David Trueba repite como director con 'Obra maestra', cuatro a?os despu¨¦s de su primer filme
Cuatro a?os despu¨¦s del estreno de su primera pel¨ªcula, La buena vida, el realizador, guionista y novelista David Trueba se ha decidido a rodar la segunda. Obra maestra, que se estrena este viernes, est¨¢ protagonizada por un c¨®ctel de actores compuesto por Ariadna Gil, Santiago Segura y Pablo Carbonell. Pero si de mezclas se trata, en la cinta hay varias muestras, como el tono en que est¨¢ narrada -hay una alternancia de tragedia y drama- y la compleja personalidad de los personajes. Un eclecticismo nada gratuito si se tiene en cuenta el amor de Trueba por los matices, la complejidad. "Las pel¨ªculas no deben ser claras ni sentenciosas, deben ser ventanas abiertas", declara.
El tiempo transcurrido entre el rodaje de su ¨®pera prima y este nuevo filme le han servido a Trueba para tomar distancia y definir hacia d¨®nde quer¨ªa ir. "M¨¢s que desmarcarme, quer¨ªa no estar esclavizado por mi anterior pel¨ªcula", afirma el cineasta. Y define esta esclavitud como el deseo de no decepcionar a quienes disfrutaron de ese primer trabajo. "Me gustar¨ªa volver a gustarles, pero ¨¦se no debe ser el motor por el que haces las cosas. No puedes ir detr¨¢s de la gente". A diferencia de su debut, para el que busc¨® rostros an¨®nimos, Trueba ten¨ªa muy claro que esta vez quer¨ªa contar con actores muy conocidos. Ariadna Gil y Santiago Segura eran dos nombres que ten¨ªa en mente desde el principio. En cambio, albergaba serias dudas "acerca de la capacidad de concentraci¨®n de Pablo". Hab¨ªa una raz¨®n muy especial para que Trueba quisiera contar con el antiguo cantante de Los toreros muertos, hoy l¨²cido reportero en Caiga Quien Caiga. "Le dije a Pablo que le quer¨ªa en el reparto porque con ¨¦l no sab¨ªa c¨®mo ser¨ªa la pel¨ªcula, mientras que con otro actor me la pod¨ªa imaginar. No quer¨ªa hacer algo evidente, he renunciado a la facilidad con esta pel¨ªcula". Los tres int¨¦rpretes esgrimen razones diferentes para explicar por qu¨¦ aceptaron sus respectivos papeles. Segura apela a la inteligencia del realizador. Carbonell desvela que, sobre el gui¨®n, su personaje le pareci¨® "muy dif¨ªcil"; tem¨ªa no estar a la altura y dar un paso atr¨¢s en su profesi¨®n. "Ahora creo que estoy mucho mejor en la pel¨ªcula que en Caiga Quien Caiga", afirma. Para Gil, por su parte, leer el gui¨®n supuso una sorpresa: "No se parece en nada a lo que yo leo o hago. Me pareci¨® una pel¨ªcula bastante arriesgada y experimental por la mezcla de g¨¦neros. Y adem¨¢s el personaje me encantaba, me parec¨ªa muy fuerte".
En Obra maestra, Gil da vida a una afamada actriz que no atraviesa su mejor momento personal y profesional. Segura y Carbonell interpretan a dos cin¨¦filos empedernidos, director virgen y aspirante a actor respectivamente, que deciden raptar a la actriz para convertirla en protagonista de su primera pel¨ªcula. Trueba habla de dos grandes temas de fondo en esta historia. "Me interesa mostrar c¨®mo la realidad pisotea los sue?os, y tambi¨¦n c¨®mo la gente famosa se puede sentir violentada al verse formando parte de los sue?os o fantas¨ªas de algunas personas". De paso, le ha dado a sus actores la posibilidad de hablar desde la pantalla de lo pesada que puede llegar a ser la fama. "Fue un placer absoluto poder decir ciertas cosas sobre la profesi¨®n", admite Gil.
La lectura de un art¨ªculo period¨ªstico dio a David Trueba la inspiraci¨®n primera para escribir Obra maestra. "Las ideas est¨¢n en el aire", apunta. La cuesti¨®n es que el argumento coincide con el del ¨²ltimo filme de John Waters, Cecil B. DeMented, interpretado por Melanie Griffith y Stephen Dorff. En la pel¨ªcula, presentada este a?o en los festivales de Cannes y San Sebasti¨¢n, la mujer de Antonio Banderas interpreta a una actriz secuestrada por un director que la quiere como protagonista de su nueva pel¨ªcula. Para Trueba, los paralelismos acaban aqu¨ª. Sin embargo, para los representantes de Waters las coincidencias son demasiadas, y han intentado impedir el estreno de Obra maestra, amenazando con emprender acciones legales. "No me preocupa, creo que son muy diferentes", insiste Trueba, dando por zanjada la cuesti¨®n.
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