Un claustro cat¨¢rtico en la Universidad de Girona
Pluralidad
El claustro extraordinario convocado ayer por la Universidad de Girona (UdG) corrobor¨® con los votos lo que era una evidencia para toda la comunidad universitaria: que la exigencia de dimisi¨®n del rector Josep Maria Nadal a ra¨ªz de la invitaci¨®n a la ministra de Ciencia y Tecnolog¨ªa del Gobierno del Partido Popular, Anna Birul¨¦s, para que pronunciara la lecci¨®n inaugural del curso el pasado d¨ªa 2 de octubre y el posterior boicoteo que sufri¨®, part¨ªa de una minor¨ªa con muy poca representatividad en los ¨®rganos democr¨¢ticos del centro.Un total de 101 votos contra 39 sirvieron para ratificar la continuidad de Nadal, que ayer sali¨® reforzado de su promesa de poner el cargo a disposici¨®n del claustro efectuada ante 15 estudiantes claustrales que interrumpieron a gritos la ceremonia de inauguraci¨®n del curso e intentaron impedirla.
Protesta l¨®gica
El claustro no eludi¨® el mezquino e interesado reparto de culpas y responsabilidades por los incidentes, pero tuvo efectos cat¨¢rticos sobre el enrarecido clima creado desde la protesta. En las m¨¢s de cinco horas que dur¨® el debate de ayer se habl¨® con apertura de miras de los l¨ªmites de la democracia y de la necesidad de combatir los g¨¦rmenes de intolerancia que aparecen entre los sectores contestatarios. En la votaci¨®n, que reuni¨® ¨²nicamente a 168 de los 250 miembros que componen el claustro de la UdG, se registraron 23 votos en blanco y 5 abstenciones.
Nadal neg¨® que la elecci¨®n de Birul¨¦s para pronunciar el discurso inaugural pudiera interpretarse como una provocaci¨®n. Defendi¨® su presencia por ser una interlocutora en asuntos que preocupan a la comunidad universitaria, por tratarse de una representante de un Gobierno elegido democr¨¢ticamente y por haber nacido en la ciudad. "No puedo imaginarme que alg¨²n universitario ose afirmar que lo que piensa la ministra es el motivo para no invitarla", dijo Nadal, y advirti¨® que la Universidad "debe ser un espacio de pensamiento y expresi¨®n libre".
El rector explic¨® ayer que no pod¨ªa dejar que cierta gente acabe condicionando decisiones de una manera ileg¨ªtima. Como ejemplo de pluralidad, Nadal record¨® que la Universidad de Girona ha invitado a independentistas catalanes y vascos y al presidente del Frente Polisario, y que, a pesar de conocer el desacuerdo de ciertos sectores, ¨¦stos jam¨¢s lo han sentido como una provocaci¨®n ni han limitado las reglas de juego democr¨¢tico.La presencia policial en el acto inaugural fue, a juicio del rector, inevitable, dada la situaci¨®n de permanente amenaza terrorista que afecta a los representantes pol¨ªticos. "Alguien podr¨¢ atribuirme la responsabilidad por los golpes que recibi¨® y yo podr¨ªa contestarle que tambi¨¦n los recib¨ª", ejemplific¨® Nadal aludiendo a los encontronazos entre fuerzas policiales y estudiantes. El rector asegur¨® haber recibido tambi¨¦n escupitajos e insultos. Citando a Edgar Morin, Nadal record¨® que la democracia necesita preservar la diversidad y los antagonismos, aunque ¨¦stos no pueden ventilarse con peleas f¨ªsicas, sino con debates y elecciones.
El m¨¢ximo dirigente de la Universidad de Girona, que a menudo adopt¨® un tono grandilocuente y que fue criticado por algunos claustrales, acab¨® su informe sobre los incidentes confesando que durante la visita de Birul¨¦s hab¨ªa sentido "el mismo miedo, lejano por el momento, del que ten¨ªa hace 25 a?os", y agreg¨®: "No provocado por las fuerzas del franquismo, sino por la intolerancia de los que no piensan como yo".
Las cr¨ªticas de los claustrales a la actuaci¨®n del rector partieron mayoritariamente de los estudiantes asamblearios, aunque no fueron pocos los profesores que juzgaron exagerada la convocatoria de un claustro extraordinario para reiterar la confianza a Nadal. El representante del Personal de Administraci¨®n y Servicios (PAS) admiti¨® que se hab¨ªa sentido sorprendido por la convocatoria y anunci¨® el voto en blanco del colectivo.
El m¨¢s cr¨ªtico con la decisi¨®n de convocar el claustro fue Joan Nogu¨¦, decano de la Facultad de Letras, quien asegur¨® que, atendiendo los gritos de dimisi¨®n de una minor¨ªa, se hab¨ªan legitimado formas poco democr¨¢ticas y se hab¨ªa menospreciado a la mayor¨ªa del claustro, que no cuestionaba en absoluto la continuidad del rector. No obstante, Nogu¨¦ reconoci¨® que los incidentes fueron graves y no deb¨ªan frivolizarse.
La alumna claustral Aida Carbonell, una de las que mostraron una actitud m¨¢s agresiva contra Birul¨¦s, asegur¨® ayer que los incidentes se iniciaron cuando la ministra "quiso entrar por la puerta grande a pesar de la concentraci¨®n de estudiantes". No obstante, en las r¨¦plicas y contrarr¨¦plicas, las intervenciones de los alumnos fueron derivando paulatinamente hacia un tono m¨¢s conciliador, hasta llegar al punto en que uno de ellos incluso pidi¨® disculpas por si la protesta contra la ministra del PP hubiera podido ofender a alguien.
