"Los nacionalismos son ego¨ªstas, como los estados a los que aspiran"
Xose Manoel N¨²?ez Seixas (Ourense, 1966) es profesor de la Universidad de Santiago de Compostela y buen conocedor de los nacionalismos de Europa Central y del Este. La pasada semana particip¨® en el Simposio Estado y naci¨®n en Europa, organizado por el Instituto Universitario Valent¨ªn de Foronda. Pregunta. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n de las minor¨ªas nacionales en Europa Central y del Este; hay alg¨²n paralelismo con el resurgir de los nacionalismos en Espa?a?
Respuesta. Creo que son din¨¢micas dif¨ªcilmente comparables. S¨ª hay un elemento com¨²n entre el resurgir entre ambos: renacieron en contextos de incertidumbre pol¨ªtica y a la salida de pa¨ªses de una dictadura. A partir de aqu¨ª, la situaciones en Europa Central y Oriental son muy variadas: hay algunos casos, como los b¨¢lticos, donde los nacionalismos con la llegada del mal llamado socialismo real se refugiaron en la sociedad civil, como ocurri¨® en el Pa¨ªs Vasco y Catalu?a durante el franquismo. Otros que eran m¨¢s d¨¦biles, tuvieron m¨¢s problemas, y lo que ocurri¨® con el cambio de r¨¦gimen es que la burocracia aprovech¨® la incertidumbre general para hacerse nacionalista, ya que esta ideolog¨ªa era de muy f¨¢cil manipulaci¨®n. Esto ocurri¨®, por ejemplo, en Eslovaquia.
P. Tambi¨¦n las transiciones pol¨ªticas han sido diferentes.
R. Esta es la diferencia fundamental entre los nacionalismos de Espa?a y los de Europa oriental: aqu¨ª la primera preocupaci¨®n fue restablecer la democrac¨ªa y despu¨¦s ya se debatir¨ªa sobre la estructuraci¨®n del Estado o el ¨¢mbito territorial en el que se ejerce el poder pol¨ªtico. En estos otros pa¨ªses la cuesti¨®n primera fue la territorial: empezaron a surgir parlamentos por todos los lados y esto ha sido un problema a?adido a largo plazo.
P. A pesar de estas diferencias, desde el nacionalismo vasco se ha mirado m¨¢s de una vez hacia estas nuevas naciones.
R. Cada movimiento nacionalista es un mundo y dentro de cada movimiento nacionalista hay distintas versiones: dentro del Partido Nacionalista Vasco hay quien defiende un nacionalismo m¨¢s c¨ªvico, y quien defiende uno m¨¢s ¨¦tnico, como ocurre en el Bloque Nacional Gallego o en el nacionalismo ucranio. Soy muy esc¨¦ptico en cuanto a las semejanzas entre los movimientos nacionalistas. En general, cada nacionalista busca un espejo en el exterior en el que contemplarse para buscar aliados contra un enemigo com¨²n u otros de los que pueda aprender algo; y en pocos casos se puede encontrar el pan-nacionalismo. En fin, todos los movimientos nacionalistas son profundamente ego¨ªstas, como los estados a los que aspiran.
P. ?Hay alguna forma de integraci¨®n de minor¨ªas nacionales en otro estado que se pueda calificar como mod¨¦lica?
R. S¨ª. Finlandia. Es poco conocido el hecho, pero en el oeste de Finlandia vive un 10% de poblaci¨®n de lengua sueca, que tiene su propio partido, el Partido del Pueblo Sueco. Desde que Finlandia obtuvo la independencia, han colaborado con total lealtad con la mayor¨ªa ¨¦tnica, es decir, con los fineses, pero todo el territorio de Finlandia es biling¨¹e; todos los funcionarios finlandeses est¨¢n obligados a conocer sueco, y nunca se han planteado reivindicaciones de segregaci¨®n territorial. Es verdad, tambi¨¦n, que el nivel de vida es muy alto.
P. ?Esa generosidad del Estado central podr¨ªa atenuar las pretensiones de los nacionalismos en Espa?a?
R. Esto es una pregunta de prospectiva. Igual que para una buena parte de las ¨¦lites intelectuales espa?olas, la idea de naci¨®n espa?ola es irrenunciable; para los nacionalismos sin Estado tambi¨¦n es as¨ª: buscan ser titulares de la soberan¨ªa, aunque despu¨¦s la cedan a Bruselas o a quien sea. En este sentido, en Espa?a hay un empate permanente: ninguno de los nacionalismos consigue imponerse de manera mayoritaria y homogenea en sus territorios de referencia: el nacionalismo espa?ol es mayoritario en 15 de las 17 autonom¨ªas, y en estas dos (Catalu?a y Pa¨ªs Vasco) sus respectivos nacionalismos tampoco triunfan claramente. Adem¨¢s, el sistema aut¨®nomico ha creado un tipo de formaci¨®n regionalista que no son independentistas, sino que reproducen el caciquismo de anta?o.
P. El nacionalismo siempre se atribuye a las naciones sin Estado.
R. En Espa?a, s¨ª, porque desde que se apropi¨® del nacionalismo espa?ol (y con bastantes muertes en su haber) el franquismo, esta etiqueta qued¨® deslegitimada para la izquierda liberal. Algo que antes de 1936 no ten¨ªan problemas de reconocer. Adem¨¢s, porque ya identifica nacionalismo como deseo de homogeneizaci¨®n etnocultural de una comunidad pol¨ªtica, algo que es falso: nacionalistas eran los independentistas norteamericanos o los revolucionarios franceses. Se puede defender una naci¨®n multicultural, algo que muchos estados rechazan.
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