y los ciudadanos de Alguer, a quienes habl¨®, como ya va siendo costumbre en Pujol, de la necesidad de compatibilizar la globalizaci¨®n con la propia identidad.

El presidente del Gobierno catal¨¢n les anunci¨® la voluntad de la Generalitat de incrementar los lazos de uni¨®n entre las dos comunidades y la posibilidad de que el Ejecutivo catal¨¢n cree en Alguer una representaci¨®n permanente como la que ya existe en Par¨ªs o las que se inaugurar¨¢n pr¨®ximamente en Quebec y en Perpi?¨¢n.

Pero para no menospreciar el acto o afear a los anfitriones, el presidente de la Generalitat no tuvo ninguna frase que disgustara a las autoridades pol¨ªticas, a pesar de saber que en las escuelas de Alguer tan s¨®lo se ense?a catal¨¢n una hora lectiva a la semana y de que no existe ning¨²n medio de comunicaci¨®n en esta lengua, tan s¨®lo una revista de escasa difusi¨®n que se publica bimestralmente.