De comisarios y bienales

Es propio de los lenguajes art¨ªsticos contempor¨¢neos pensarse a s¨ª mismos, someterse a autocr¨ªtica. Se est¨¢ celebrando la segunda edici¨®n de la bienal Visions de futur, que pone de acuerdo a 31 centros de arte de Catalu?a para que simult¨¢neamente presenten exposiciones sobre un tema monogr¨¢fico. A esta segunda convocatoria se han incorporado algunas novedades relacionadas con la reflexi¨®n sobre el comisariado art¨ªstico.Entre esas novedades est¨¢ la convocatoria del Primer Premio de Comisariado de la Fundaci¨®n Retevisi¨®n y el seminario Thinking art, que se celebr¨® el pasado viernes y ayer y que ha reunido en Barcelona a algunos de los m¨¢s influyentes comisarios internacionales de bienales de arte contempor¨¢neo para discutir sobre el futuro y las limitaciones de ¨¦stas. Las sesiones han transcurrido en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (Macba).

Ha sido algo ins¨®lito contar con la presencia en Barcelona de Ute Meta Bauer, miembro del equipo de la pr¨®xima Documenta XI; de Catherine David, directora de Documenta X; de Adriano Pedrosa, comisario de la pr¨®xima edici¨®n de S?o Paulo -sin duda la bienal m¨¢s importante de las que se celebran hoy y cuya edici¨®n de este a?o, incre¨ªblemente, se ha cancelado porque los fondos para financiarla se han destinado a las celebraciones del Quinto Centenario de Brasil-, y otros te¨®ricos y comisarios, pregunt¨¢ndose sobre el sentido de su propio trabajo, exponiendo sus dudas y tratando de responderlas con algunas convicciones.

Particip¨® tambi¨¦n Rosa Mart¨ªnez, flamante directora de la Trienal de Barcelona. Tan reciente es su nombramiento que era leg¨ªtimo que pospusiera la exposici¨®n de sus proyectos o ideas. Pero que declinasen participar los responsables pol¨ªticos de Cultura del Ayuntamiento, escamoteando al p¨²blico la oportunidad de explicarse para qu¨¦ queremos esa trienal, es pura frivolidad.

Lo peor de las jornadas fue... el recurso a la jerga propia del gremio. A alguno en el p¨²blico le rechinaban los dientes al o¨ªr negociar, contexto, deconstruir, discurso, formato y estrategia, y otras voces de un l¨¦xico irritante. Tambi¨¦n es asombroso lo poco que los comisarios hablan de los artistas, y la conciencia pol¨ªtica estetizante contra la que alert¨® Catherine David.

Lo mejor: tanto los participantes como el p¨²blico, en el que se hallaban dos de los poqu¨ªsimos artistas espa?oles que son invitados a las bienales m¨¢s importantes, Eulalia Valldosera y Pep Agut (y salt¨® la cuesti¨®n de por qu¨¦ es tan escasa la presencia de artistas espa?oles en las grandes bienales), se plantearon con honestidad las paradojas de estas efem¨¦rides en crisis de credibilidad y en las que se dan cita los intereses pol¨ªticos, los p¨²blicos de muy distinto pelaje, intereses y formaci¨®n cultural, el turismo, el espect¨¢culo y el arte contempor¨¢neo. "El modelo cl¨¢sico de la bienal est¨¢ caducado, superado", se?al¨®, entre otros, Catherine David. David tambi¨¦n critic¨® la multiculturalidad ("de las diferencias no se puede hacer un sistema, y a menudo lo que esconden es un lobby") y destac¨® que hoy s¨®lo el mundo ¨¢rabe mantiene el "s¨ªndrome bienal (...), por dos motivos: por sus problemas de visibilidad y porque esos pa¨ªses carecen de museos, galer¨ªas y comunidades art¨ªsticas establecidas".

Pedrosa se?al¨® las bazas ganadoras de las bienales: "Es una convocatoria menos fosilizada que un museo, es m¨¢s flexible, m¨¢s pr¨®xima a la gente, y pueden sacar provecho de los comisarios independientes, por lo que est¨¢n abiertas a experiencias innovadoras". Pedrosa tambi¨¦n se?al¨® los beneficios a largo plazo: "En S?o Paulo, tras 25 ediciones, se nota el fruto en los artistas que han sido influidos por esas bienales y en la creaci¨®n de un p¨²blico. Y aunque sea la opini¨®n de una parte interesada, creo a los organizadores de Estambul y Sydney cuando me dicen que all¨ª tambi¨¦n se nota la transformaci¨®n aportada por 8 y 10 ediciones, respectivamente".

Iv¨¢n de la Nuez (nuevo responsable de exposiciones de la Virreina) se?al¨® c¨®mo ha ido variando el protagonismo del arte: primero fue el artista, luego, el cr¨ªtico, luego el comisario, para llegar hoy a ser el coleccionista. "Y si el comisario est¨¢ en peligro de extinci¨®n, entonces tambi¨¦n lo est¨¢n las bienales", concluy¨®.