Dani Cornell¨¤, tambi¨¦n alumno claustral, fue uno de los m¨¢s cr¨ªticos con el rector. Asegur¨® que no puede invitarse a la Universidad a un partido que est¨¢ contribuyendo a su privatizaci¨®n, y a?adi¨®: "No creemos en una democracia que permite invitar a fascistas a la Universidad". Cornell¨¤ expres¨® sus dudas sobre el hecho de que 50 polic¨ªas antidisturbios en el campus universitario tuvieran como misi¨®n proteger a la ministra de un atentado terrorista.
Jordi Anglada, estudiante de Derecho, fue la voz discordante en el discurso pro dimisionario de los alumnos. Asegur¨® que "suspender al rector es suspender la democracia". No obstante, Anglada admiti¨® que la elecci¨®n de Birul¨¦s no generaba suficiente consenso en la comunidad universitaria y reconoci¨® que la protesta de los estudiantes era leg¨ªtima, aunque la actitud fuera equivocada.
Xavier Arb¨®s, profesor de Derecho, se?al¨® que los incidentes que marcaron la visita de Birul¨¦s han servido "para verle las orejas a un germen de intolerancia que hay que combatir". Arb¨®s critic¨® los carteles que festonearon la llegada de la ministra al aula magna de la UdG, que equiparaban el Partido Popular con el nazismo, y advirti¨® que la democracia debe permitir que uno pueda ser de derechas y reaccionario.
Ignasi Vila, decano de Ciencias de la Educaci¨®n, dijo que el meollo de la discusi¨®n era si la Universidad contin¨²a siendo un lugar en el que las ideas pueden circular libremente. A?adi¨® que si el PP es fascista, "entonces hay 10 millones de fascistas en este pa¨ªs". M¨¢s contundente fue Eduard Rojo, ex decano de Derecho, quien alert¨® del peligro que supone el hecho de que "se empieza frivolizando un incidente y se acaba justificando un asesinato".
Nadal record¨® durante la r¨¦plica a las intervenciones de alumnos y profesores que durante los incidentes en el aula magna ofreci¨® el micr¨®fono a los manifestantes y que ¨¦stos, "en lugar de hablar, huyeron". La actitud de los estudiantes que irrumpieron en la ceremonia inaugural con m¨¢s intenci¨®n de reventar el acto que de hacerse o¨ªr fue criticada tambi¨¦n por otros profesores.
Un alumno, sin embargo, Cristian Morenilla, la justific¨® refiri¨¦ndose al nerviosismo y a la exaltaci¨®n que les hab¨ªa embargado a ra¨ªz de los incidentes que se estaban produciendo tras las puertas de la antigua iglesia de Sant Dom¨¨nec, ahora aula magna de la UdG, donde se celebraba el acto. Otro alumno, negando la evidencia de los hechos, asegur¨® que era falso que Nadal les hubiera dado opci¨®n a intervenir en los discursos inaugurales.
El profesor Joan Batlle dio su apoyo al rector, pero le recrimin¨® haber invitado a la ministra de Ciencia y Tecnolog¨ªa del Gobierno del PP. Batlle asegur¨® que la protesta era l¨®gica, aunque fall¨® en las formas. Asimismo, censur¨® la f¨¢cil identificaci¨®n entre los fascistas y los terroristas y asegur¨® que "para ser fascista no hace falta llevar pistola".Una vez reafirmado en el cargo, el rector Nadal se declar¨® dispuesto a borrar de la memoria de la instituci¨®n los incidentes del pasado d¨ªa 2 de octubre y a incrementar el di¨¢logo con los sectores m¨¢s cr¨ªticos de la Universidad. Nadal asegur¨® tambi¨¦n que es bueno que una instituci¨®n se plantee la necesidad de asegurar la libertad de pensamiento y que el hecho constituye un ejemplo que seguir por el conjunto de la sociedad.
No deja de ser parad¨®jico que desde los ¨®rganos rectores de la universidad, la presencia de 168 de los 250 miembros que componen el claustro de la UdG sea considerada un ¨¦xito de convocatoria. La excepcionalidad de la sesi¨®n de ayer, en la que el rector pon¨ªa su cargo a disposici¨®n del m¨¢ximo ¨®rgano de la universidad respondiendo a la alarma creada por unos incidentes que tuvieron un gran impacto en la ciudad, podr¨ªa hacer suponer que el absentismo tradicional de los claustrales hubiera remitido en mayor medida de lo que ayer lo hizo. A lo largo de la semana, el propio rector hab¨ªa enviado una carta personal a cada uno de los miembros del claustro invit¨¢ndoles a asistir y record¨¢ndoles la importancia de la sesi¨®n.
El claustro de la UdG est¨¢ compuesto en un 60% por representantes del profesorado, un 25% por representantes de los alumnos y un 15% del PAS. En las ¨²ltimas elecciones la participaci¨®n de los alumnos en la elecci¨®n de sus representantes super¨® escasamente el 15% del censo. Los llamados "asamblearios", a quienes se atribuye la autor¨ªa de los incidentes contra la ministra Birul¨¦s, se hicieron con cerca del 50% de los votos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.