"Yo he sido la ¨²ltima en enterarme"
Que se sepa hasta ahora, Sabor a hiel contiene flagrantes copias de al menos tres autoras: Danielle Steel (?lbum de familia, publicada en Espa?a por Plaza&Jan¨¦s), ?ngeles Mastretta (Mujeres de ojos grandes, en Seix Barral) y Colleen McCullough (seg¨²n revel¨® ayer el diario Canarias 7 reproduce el poema de presentaci¨®n de El p¨¢jaro canta hasta morir, llevado a la televisi¨®n en la serie El p¨¢jaro espino. En Espa?a la novela de McCullough est¨¢ publicada tambi¨¦n por Plaza). El esc¨¢ndalo forz¨® a la editorial, que pag¨® a Quintana ocho millones de pesetas de adelanto, a anunciar la retirada del libro aunque ayer todav¨ªa se pod¨ªa adquirir en las librer¨ªas. El domingo, Quintana rompi¨® su largo mutismo y en un comunicado p¨²blico pidi¨® perd¨®n a sus lectores y se atribuy¨® la "mayor¨ªa de los textos de la novela".Anoche, acept¨® responder por escrito a un cuestionario de este peri¨®dico, tras haber rechazado conceder una entrevista cara a cara.
Pregunta. Un d¨ªa dijo en su programa que mientras otros periodistas sal¨ªan de copas, usted se iba a casa a escribir su novela.
Respuesta. Disc¨²lpame, pero llevo m¨¢s de 1.500 horas de programa en directo y no recuerdo todos los comentarios que he hecho. Si t¨² lo dices ser¨¢ verdad, pero seguro que est¨¢ dicha en un contexto ir¨®nico.
P. ?Sigue consider¨¢ndose novelista?
R. Nunca me he considerado novelista. S¨ª he tenido conciencia de un problema tan duro como los malos tratos y he querido reflejarlo en un libro.
P. ?Escribi¨® usted la novela Sabor a hiel? ?Toda o s¨®lo una parte? ?Cu¨¢nto en total?
R. S¨ª, yo escrib¨ª la novela. Ya he contado que he trabajado con un colaborador que me ayud¨® en distintas fases del desarrollo del libro.
P ?Es cierto que Planeta le contrat¨® la novela sin haber escrito siquiera una l¨ªnea?
R. No, no es cierto. Yo llevaba tres meses trabajando en la novela cuando Planeta se interes¨® por ella.
P ?Cu¨¢ndo y c¨®mo supo que hab¨ªa p¨¢rrafos copiados de otros libros?
R A mediados de septiembre, supe a trav¨¦s de una lectora que hab¨ªa p¨¢rrafos coincidentes con un libro de Danielle Steel. A partir de ese momento, yo he sido la ¨²ltima en enterarme.
P. ?Por qu¨¦ no se lo cont¨® enseguida a la opini¨®n p¨²blica?
R Era tan incre¨ªble que cre¨ª la versi¨®n de mi colaborador, quien me explic¨® que al enviar el manuscrito final (que yo le facilit¨¦), por error, volc¨® un archivo en el que ¨¦l hab¨ªa trabajado en distintos supuestos. Yo confi¨¦ y pens¨¦ que eso pod¨ªa haber pasado, que era cierto. No me cab¨ªa otra posibilidad en la cabeza. As¨ª se lo comuniqu¨¦ a la editorial, que lo entendi¨® igual que yo. Decidimos subsanarlo en una edici¨®n corregida donde se explicaba todo lo ocurrido y que, como sabe, nunca vio la luz.
P. ?En qu¨¦ medida le ayud¨® David Rojo a redactar la novela?
R. No he dado en ning¨²n momento ning¨²n nombre. Tuve un colaborador que me asesor¨® y ayud¨® durante casi un a?o.
P. ?Le pag¨® usted por su ayuda?
R. Nunca hablamos de una relaci¨®n mercantil porque en principio fue una ayuda desinteresada. M¨¢s tarde, cuando finalizamos el trabajo, le pagu¨¦ sin que nunca ¨¦l me lo hubiese solicitado.
