L¨®gica democr¨¢tica

El Gobierno vasco consider¨® ayer, por boca de su portavoz, que las mociones de censura contra el lehendakari votadas la v¨ªspera fueron derrotadas legal y pol¨ªticamente, por lo que "nada ha cambiado". Sin embargo, las propuestas de actuaci¨®n que adelant¨® para los pr¨®ximos meses tienen m¨¢s que ver con aquello que la oposici¨®n le reproch¨® no haber hecho que con la reafirmaci¨®n de su pol¨ªtica de estos a?os. Parece dudoso, en todo caso, que esas propuestas puedan evitar la convocatoria de elecciones anticipadas.El portavoz anunci¨® una gran manifestaci¨®n por la disoluci¨®n de ETA y un acto a favor del pleno desarrollo del Estatuto de Gernika con motivo del 21? aniversario de su aprobaci¨®n. Al mismo tiempo pidi¨® a la oposici¨®n buscar espacios de entendimiento en torno a principios como la defensa de las libertades, la oposici¨®n al terrorismo, el compromiso por el estatuto y el di¨¢logo en busca de consensos m¨¢s amplios. Lo que se reprochaba a los nacionalistas era justamente su impasibilidad ante la p¨¦rdida de libertad e indefensi¨®n de los no nacionalistas, su abandono del estatuto a favor de un soberanismo m¨¢s o menos sobrevenido y la sustituci¨®n de un consenso del 80% de los ciudadanos por otro que como mucho podr¨ªa abarcar a la mitad de la poblaci¨®n. La duda es si se trata del esbozo de una autocr¨ªtica por v¨ªa de hecho o s¨®lo de un intento de romper el ensayo de alianza entre el PP y el PSOE que se apunt¨® en la sesi¨®n parlamentaria del jueves.

Las razones para la presentaci¨®n de las mociones son de l¨®gica democr¨¢tica; las mismas que hay para convocar elecciones anticipadas: que Ibarretxe ha perdido la mayor¨ªa y carece de alternativa; que las elecciones de 1998 fueron convocadas bajo la bandera del estatuto, ocultando la existencia de un pacto con ETA, y que la pol¨ªtica efectivamente desplegada luego ha sido de desbordamiento del marco auton¨®mico mediante iniciativas como la participaci¨®n en la asamblea de electos, Udalbiltza, que el PNV y EA siguen considerando v¨¢lida (y subvencion¨¢ndola).

Son razones de mucho peso pol¨ªtico y moral. Ibarretxe fue incapaz de refutarlas, prefiriendo descalificar las mociones como incoherentes, por juntar votos de la derecha y de la izquierda. Pero el hecho mismo de que fuerzas tan distantes en otros terrenos como el PP y el PSOE se unieran a la hora de censurarle deber¨ªa entenderse como un s¨ªntoma m¨¢s de la excepcionalidad de la situaci¨®n vasca. Lo m¨¢s descorazonador fue que, frente al drama de un pa¨ªs en el que la mitad de la poblaci¨®n se siente amenazada y con su libertad condicionada por una banda terrorista cuyo brazo pol¨ªtico ha sido aliado del partido del lehendakari, ¨¦ste respondiera preguntando a sus cr¨ªticos si aceptaban o no el ¨¢mbito vasco de decisi¨®n.