Chevron y Texaco crean la cuarta petrolera del mundo con una fusi¨®n valorada en casi 7 billones
La operaci¨®n prev¨¦ la supresi¨®n de 4.000 empleos de los 57.000 que suman ambas compa?¨ªas
Chevron y Texaco confirmaron ayer que ser¨¢n la cuarta mayor petrolera del mundo por producci¨®n y reservas de crudo. Antes de la apertura de Wall Street, Chevron anunci¨® que su fusi¨®n con Texaco para entrar en el club de las grandes del sector a escala mundial est¨¢ valorada en 35.000 millones de d¨®lares (6,9 billones de pesetas). La operaci¨®n es la ¨²ltima de un proceso de concentraci¨®n en la industria que comenz¨® a mediados de 1998 con la compra de Amoco por parte de BP para responder a la nueva realidad del negocio, que exige m¨¢s tama?o. El proyecto incluye un recorte de 4.000 empleos.
Chevron era hasta ayer la tercera de EE UU y quinta del mundo. Texaco era la cuarta del mercado estadounidense y s¨¦ptima del mundo. A primera vista parece que para Chevron las cosas no han cambiado mucho. Antes era quinta y ahora s¨®lo ha avanzado un pelda?o. Sin embargo, Chevron no estaba antes de este acuerdo a las altura de sus rivales directos. Y ahora s¨ª. Lo que realmente importa es que la nueva Chevron Texaco ha entrado al club de las grandes petroleras del mundo que se form¨® tras la fiebre de fusiones de la industria. Este proceso empez¨® a mediados de 1998 con la fusi¨®n de BP con Amoco. El pacto de fusi¨®n lo sellaron los consejos de administraci¨®n de ambas compa?¨ªas el domingo por la tarde. La segunda fue la vencida en este caso. Las dos petroleras ya hab¨ªan intentado unirse en mayo de 1999 pero no consiguieron ponerse de acuerdo sobre la valoraci¨®n de sus acciones y la estructura de mando.
En este acuerdo, Chevron lleva la voz cantante. Su actual presidente, Dave O'Reilly, un irland¨¦s de 53 a?os que lleva 22 en la empresa, se convertir¨¢ en el m¨¢ximo responsable de la nueva compa?¨ªa, mientras que el de Texaco, Peter Bijur, cuya gesti¨®n ha sido cuestionada en estos ¨²ltimos meses, ocupar¨¢ el puesto de vicpresidente. La nueva sede se trasladar¨¢ al cuartel general de Chevron en San Francisco. Chevron pagar¨¢ 64.87 d¨®lares por las acciones de Texaco, 18% m¨¢s que su valor al cierre de la sesi¨®n del viernes. Curiosamente, Chevr¨®n lleg¨® a ofrecer 70 d¨®lares por acci¨®n en el primer intento de fusi¨®n. Adem¨¢s asumir¨¢ los 7.000 millones de deudas de Texaco y los 2.700 millones de la filial conjunta Caltex
Wall Street decidi¨® ayer premiar la jugada de Texaco m¨¢s que la de Chevron, a pesar de ser la compradora. Las acciones de Chevron llegaron a caer un 5,64% mientras que las de Texaco hab¨ªan avanzado un 4,31% horas despu¨¦s de anunciarse la fusi¨®n.
El nuevo gigante
La nueva Chevron Texaco sumar¨¢ unos ingresos por valor de 66.500 millones de d¨®lares (13 billones de pesetas), seg¨²n las cifras de 1999, podr¨¢ producir 2,7 millones de barriles diarios y tendr¨¢ una reservas combinadas de 11.000 millones de barriles. Con la fusi¨®n esperan poder ahorrar 1.200 millones de d¨®lares sobre todo gracias a los recortes de personal. Ambas empresas se desprender¨¢n del 7% de sus empleados, unas 4.000 personas de un total de 57.000. La fusi¨®n ilustra las nuevas condiciones de un mercado que exige cada vez mayor concentraci¨®n e inversiones cada vez m¨¢s cuantiosas para encontrar abastacimientos de petr¨®leo fuera de las regiones tradicionalmente en conflicto. Ni Chevron ni Texaco tienen, por ejemplo, yacimientos en Oriente Pr¨®ximo, por lo que no se ven afectadas directamente por los ¨²ltimos acontecimientos en la zona, y han orientado su exploraci¨®n y producci¨®n hacia las costas de Brasil, ?frica y el mar Caspio. Las dos empresas podr¨¢n sobre todo ahorrar gastos en los costosos yacimientos submarinos. Uniendo sus fuerzas esperan poder competir con los nuevos gigantes petroleros que nacieron con los movimientos de la industria impulsados por el desplome del precio del crudo en 1998: Exxon Mobil, Royal Dutch-Shell y BP-Amoco-Arco y TotalFinaElf.
El acuerdo promete despertar ciertas inquietudes cuando los precios del crudo alcanzan m¨¢ximos hist¨®ricos y el coste de la gasolina se ha convertido en uno de los temas de la campa?a electoral en EE UU. La fusi¨®n todav¨ªa debe ser aprobada por el FTC (Comisi¨®n Federal de Comercio) que muy probablemente pedir¨¢ a las dos compa?¨ªas que se deshagan de algunas actividades perif¨¦ricas para evitar una situaci¨®n de monopolio. La nueva empresa combina 50.000 gasolineras en todo el mundo, la mitad de las que tiene Exxon Mobil.
Ruptura con Shell
El FTC podr¨ªa exigir a Texaco que abandode su participaci¨®n en Equilon, la empresa que comparte con Shell para refinar y comercilizar productos derivados del petr¨®leo. Los legisladores examinar¨¢n tambi¨¦n de cerca la situaci¨®n en California, donde la nueva empresa tendr¨¢ una amplia ventaja en el mercado de las gasolineras. Aunque es poco probable que impida la fusi¨®n, La Comisi¨®n Federal, que ya puso serias objecciones a la adquisici¨®n de Arco por BP Amoco, podr¨ªa tardar algo m¨¢s de lo habitual para dar la luz verde definitiva por temor a las reacciones de los consumidores. "Esperamos que la FTC apoye esta operaci¨®n", dijo al Financial Times uno de los responsables de la compa?¨ªa "Hay sitio para una segunda gran empresa estadounidense", despu¨¦s de Exxon Mobil.
Washington ya ha tomado parte para tratar de frenar la explosi¨®n de precios. El pasado septiembre, el presidente Clinton sacaba al mercado 30 millones de barriles de las reservas estrat¨¦gicas de Estados Unidos. De cara al invierno, el precio del crudo es una tema recurrente en la campa?a, m¨¢s a¨²n cuando uno de los contrincantes, George Bush, empez¨® su carrera en el negocio del petroleo en el Estado de Texas.
El portavoz del candidato dem¨®crata y vicepresidente Al Gore, acogi¨® la noticia de la fusi¨®n con desconfianza. "Las grandes petroleras han aumentado sus beneficios un 300% en el ¨²ltimo a?o, es hora de preguntarse si estas compa?¨ªas no son demasiado grandes", dijo a New York Times.
Un ayudante de Bush se limit¨® a comentar que "se trata de un asunto t¨¦cnico y legal que deber¨ªa ser decidido por los legisladores, sin interferencia de los pol¨ªticos".
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