"Debemos investigar todo lo que la electr¨®nica puede traer a la m¨²sica"

Pierre Boulez (Montbrison, 1925), compositor y director de orquesta, compara la evoluci¨®n de la m¨²sica con la arquitectura. Los grandes edificios se hicieron durante siglos s¨®lo con piedra y madera, dice, pero en el siglo XX lleg¨® el hormig¨®n, el acero y las grandes superficies de cristal y con ellos, nuevas formas; a la m¨²sica le ha tocado el momento de asumir el uso de la electr¨®nica. "Debemos buscar lo sustancial de la m¨²sica, investigar todo lo que la electr¨®nica nos puede traer", asegura el fundador del Institut de Reserche et Coordination Acustique/ Musique (IRCAM), de Par¨ªs. Boulez se?ala como objeto de la investigaci¨®n musical la relaci¨®n entre el int¨¦rprete y la creaci¨®n de sonidos con ordenador, por ejemplo, o la facilidad para lograr sonidos muy complejos, pero f¨¢ciles de producir. "Todo esto trae un nuevo tipo de imaginaci¨®n, que no era posible en el pasado".

En la electr¨®nica encuentra el camino para superar los l¨ªmites tradicionales y llegar m¨¢s lejos. Conf¨ªa en que la gente entienda que en los nuevos medios de creaci¨®n est¨¢ el futuro. ?Genera rechazo en el p¨²blico el avance de la m¨²sica electr¨®nica? "No, desde luego que no. Hay una parte de la audiencia que ya lo acepta", asegura el director, aunque no puede precisar cu¨¢ntos a?os pasar¨¢n para que las grandes orquestas sinf¨®nicas incluyan instrumentos electr¨®nicos con la misma normalidad con la que tocan el viol¨ªn. "Tenemos que creer en ello, y ser obstinados. Llegar¨¢ en el futuro".

Boulez ha regresado a Espa?a para tocar en Bilbao y Valencia con el Ensemble Intercontemporain, la orquesta que ¨¦l mismo fund¨® en 1977 en el IRCAM , la Camerata Acad¨¦mica de Salzburgo y el coro de c¨¢mara Accentus. El concierto no incluye sus composiciones, pero se presenta en los carteles bajo el t¨ªtulo gen¨¦rico Pierre Boulez. Afable, de sonrisa f¨¢cil y una pizca ir¨®nica, no parece que sea as¨ª por exceso de vanidad. "Se llama Pierre Boulez porque yo lo dirijo. Eso es todo, supongo", apunta.

Boulez no tiene opini¨®n sobre el nivel art¨ªstico de las orquestas espa?olas. No ha tenido la oportunidad de escucharlas as¨ª que prefiere no decir palabra antes de despachar la pregunta con un par de trivialidades. S¨ª ofrece, en cambio, su f¨®rmula para conseguir una formaci¨®n de alto nivel. Para empezar, necesita dinero que pague m¨²sicos de calidad. "Si no, su trabajo se basar¨¢ s¨®lo en la buena voluntad y la buena voluntad no dura para siempre", explica quien ha sido titular de las orquestas de la BBC, de Cleveland y sustituy¨® a Leonard Berstein en la Filarm¨®nica de Nueva York. "Pero es m¨¢s importante contar con un buen nivel de educaci¨®n, esencial para esperar que los profesionales, entre otras caracter¨ªsticas, tengan un sentimiento de pertenencia al grupo. Es un peligro preparar a cada ni?o para ser solista, porque sabemos de antemano que muy pocos llegar¨¢n a tener una carrera en solitario".

No existe una regla fija para saber cu¨¢ntos ni qui¨¦nes ser¨¢n lo elegidos para solistas. Boulez advierte de que no s¨®lo se necesitan la habilidad y el talento de un virtuoso. "Un gran solista", defiende, "debe ser un l¨ªder. Ocurre y no sabemos por qu¨¦; es algo llamado naturaleza o Dios, pero b¨¢sicamente, tener la oportunidad. Y esto es m¨¢s f¨¢cil en los pa¨ªses con alto nivel de educaci¨®n y cultura".

La necesidad de que los gobiernos faciliten el acceso a la formaci¨®n reaparece constantemente en la conversaci¨®n. "Por peque?as que sean las ciudades deben hacer el m¨¢ximo por contar con buenas instituciones musicales, aunque no puedan llegar al m¨¢s alto nivel o no tengan una tradici¨®n que les apoye. No deben dejar que s¨®lo se escuche m¨²sica en discos o viajando a las capitales".

Su experiencia en los festivales de Salzburgo y Bayreuth le lleva a afirmar que programar una apretada temporada de conciertos, con grandes nombres de reclamo, no es suficiente. Reclama para los festivales un perfil propio, con actividades de formaci¨®n de los profesionales y del p¨²blico. "Deben tener sus propias ideas", defiende. "En este sentido el m¨¢s importante es el de Bayreuth, porque sabes que vas all¨ª a escuchar a Wagner en condiciones muy espec¨ªficas. No todos deben ser tan restrictivos, pero si no hay una l¨ªnea propia un festival es s¨®lo una atracci¨®n tur¨ªstica".