Desactivado un paquete bomba dirigido al periodista Ra¨²l del Pozo
Artificieros de la polic¨ªa desactivaron anoche en una estafeta de Correos de Madrid un paquete-bomba remitido al periodista y columnista del diario El Mundo Ra¨²l del Pozo. El artefacto, compuesto por entre 130 y 170 gramos de explosivos identificado en principio como p¨®lvora, estaba camuflado en una peque?a caja. Los agentes detallaron que no iba dotado de ninguna c¨¦lula fotoel¨¦ctrica que pudiese activar la bomba al destapar el paquete. Seg¨²n las primeras pesquisas, la polic¨ªa descarta que se trate de una acci¨®n con el sello de la banda terrorista ETA. Un funcionario de la estafeta de correos del barrio madrile?o de Chamart¨ªn (donde se encuentra la central de reparto de cartas en la capital de Espa?a) sospech¨® del paquete y descubri¨® posteriormente que iba dirigido al periodista Ra¨²l del Pozo. El env¨ªo fue inspeccionados mediante el detector de metales, que dio positivo con un leve pitido. Los vigilantes jurados avisaron de este hecho a la polic¨ªa y desalojaron dos departamentos de la oficina de correos.
Un equipo de t¨¦nicos en explosivos de la polic¨ªa (Tedax) desactiv¨® el artefacto sobre las diez y media de la noche. Los agentes remitieron el paquete a sus laboratorios de Madrid para determinar su composici¨®n exacta y rastrear las huellas.
El pasado mes de marzo la polic¨ªa desactiv¨® en el centro Territotrial de Sevilla otro paquete bomba dirigido al periodista Carlos Herrera. Los artificieros impidieron que estallase una caja que conten¨ªa entre 100 y 150 gramos de Goma 2, camuflada en un paquete de puros Montecristo.
En julio pasado tambi¨¦n fueron remitidos sendos paquetes a los diarios Abc y La Raz¨®n y al Movimiento contra la Intolerancia. Los tres env¨ªos descubiertos eran artefactos caseros sin material explosivo en su interior. Tan s¨®lo llevaban cables, un reloj digital y una lata con l¨ªquido. El supuesto remitente de aquellos tres paquetes eran un preso peligroso que se hab¨ªa suicidado. Este dato hizo creer a la polic¨ªa que los autores de los env¨ªos pudieran ser miembros de los grupos que trabajan en defensa de los presos.
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