No puede quedar as¨ª
Sinti¨¦ndome impotente, como tantas otras veces ante situaciones parecidas, intento expresar en estas l¨ªneas mi indignaci¨®n por el caso Ana Rosa Quintana. Si muchas personas, amantes del arte de la escritura, debemos asistir a la proliferaci¨®n de este tipo de publicaciones, masivas, millonarias, reflejo del empobrecimiento cultural de nuestra sociedad (seguidora incondicional, al parecer, de ciertos programas de cotilleo), mientras muchos escritores (verdaderos escritores) no conseguir¨¢n nunca vivir de su arte y su vocaci¨®n; para colmo nos encontramos con este asunto despreciable de "plagios y negros" y con las a¨²n m¨¢s despreciables excusas de la autora. Muchos nos sentimos insultados, por el respeto y la consideraci¨®n que nos merece la d¨ªficil y solitaria tarea del escritor, tarea que abarca toda una vida y no el minuto que se tarda en firmar un contrato. Muy acertado el art¨ªculo de Garc¨ªa-Posada del 19 de octubre, con sus palabras: esto no puede quedar as¨ª.- .
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