Oriente Pr¨®ximo es noticia local en Nueva York
Hillary y Lazio cortejan el importante voto jud¨ªo para vencer en las elecciones al Senado
Oriente Pr¨®ximo siempre es noticia local en Nueva York; en los dos principales tabloides, el Daily News y el New York Post, los art¨ªculos sobre Israel comparten p¨¢gina con Wall Street o los problemas de tr¨¢fico en Manhattan. Es lo m¨¢s l¨®gico en un Estado en el que el voto jud¨ªo ser¨¢ la clave en la elecci¨®n del esca?o de Nueva York al Senado del 7 de noviembre. Los ¨²ltimos sondeos otorgan una ligera ventaja a la candidata dem¨®crata, Hillary Clinton, frente al joven republicano Rick Lazio.Otro ejemplo: el jueves, las principales organizaciones jud¨ªas de la ciudad organizaron un acto de solidaridad con Israel, al que acudieron 15.000 personas. Estaban presentes el alcalde, Rudolph Giuliani; uno de sus predecesores, Edward Koch; el gobernador del Estado, George Pataki, y, por supuesto, los dos candidatos, Lazio y Clinton; adem¨¢s de dos invitados estelares: el alcalde de Jerusal¨¦n, el ultraconservador Ehud Olmert, y el premio Nobel de la paz y escritor Elie Wiesel. Al d¨ªa siguiente, rodeados de un impresionante cord¨®n policial, 10.000 ¨¢rabes norteamericanos, respondiendo a la convocatoria de las asociaciones isl¨¢micas, llenaron las mismas manzanas para denunciar la pol¨ªtica israel¨ª contra los palestinos. A ¨¦sta no acudieron los pol¨ªticos. Cuesti¨®n de cifras y de poder: el voto jud¨ªo representa casi el 20% del electorado (un mill¨®n de personas) en la ciudad y algo m¨¢s del 10% en el Estado; los votantes ¨¢rabes apenas alcanzan el 2%.
El vencedor en el 7 de noviembre deber¨¢ asegurarse al menos el 50 o el 60% de los electores jud¨ªos, la verdadera llave de la batalla por Nueva York. Por ello, en las ¨²ltimas semanas, Hillary y Lazio han utilizado la violencia de Oriente Pr¨®ximo para reiterar su apoyo incondicional a Israel, desmarc¨¢ndose incluso de la Casa Blanca. En su segundo debate, el 8 de octubre, ambos criticaron con vehemencia la decisi¨®n de EE UU de abstenerse en la votaci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU que conden¨® la violencia desproporcionada de Israel. Lazio reproch¨® a la primera dama no haber utilizado mejor su influencia para conseguir el veto estadounidense a la resoluci¨®n.
"Los pol¨ªticos en Nueva York pueden ser mucho m¨¢s radicales que en Israel. Aqu¨ª no es un asunto de vida o muerte; no cuesta nada y puede reportar muchos votos", explica Steven Cohen, profesor de la Universidad de Columbia, especialista en asuntos locales. "La influencia del voto jud¨ªo es grande; se trata de una minor¨ªa con una alta tasa de participaci¨®n. Adem¨¢s, existe una clara simpat¨ªa hacia Israel entre el electorado no jud¨ªo", a?ade Cohen.
Hillary es la que m¨¢s ha tenido que trabajarse estos votantes, tradicionalmente dem¨®cratas y con los que nunca se ha llevado bien. En 1998, cuando todav¨ªa no pensaba en su candidatura de Nueva York, desat¨® las cr¨ªticas m¨¢s feroces al apoyar un Estado palestino. El cambio ha sido notable: la semana pasada, la candidata dem¨®crata defendi¨® la visita a la esplanada de las Mezquitas del l¨ªder de la oposici¨®n israel¨ª, Ariel Sharon.
En este contexto, cualquier contacto con la Autoridad Palestina equivale al beso de la muerte.
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