Barak amenaza con "congelar" el proceso de paz ante el nuevo estallido de violencia

Israel¨ªes y palestinos parec¨ªan haberse puesto de acuerdo ayer en destrozar conjuntamente los pactos de Sharm el Sheij, con los que se intent¨® poner fin a la violencia. Despu¨¦s de que las dos partes fueran incapaces de aplicar un alto el fuego, que deb¨ªa de haberse iniciado a las cuatro de la tarde, Ehud Barak amenazaba con congelar durante un tiempo indefinido el proceso de paz. El sendero hacia la paz abierto hace tres d¨ªas qued¨® ayer nuevamente ensangrentado con una oleada de violencia, que se sald¨® con una decena de palestinos muertos y m¨¢s de 250 heridos.

Israel¨ªes y palestinos fueron incapaces ayer de cumplir la primera parte de los acuerdos de paz de Sharm el Sheij, pactados hace tres d¨ªas gracias al esfuerzo de la diplomacia internacional, y en especial del presidente norteamericano Bill Clinton, en los que se acord¨® un alto el fuego que deb¨ªa haber entrado en vigor ayer. Clinton telefone¨® anoche al l¨ªder palestino, Yasir Arafat, y le conmin¨® para que haga todo lo que est¨¦ en su mano para frenar la violencia.Los soldados del Ej¨¦rcito de Israel y las milicias palestinas radicales -Tanzim y Halcones de Al Fatah- permanecieron ayer trabadas durante todo el d¨ªa en una escalada de enfrentamientos que tuvo su m¨¢xima intensidad en las afueras de la ciudad de Nabl¨²s, en el norte de Cisjordania, y que r¨¢pidamente se extendi¨® a otras localidades cercanas, como Qalqiya, Tulkarem, Jenine y Salfit, pero que tambi¨¦n descendi¨® hacia el sur, sacudi¨® Al Bireh y lleg¨® incluso a Beit Djla y Beit Sahur, a las puertas de Jerusal¨¦n.

Los aviones del Ej¨¦rcito israel¨ª volvieron a sobrevolar las ciudades palestinas. Lanzaron r¨¢fagas de metralletas y obuses, y provocaron un total de diez muertos -entre ellos dos ni?os de 12 y 13 a?os- y m¨¢s de 250 heridos, entre los que se encuentran seis soldados israel¨ªes, que fueron tiroteados por polic¨ªas palestinos, cuando, por equivocaci¨®n, el cami¨®n en que viajaban se adentr¨® en una zona A, controlada exclusivamente por Yasir Arafat. La situaci¨®n de tensi¨®n oblig¨® anoche a numerosas familias palestinas de Beit Djala a abandonar sus casas, por el temor a que fueran atacadas por los carros de combate israel¨ªes, apostados en la colina cercana del barrio jud¨ªo de Gilo, en el Jerusal¨¦n oeste.

La huida se inici¨® cuando son¨® un primer ca?onazo de advertencia, que los soldados israel¨ªes enviaron a tierra de nadie, pero muy cerca de un grupo de casas.

En medio de esta oleada de violencia, mientras israel¨ªes y palestinos se cruzaban acusaciones mutuas con respecto a la responsabilidad de la escalada, el primer ministro israel¨ª, Ehud Barak, alz¨® el tono de voz y amenaz¨® con congelar el proceso de paz por un tiempo indefinido. El jefe de Gobierno israel¨ª ha anunciado que tomar¨¢ una decisi¨®n definitiva sobre el proceso de paz ma?ana por la noche, una vez eval¨²e la situaci¨®n sobre el campo de batalla y tenga en la mano los resultados de la cumbre de la Liga ?rabe, que se inicia hoy en El Cairo.

"La pausa en el proceso de paz durar¨¢ todo el tiempo que se necesite", anunci¨® ayer Barak en tono firme por televisi¨®n, al tiempo que recalcaba que Israel "no pod¨ªa pasar por alto lo sucedido durante estas tres ¨²ltimas semanas y hacer como si nada hubiera pasado".

El presidente Yasir Arafat reaccion¨® inmediatamente a la amenaza de Barak para asegurar que los palestinos "est¨¢n dispuestos a hacer frente a las amenazas de una pausa en el proceso de paz". "Es una declaraci¨®n que esper¨¢bamos. Lanzada con arrogancia a todos los dirigentes ¨¢rabes, pero somos capaces de hacerle frente. Los hijos de la naci¨®n ¨¢rabe son m¨¢s fuertes que todas sus declaraciones", concluy¨® el presidente palestino desde El Cairo.

La amenaza de Barak de congelar el proceso de paz se ha convertido en una espada de Damocles que gravita al mismo tiempo sobre la comunidad palestina y la cumbre de la Liga ?rabe, que deber¨¢ tener en cuenta las palabras del primer ministro israel¨ª en el momento de tomar una decisi¨®n con respecto a posibles represalias y condenas contra el Estado jud¨ªo.