Un juez amable
F?LIX BAY?NDe momento, nunca se me ha ocurrido delinquir. Pero si me diera por ah¨ª, querr¨ªa que me juzgaran en la sala segunda de la Audiencia de M¨¢laga. No se pueden imaginar qu¨¦ jueces m¨¢s majos. Tiene esa sala un presidente que se llama Jos¨¦ Mar¨ªa Mu?oz Caparr¨®s que es la amabilidad con toga.
Si tienes la suerte de ser juzgado por ¨¦l, te llama "imputado" y no "acusado", te deja entrar en la sala acompa?ado de guardaespaldas, si ese es tu deseo, y hace todo lo posible para que est¨¦s c¨®modo. Incluso te permite que te sientes frente al estrado con las piernas en alto. Te ayuda a salir de apuros si dices una inconveniencia y hasta te consuela con frases amables y comprensivas, como ¨¦sta: "La justicia no tortura, pero es una tortura acercarse a ella". Y, por supuesto, mantiene a raya al fiscal y no le permite ni una inconveniencia. Faltar¨ªa m¨¢s.
Al menos ese fue el comportamiento de Mu?oz Caparr¨®s durante la vista del juicio de las camisetas, pero, por aquello de la igualdad ante la ley, no me cabe duda de que este ben¨¦volo juez act¨²a igual con cualquier choricete que pasa por su banquillo. Da gusto la gente as¨ª.
Mu?oz Caparr¨®s ha emitido un voto particular en la sentencia del caso de las camisetas que es una toda delicia. Entiende este juez que si Gil us¨® cientos de millones del Ayuntamiento para pagar a su club -es decir, a s¨ª mismo, como quien dice- y lleg¨® a acuerdos similares con empresas a las que deb¨ªa favores lo hizo para "conseguir beneficios para el municipio y comarca de Marbella". Es maravilloso que un juez tan veterano no est¨¦ deformado profesionalmente y no sea un malpensado, como otros. Yo, ya digo, si me da por delinquir me pido a Mu?oz Caparr¨®s. Si te sientan en un banquillo, mejor que tener un buen abogado es tener un buen juez. Es lo m¨¢s provechoso.
A Jes¨²s Gil, a pesar de sus muchos tropiezos con la Justicia, no le fallan los jueces. Otros colegas suyos, en cambio, no pueden decir lo mismo. Como el alcalde de Torrox, que fue condenado a seis a?os de prisi¨®n por dejar abrir unos huecos en una tapia colindante con un terreno del Ayuntamiento. A qui¨¦n se le ocurre.
Y es que hay gente para todo. Como esos alcaldes de pueblo que convirtieron a la fiscal¨ªa andaluza en una fuerza de choque. Lo que no han logrado ni Gil, ni las mafias, ni las barbaridades urban¨ªsticas, ni los desastres medioambientales, lo logr¨® un pu?ado de alcaldes de pueblos de esos que hay que buscar con lupa en los mapas: poner en pie de guerra a la fiscal¨ªa por lo que -seg¨²n parece por los medios empleados- ha tenido que ser el delito m¨¢s horrendo perpetrado en la historia de nuestra regi¨®n. Fue lo que se llam¨® "el fraude del PER". Por cobrar indebidamente 40.640 pesetas de subsidio, el alcalde de Nu?omoral fue sentenciado a seis a?os de prisi¨®n mayor. Y por firmar falsas peonadas para que los jornaleros pudieran llegar a fin de mes, el alcalde de Villanueva del Trabuco fue condenado a tres a?os y cuatro meses. A otros dos a?os, el de Santib¨¢?ez; a a?o y medio, el de Marmolejo; a un a?o, los de Cogollos y Padul; a 10 meses, los de Iznalloz, Pi?ar y el Valle de Zabal¨ª, y a ocho meses, los de G¨¹ejar y Mocl¨ªn. As¨ª es la Justicia.
Buen provecho.
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