El futuro femenino en la red

"He tenido dos partos paralelos". Gl¨°ria Llatzer cre¨® su empresa de traducci¨®n por Internet hace dos a?os, y tuvo su primer hijo hace un a?o. Tiene 29 a?os y 48 empleados a su cargo. Combina su vida laboral y su vida profesional y asegura que la nueva econom¨ªa "abre perspectivas a las mujeres para llegar a puestos directivos. La mujer directiva es el paradigma de la nueva econom¨ªa". Ella es un claro ejemplo. Pero no figura entre la mayor¨ªa, que se enfrenta a puestos de trabajo poco cualificados o a dedicaciones parciales despu¨¦s de tener hijos.Llatzer fue una de las mujeres que ayer participaron en una jornada organizada por el Consejo Econ¨®mico y Social de Barcelona, organismo impulsado por el Ayuntamiento, bajo el lema de La participaci¨®n de las mujeres en los cambios econ¨®micos y sociales. En el auditorio del Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona se congregaron ayer un centenar de personas, la mayor¨ªa de ellas mujeres, y el balance fue optimista. La asignatura pendiente qued¨® clara: conciliar la vida laboral y la personal es un camino largo y dif¨ªcil para las mujeres, pero no por eso hay que dejar de trabajar fuera del hogar.

Teresa Torns, soci¨®loga de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, se sum¨® al optimismo general con matices. "Cuando hablamos de cantidad, hablamos de optimismo. Pero cuando hablamos de calidad, este optimismo se desvanece", afirm¨®. Torns puntualiz¨® la participaci¨®n de las mujeres en trabajos a tiempo parcial: "No es voluntario, no se les ofrece otra oportunidad". Y, como propuesta, apunt¨® revisar el tiempo dedicado al trabajo para que las mujeres puedan desarrollar sus profesiones y, al tiempo, atender a sus familias sin tener que desarrollar empleos por debajo de su cualificaci¨®n.

Que el desarrollo de la nueva econom¨ªa est¨¢ abriendo nuevas posibilidades para las mujeres fue una de las ideas de consenso. "Las mujeres se est¨¢n beneficiando de ello.", apunt¨® Cecilia Casta?o, catedr¨¢tica de Econom¨ªa aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, quien asegur¨® que en Internet, por ejemplo, las mujeres son el segmento que m¨¢s crece. Adem¨¢s, acceden tambi¨¦n desde el hogar, ya no son ¨²nicamente ejecutivas, y buscan informaci¨®n m¨¢s eficaz que los hombres. "Hay que feminizar la red" fue una de las peticiones, y el reto, seg¨²n Cecilia Casta?o, es "que no abandonen el mercado de trabajo por el conflicto de conciliar la vida laboral y la familiar".

Mar¨ªa Jes¨²s Tejedor, directiva de IBM -lleva 22 a?os en la empresa-, casada y con dos hijos, incidi¨® en la importancia de la diversidad, no s¨®lo entre sexos, sino entre razas, culturas y formaci¨®n. "Como colectivos, somos m¨¢s fuertes si incorporamos la diversidad", apunt¨®, y a?adi¨® que la eficacia de los equipos de trabajo aumenta cuando hay una mujer entre ellos. Pero a?adi¨® un nuevo matiz: "Los hombres tienen las mismas dificultades que las mujeres en el balance entre el tiempo de trabajo y el personal".

Los sindicatos tambi¨¦n estuvieron presentes en la jornada. Rosa Mar¨ªa Dumenj¨®, de UGT, denunci¨® la existencia de un alto ¨ªndice de paro encubierto de mujeres en Catalu?a formado por gente joven muy preparada. Y puso un ejemplo. En Mollerusa (Pla d'Urgell), donde no consta ning¨²n desempleado en las listas de paro, una empresa que quer¨ªa establecerse puso un anuncio en el que ofrec¨ªa 120 puestos de trabajo. Acudieron 400 mujeres. "?De d¨®nde sal¨ªan esas mujeres cuando en teor¨ªa no hay paro?", se pregunt¨® Dumenj¨®. La sindicalista reiter¨® la necesidad de romper con el concepto b¨¢sico de familia: "Ahora son familias las parejas de hecho, las parejas homosexuales, las monoparentales...".

Carme Mart¨ªnez, de CC OO, dijo que la masiva incorporaci¨®n de la mujer al mercado laboral ha provocado cambios en las estructuras de las familias y en los papeles en el seno de aqu¨¦llas. El papel de la mujer cuidadora ha desparecido, seg¨²n Mart¨ªnez, lo que provoca necesidades sociales que antes resolv¨ªa la esfera familiar. Adem¨¢s, Mart¨ªnez dibuj¨® un porvenir incierto para los padres de entre 35 y 40 a?os. Es la primera generaci¨®n, precis¨®, que se enfrenta a una precariedad laboral, s¨®lo el 25% de los ni?os de 0-3 a?os est¨¢ escolarizado y cada vez hay m¨¢s personas mayores. "?Qui¨¦n se hace cargo de las personas dependientes? Las mujeres, y sufren una sobrecarga por ello", concluy¨®.