Planeta retira la novela de Ana Rosa Quintana ante las contundentes pruebas de plagio
?ngeles Mastretta: "Me divierte verme parafraseada en un libro de tanto ¨¦xito"
Se consum¨® la tragedia. Planeta retira del mercado todos los ejemplares de Sabor a hiel, el follet¨ªn con el que debut¨® Ana Rosa Quintana en la literatura, ante las numerosas pruebas de plagio. El semanario Intervi¨² revel¨® ayer que Quintana copi¨® p¨¢rrafos de Mujeres de ojos grandes, de ?ngeles Mastretta, adem¨¢s de los ya sabidos de ?lbum de familia, de Danielle Steel. Desde M¨¦xico, Mastretta se lo tom¨® con humor: "Estoy tratando de sentirme molesta, pero no puedo. Me divierte verme parafraseada en un libro de tanto ¨¦xito, aunque s¨ª, lo ideal es que te citen". Por su parte, Ana Rosa Quintana guard¨® silencio.
Se acab¨® la ficci¨®n. Planeta, "a petici¨®n y de com¨²n acuerdo con la autora", decidi¨® ayer retirar del mercado Sabor a hiel y a la vez suspendi¨® la impresi¨®n de nuevas versiones de la novela. Seg¨²n Ep, la editorial ha descartado emprender acciones legales contra la escritora. El d¨ªa 7, Planeta anunci¨® que sacar¨ªa una nueva edici¨®n del libro de Ana Rosa Quintana, despu¨¦s de que su autora, advertida por una lectora, comprobara que conten¨ªa textos ajenos a su obra, lo que atribuy¨® a un error inform¨¢tico, cuando ya se hab¨ªan vendido m¨¢s de 100.000 ejemplares.
El d¨ªa 14, durante la conferencia de prensa previa al Premio Planeta, el editor, Jos¨¦ Manuel Lara Bosch, desvincul¨® a la editorial de la pol¨¦mica al afirmar que "ning¨²n lector ni editor tiene en su memoria los 60.000 libros que cada a?o se publican en Espa?a". Lara a?adi¨®: "Apoyaremos en lo que podamos a la autora, porque fue la primera en comunicar la noticia a la editorial y se ha mostrado dispuesta a asumir su error".
Pero Intervi¨² desvel¨® ayer nuevos prodigios del ordenador m¨¢gico de Ana Rosa Quintana. La locutora de televisi¨®n incorpor¨® a su novela varios p¨¢rrafos calcados, cambiando nombres propios y lugares (como en el caso previo de Steel), del libro de relatos de ?ngeles Mastretta Mujeres de ojos grandes, que la autora mexicana public¨® en 1990, y que edit¨® en Espa?a Seix Barral, del grupo Planeta.
Con iron¨ªa, inteligencia y buen humor reaccion¨® ?ngeles Mastretta a las noticias de que hab¨ªa sido plagiada: "?Parafraseada en un libro de tanto ¨¦xito! Intento estar molesta, pero me siento divertida. No puedo dejar de re¨ªrme. Y si ella se compromete a recomendar mi libro como fuente de inspiraci¨®n del suyo, me sentir¨¦ reparada".
Quintana utiliz¨® fragmentos de Mujeres de ojos grandes en cuatro p¨¢ginas distintas de Sabor a hiel: 9, 23, 179 y 197. El libro tiene 240 p¨¢ginas en total, de las que al menos 24 contienen p¨¢rrafos y di¨¢logos sacados de la novela de Danielle Steel ?lbum de familia (Plaza & Jan¨¦s). Al menos en un 12% del contenido de Sabor a hiel hay textos ajenos a Ana Rosa Quintana.
Uno de los ejemplos del plagio a Mastretta, que publicaba ayer Intervi¨², es: "La T¨ªa Daniela se enamor¨® como se enamoran siempre las mujeres inteligentes: como una idiota". (Mujeres de ojos grandes, p¨¢gina 197). El libro de Quintana dice: "Adriana se enamor¨® como se enamoran las mujeres inteligentes: como una idiota" (p¨¢gina 89).
Quintana guard¨® ayer silencio total. Declin¨® hacer declaraciones a este diario, tampoco repiti¨® la que hizo en su programa de Antena 3, Sabor a ti, el 9 de octubre, cuando justific¨® el plagio diciendo que los p¨¢rrafos de Steel hab¨ªan ca¨ªdo en su novela "por un problema de inexperiencia, un error inform¨¢tico y un fallo de los documentalistas". Mastretta delega en su agente literaria, Mercedes Casanovas, la decisi¨®n de demandar a Quintana. Casanovas afirma que la posible querella est¨¢ "en manos de los abogados", y que ¨¦stos contemplan la posibilidad de sumarse "a una demanda colectiva". Se har¨ªa, en ese caso, junto con los representantes de Danielle Steel (la agencia Janklow-Nesbit, de Nueva York), aunque varios editores anuncian una larga lista de nuevas denuncias de plagio: hay todav¨ªa 212 p¨¢ginas de Sabor a hiel sin adjudicar.
La infrecuente decisi¨®n de Planeta de retirar el libro del mercado parece perseguir dos objetivos. Primero, terminar con el escarnio p¨²blico. Segundo, despejar las dudas sobre su conocimiento de la discutida autor¨ªa de Sabor a hiel. En cualquier caso, las editoriales no suelen proceder judicialmente contra otras editoriales por litigios de propiedad intelectual. Una cl¨¢usula, fija en los contratos literarios, invoca la Ley de Propiedad Intelectual y declara al autor responsable ¨²nico de la autor¨ªa y originalidad del texto que entrega. En el caso de Mastretta, adem¨¢s, se producir¨ªa un caso judicial rid¨ªculo, esperp¨¦ntico, si quien se querellara fuese Seix Barral, ya que la firma pertenece a Planeta.
Un portavoz de Plaza & Jan¨¦s, la editorial de Danielle Steel en Espa?a, dijo ayer que, en nombre de su casa madre, Random House, ha requerido formalmente a Planeta para que explique exactamente lo sucedido.
Los agentes literarios tienen ahora la palabra. Pero el esc¨¢ndalo tiene a¨²n varias preguntas sin respuesta. ?Escribi¨® o no Ana Rosa Quintana su libro? ?Seguir¨¢n las editoriales usando negros que encubren a famosos tras el bochorno sufrido por Planeta? ?Se arrepentir¨¢ Quintana de haber atribuido el error a un fallo suyo, o de su ordenador? ?Cobrar¨¢ la presentadora el dinero que le debe liquidar Planeta? Fuentes editoriales valoran los derechos totales de la autora en unos 36 millones de pesetas, entre el 12% y el 15% del precio recaudado en la venta. Quintana habr¨ªa cobrado ya, en concepto de anticipo, unos 8 millones.Lo que ha dejado claro la pol¨¦mica es que la contrataci¨®n de negros es una pr¨¢ctica generalizada en el salvaje mercado del best-seller. Y, a la vez, nada m¨¢s que un signo de los tiempos del famoseo. El poeta Jos¨¦ Hierro calific¨® ayer de "penosa" la utilizaci¨®n de negros por parte de las editoriales. A su juicio, algunos aspectos de la literatura actual "son un negocio", porque las editoriales se empe?an "en lanzar a quien sea, aunque sea un analfabeto". Una opini¨®n que coincide con la manifestada en una reciente entrevista por Francisco Ayala. Ir¨®nicamente, Ayala dijo: "se cometi¨® el error de alfabetizar a todo el mundo, y ahora todo el mundo se cree novelista".
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