Del ultra¨ªsmo a la astracanada
El an¨¢lisis de la vida y la obra de Luis Bu?uel es tambi¨¦n el repaso de algunos momentos claves en la historia de la Espa?a del siglo XX. Desde su paso por la Residencia de Estudiantes de Madrid a su exilio en M¨¦xico y sus posteriores visitas a Espa?a, el realizador aragon¨¦s es un referente ineludible de la cultura, por lo que los enfoques para acercarse a su obra y su vida son m¨²ltiples. A prop¨®sito del centenario de su nacimiento, la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP) inici¨® ayer un encuentro, dirigido por el cr¨ªtico y estudioso Augusto Mar¨ªa Torres, con el t¨ªtulo de Miradas sobre Bu?uel.Miradas que se detienen en aspectos variopintos como los que ayer propusieron los dos primeros participantes del curso, el director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa y ex director del IVAM, Juan Manuel Bonet, y el escritor ilicitano y tambi¨¦n realizador Vicente Molina Foix.
Bonet fue encargado de abrir el encuentro con una conferencia en la que repas¨® los primeros contactos de Bu?uel con los poetas y artistas del ultra¨ªsmo reunidos en Madrid en 1919. Autor del Diccionario de las vanguardias en Espa?a, Bonet resalt¨® la importante combinaci¨®n espa?ola entre "Oxford y Cambridge" que supuso la Residencia de Estudiantes, por la que pas¨® "lo mejor de Europa en la ¨¦poca, en referencia a personalidades como Louis Aragon o Marinetti, entre otros. Y en ese caldo de cultivo pronto destac¨® el humor "protodad¨¢ y protosurrealista" de Bu?uel y Dal¨ª.
Tras salir de las "casi medievales Calanda y Zaragoza", el realizador aragon¨¦s se introdujo en las tertulias madrile?as e incluso escribi¨® en publicaciones del ef¨ªmero movimiento vanguardista que tom¨® el acueducto de Madrid como emblema y al que pertenecieron en un momento u otro Juan Larrea, Rafael Barradas, Rafael Cansinos-Assens, Guillermo de Torre, Pedro Garf¨ªas, Eugenio Montes, Rosa Chacel, Gerardo Diego y Jorge Luis Borges, entre otros.
Acud¨ªa a diversas tertulias, incluida la del Gran Caf¨¦ Social de Oriente, situada entonces en lo que era uno de los arrabales de la ciudad, frente a la estaci¨®n de Atocha. El realizador gustaba de aquellos ambientes, a diferencia de Lorca que prefer¨ªa caf¨¦s m¨¢s "chics" frecuentados por Pedro Salinas o Jorge Guill¨¦n. Pero la tertulia m¨¢s influyente del momento era la comandaba Ramon G¨®mez de la Serna que miraba a los ultra¨ªstas como "bichos raros", apunt¨® Bonet.
El director del Reina Sof¨ªa repas¨® algunos de los escritos de Bu?uel de la ¨¦poca y subray¨® que la mejor fuente de informaci¨®n sobre este periodo es el libro de Max Aub que recoge conversaciones con el director y con sus familiares. En este sentido, se?al¨® que la obra Mi ¨²ltimo suspiro de Bu?uel adolece de ser unas "memorias dictadas".
Vicente Molina Foix, por su parte, en su intervenci¨®n titulada Bu?uel en astrac¨¢n record¨® la importancia de las astracanadas en la formaci¨®n del, seg¨²n bromeaba el guionista Julio Alejandro, sentido del humor "baturro"del realizador, y el gusto de ¨¦ste por autores devaluados como Mu?oz Seca o por los ripios de Don Juan Tenorio, que represent¨® siendo joven. Cit¨® el "elemento humano astracanado" de una pel¨ªcula como Sim¨®n del desierto y record¨® c¨®mo perdur¨® ese esp¨ªritu en Espa?a, mientras Bu?uel estaba exiliado, gracias a Juan Benet o Pep¨ªn Bello, entre otros, que idearon obras como El burlador de Calanda, como homenaje a Bu?uel, en la que se mezclaba a Ricardo Wagner con los tambores de la localidad natal del realizador.
Ese tipo de humorismo fue "esencial" en la formaci¨®n de Luis Bu?uel y estuvo vivo a lo largo de toda su vida, incluso de manera m¨¢s acusada que el surrealismo, aunque en ocasiones se tiende a olvidar la influencia de este "esp¨ªritu" arraigado tambi¨¦n en otros creadores espa?oles. Molina Foix proyect¨® un v¨ªdeo durante su intervenci¨®n con el fin de ilustrar su discurso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.