Caviar o gasolina
Parece como si la ya c¨¦lebre disquisici¨®n acad¨¦mica entre la inversi¨®n p¨²blica en ca?ones o mantequilla renaciera hoy en d¨ªa por el distinto modelo de financiaci¨®n que representan los impuestos indirectos sobre el caviar o la gasolina. O al menos as¨ª lo plantean, mediante un sinf¨ªn de argumentos, los miembros de la Asociaci¨®n de contribuyentes franceses, que preguntan c¨®mo se puede defender una Tva (Impuesto sobre el valor a?adido) del 5 por 100 sobre el caviar, y al mismo tiempo impuestos del 235 por 100 sobre la gasolina.La publicidad que realizan en su campa?a contra el Ministro de Econom¨ªa Laurent Fabius es doblemente cuidadosa, pretendiendo no s¨®lo no ensuciar la v¨ªa p¨²blica, sino principalmente coincidir con la Exhibici¨®n mundial del autom¨®vil que se celebra estos d¨ªas en Par¨ªs, alcanzando mayor eco al obtener el apoyo de un sector, en tanto que inductor o favorecido, en un momento en el que las ventas mensuales de veh¨ªculos parecen haberse estancado.
Entre los argumentos se afirma que desde enero de 1999 a septiembre del 2000, los impuestos sobre carburantes derivados de petr¨®leo han aumentado alrededor de 10 pesetas por litro, mientras los beneficios de las refiner¨ªas se han multiplicado por dos, y a su vez el Estado franc¨¦s se ha beneficiado de una Tva de m¨¢s de 125 pesetas por litro de gasolina. An¨¢logos argumentos son aplicables al espa?ol, pues en el marco de la Uni¨®n europea, la postura es compartida, y en nuestro caso los impuestos sobre los derivados petrol¨ªferos est¨¢n alrededor del 75 por 100 del importe del litro.
La an¨¦cdota se limita a que en Francia el impuesto sobre la gasolina es 42 veces superior a la Tva sobre el caviar, ya que por otro lado, en ambos casos, con un sencillo c¨¢lculo sobre el consumo de un veh¨ªculo medio, se observa que circulando 15.000 kil¨®metros al a?o, y consumiendo 8 litros cada 100 kms., pagar¨¢ alrededor de 150.000 pesetas de impuestos al a?o. Situaci¨®n que se agrava, l¨®gicamente, cuando la utilizaci¨®n del veh¨ªculo y el consumo de combustible se realiza por motivos profesionales.
Ante estas contundentes cifras, la petici¨®n de la reducci¨®n del precio del barril de petr¨®leo, situado alrededor de 32 d¨®lares, deber¨ªa ir acompa?ada de medidas que hagan sostenible el crecimiento. As¨ª ocurre con otros consumos b¨¢sicos, como por ejemplo el agua, como magn¨ªficamente se pone de manifiesto en la exposici¨®n Agua i paisatge, en el Jard¨ªn Bot¨¢nico de la Universitat de Val¨¨ncia, donde se explica que no se trata s¨®lo de realizar obras hidr¨¢ulicas, sino de racionalizar su consumo.
La crisis econ¨®mica de comienzo de los setenta supuso la reducci¨®n inmediata por parte de los fabricantes de veh¨ªculos y poderes p¨²blicos de los elementos que incid¨ªan en el consumo de carburantes, pasando de los 15 ¨® 20 litros cada 100 kms., a los 8 de media actuales. Se estudiaron nuevos materiales, dise?os de veh¨ªculos y carreteras, y se redujo la velocidad. La situaci¨®n presente y de futuro hace preciso analizar combustibles alternativos, y por supuesto financiaci¨®n alternativa de los gastos p¨²blicos necesarios, no haci¨¦ndolos depender de consumos que nos son de producci¨®n ajena, control de unos pocos, y utilizaci¨®n en ocasiones imprescindible por razones laborales.
Los pa¨ªses productores plantear¨¢n en cada ocasi¨®n los intereses que m¨¢s les convengan, a¨²n contrapuestos y con participaci¨®n de las multinacionales del sector, para dar salida a una producci¨®n extensa pero limitada y ante una demanda amplia pero condicionada por el elevado gravamen al que se le somete. Los pa¨ªses consumidores, entre ellos EE UU donde tambi¨¦n se observa la preocupaci¨®n por la elevaci¨®n del precio de la gasolina que ha llegado all¨ª a las 75 pesetas/litro, har¨¢n bien en prever un desarrollo sostenible, reduciendo en los presupuestos del pr¨®ximo a?o el montante equivalente a los aumentos observados en los meses precedentes, ya que siempre ser¨¢ mejor por esta v¨ªa presupuestaria que teniendo que recurrir a subvenciones extraordinarias.
Alejandro Ma?es es gerente de la Fundaci¨® General de la Universidad de Valencia.
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