P. ?C¨®mo es su relaci¨®n en este momento?
R. Durante todo este tiempo, he hablado con ¨¦l para tratar de averiguar lo que hab¨ªa sucedido. En estos momentos, no s¨¦ nada de ¨¦l.
P. ?Sab¨ªa la editorial Planeta que Rojo particip¨® en la redacci¨®n de la novela?
R Todo el mundo sab¨ªa que alguien colabor¨® conmigo en la novela puesto que se menciona en la p¨¢gina de agradecimientos.
P. ?Cree que la editorial le pag¨® por su trabajo?
R. No. Era una relaci¨®n entre mi colaborador y yo.
P. ?Quiere explicar cu¨¢nto ha cobrado usted por la novela y cu¨¢nto le queda por cobrar?
R. He recibido el adelanto habitual y con un contrato tipo. A¨²n no he cobrado nada, s¨®lo el adelanto. Desconozco la cantidad puesto que la liquidaci¨®n de las editoriales se produce cuando ha concluido el a?o fiscal.
P. Si alguno de sus lectores, "defraudados" le reclamara que le devuelva el dinero, ?lo har¨ªa?
R. Tengo una relaci¨®n de escritora con la editorial y no me encargo ni de la distribuci¨®n ni del cobro de los ejemplares. Con los lectores tengo una obligaci¨®n moral. Por eso, he pedido disculpas p¨²blicamente a trav¨¦s de un comunicado y que reitero en esta oportunidad que me das en tu peri¨®dico.
P. ?Afrontar¨¢ usted las posibles acciones judiciales que se deriven del plagio? ?Cree que Rojo debe responder tambi¨¦n ante la justicia?
R. Suponiendo que llegue ese momento, yo soy la ¨²nica responsable de esta terrible e indeseada situaci¨®n. La novela es m¨ªa, la firmo yo y yo soy la ¨²nica responsable.
P. ?No cree que, al tratar un tema tan delicado como el de las mujeres maltratadas, deber¨ªa haber sido m¨¢s cuidadosa con su texto?
R. Estoy convencida de que es un tema delicado. He tratado intensamente este problema dando mi apoyo siempre que se me ha requerido y siento terriblemente que este asunto deje velado mi aut¨¦ntico objetivo, que era poner otro grano de arena para que las cosas cambien.
P. ?Cree en la novela como acto de creaci¨®n personal?
R. Por supuesto. En mi caso, fundamentalmente, como un acto de denuncia social.
P. ?Qu¨¦ opina de su credibilidad en este momento? ?C¨®mo cree que afectar¨¢ este asunto a su imagen p¨²blica?
R. La credibilidad se gana con mucho esfuerzo y tiempo. En mi caso, 20 a?os de profesi¨®n. Espero que todo el mundo entienda que esto no ha sido un acto de mala fe. Sobre mi imagen p¨²blica, hoy no soy capaz de valorar las consecuencias, pero le aseguro que personalmente s¨ª me est¨¢ afectando mucho.
P. Algunos periodistas no se sienten muy identificados con su manera de representar a la profesi¨®n. ?Piensa dimitir de su cargo directivo en la Asociaci¨®n de la Prensa de Madrid?
R. Mi cargo es electo. Hasta el momento y en medio de la vor¨¢gine, no hab¨ªa pensado en ello, pero usted me ha dado una idea. Pondr¨¦ mi cargo a disposici¨®n de mis compa?eros, aunque ellos no me lo han pedido. Si bien, para este cargo he sido elegida como periodista y no como escritora.
P. ?Piensa dejar su programa de televisi¨®n?
R. Nunca he pensado en dejar mi programa. La continuidad o no de mi trabajo en televisi¨®n la decide un jurado supremo, que es la audiencia, y mi empresa, que me est¨¢ apoyando incondicionalmente.
P. ?Piensa escribir otra novela?
R. Creo que tengo la herida todav¨ªa abierta, pero no lo descarto. Un buen argumento ser¨ªa todo lo que me est¨¢ pasando en este momento.
P. ?Quiere a?adir algo m¨¢s? ?Se ha sentido v¨ªctima de una campa?a p¨²blica?
R. La respuesta no la tengo yo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.