"Mi ¨¢rea de castigo es la conciencia"
Pregunta. ?Jorge Alberto Francisco es nombre de gal¨¢n de telenovela?Respuesta. Es un capricho de la abuela, por nacer el d¨ªa de san Francisco. Lo de tener nombres compuestos es una costumbre que sufrieron los ni?os de mi generaci¨®n.
P. "La pelota se hizo verbo" (Juan Jos¨¦ Mill¨¢s). ?Le ha dicho mayor piropo un hombre?
R. Dentro del mundo del f¨²tbol, en donde el verbo suele crear desconfianza, lo sent¨ª como un piropo personal y como una ofensa p¨²blica.
P. Ha sostenido siempre que el f¨²tbol no es s¨®lo cuesti¨®n de pelotas.
R. Ah, totalmente.
P. El director de la Real Academia afirma que usted es de los personajes p¨²blicos que mejor habla.
R. [R¨ªe] Eso en mi casa sorprendi¨® mucho.
P. "La fama te desdobla la personalidad". ?Con qui¨¦n de los dos estoy hablando?
Perfil
Tiene 45 a?os, es padre de dos hijos y da la impresi¨®n de vivir por y para el f¨²tbol, pero con su conocido componente ilustrado y le¨ªdo, que le rescata del mero bal¨®n. ?l dice arrastrar esto ¨²ltimo como un t¨®pico, y a?ade: Nunca he ejercido de listo, ni me gusta. Viste como un pincel, es guaperas y afable, tiene maneras de dandy y mide casi 1,90. Todo ello lo sabe
R. Con el otro.
P. Hace cinco a?os dijo: "En el Real Madrid s¨®lo me hace inocente la victoria". ?Se lo come?
R. No, no, no, lo reafirmo. Es la condena de un equipo grande, y m¨¢s grande que el Madrid no hay ninguno.
P. ?Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar es un delantero centro veros¨ªmil?
R. Hombre, es veros¨ªmil, pero no s¨¦ si como delantero centro. No lo veo tan impetuoso y tan voraz como los delanteros centro que a m¨ª me gustan.
P. ?Qui¨¦n es el que mejor las para del Gobierno?
R. Sin duda, Mayor Oreja.
P. Cambiando de banda; ?sacar¨ªa a P¨¦rez Rubalcaba del banquillo?
R. Por amistad.
P. No por capacidad de juego.
R. [Carcajada] Quiero decir que le tengo mucho aprecio personal, y eso siempre da ventaja.
P. Gaspart me dijo que ¨¦l no lleva la ropa interior blaugrana. ?La suya lava m¨¢s blanco?
R. La m¨ªa lava m¨¢s blanco, sin duda.
P. Ha firmado con el Madrid por cuatro a?os. ?No le echar¨¢n antes?
R. Francamente, creo que no. Es un cargo con una fecha de caducidad contractual, no como el de entrenador, en el que el contrato no es m¨¢s que una formalidad.
P. Se lo preguntaba por su frase: "En la vida, tarde o temprano te va mal". ?Qu¨¦ alegr¨ªa en ese cuerpo!
R. Me he movido siempre con unos altibajos inexplicables, y en algo que ten¨ªa que ver con el volver a empezar. Me voy siempre a los extremos, para los dos lados.
P. "Soy conciliador, equilibrado, nada conflictivo...". ?Se encuentra estupendo o es mi vista?
R. No, quiere decir que aspiro al consenso, que soy de esas personas que no ejercen la autoridad, sino que pretenden convencer a trav¨¦s de los argumentos. No siempre lo logro, ?eh?
P. ?Qu¨¦ tiene que pasarle a una persona imaginativa, reflexiva, hasta con vena po¨¦tica para que le d¨¦ por el f¨²tbol?
R. El f¨²tbol lo contiene todo. Lo que pasa es que lo disimula muy bien. Es uno de los juegos m¨¢s apasionantes que yo conozco. De hecho, si tuviera que quedarme con algo de mi vida y renunciar a todo lo dem¨¢s, elegir¨ªa mi condici¨®n de jugador.
P. ?Le han hecho alguna entrevista sin aludir a su toque intelectual?
R. Ninguna, jam¨¢s. Pero decir que soy un intelectual es un malentendido, porque yo le he dedicado mi vida al f¨²tbol, no al pensamiento. Yo soy una persona inquieta, curiosa, actualizada, pero de ah¨ª no paso.
P. ?C¨®mo lleva el binomio seducci¨®n-timidez?
R. Las dos cosas, en todo caso, son irremediables, ?no?
P. Tampoco se me ponga as¨ª.
R. [Risas] Irremediables en el sentido de que no hago nada ni para seducir ni para ser t¨ªmido.
P. ?A qui¨¦n le pondr¨ªa un piso?
R. Pues, no s¨¦.
P. ?Se bailar¨ªa un tango aqu¨ª y ahora?
R. No. No s¨¦ bailarlo. El ¨²nico tango que bail¨¦ en mi vida fue forzado en un programa de televisi¨®n, o sea, delante de algunos millones de personas. Ahora, el tango lo cantaba en cuerpo presente Joaqu¨ªn Sabina, y me compens¨® la verg¨¹enza que pas¨¦.
P. ?Y me dir¨ªa d¨®nde tiene usted el ¨¢rea de castigo?
R. [Pausa] En la conciencia. ?sa es mi ¨¢rea de castigo.
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