IX Congreso de la FSM-PSOE: una cita para la esperanza
Para que el IX Congreso de la FSM-PSOE cumpla adecuadamente con sus fines debemos elaborar un proyecto y una estrategia conveniente para nuestro trabajo pol¨ªtico, elegir un equipo dirigente con las personas id¨®neas y m¨¢s representativas de entre nuestros compa?eros para llevar a t¨¦rmino la estrategia y el programa aprobados, y tambi¨¦n debemos tratar de establecer un clima que cierre una larga d¨¦cada de conflicto interno que nos ha impedido cumplir con el prop¨®sito de representaci¨®n social que nos corresponde.As¨ª es, los ¨²ltimos a?os no han respondido a estas necesidades porque el grupo dirigente del partido estableci¨® una din¨¢mica tendente a demonizar primero y excluir despu¨¦s a una parte de la organizaci¨®n que manifestaba discrepancias razonables en el planteamiento de la acci¨®n pol¨ªtica cotidiana.
De esta forma, el congreso que eligi¨® al anterior secretario general no sirvi¨® para planificar el futuro, sino m¨¢s bien para hacer cuentas con el pasado -como se demostr¨® sobradamente- entrando en un proceso tan poco afortunado como la celebraci¨®n apresurada de primarias o la inestabilidad interna que ¨¦stas provocaron en la estructura organizativa.
EL VIII Congreso de la FSM-PSOE supuso un paso m¨¢s en esa din¨¢mica: ganar a cualquier precio haciendo perder a la mitad de la organizaci¨®n. Despu¨¦s vendr¨ªan torpezas pol¨ªticas que a¨²n arrastramos en las instituciones por el mero hecho de insistir en la confrontaci¨®n.
El congreso federal de julio de este a?o puso fin a este modelo autodestructivo. Ha sido un congreso de ruptura con los procedimientos, las estrategias, los h¨¢bitos, con el d¨ªa a d¨ªa de un PSOE que perdi¨® su capacidad para ejercer el liderazgo social y que ha desorientado no s¨®lo a los militantes, sino al electorado que deb¨ªamos representar mediante piruetas pol¨ªticas impropias de una alternativa seria de Gobierno.
El 35? congreso abre una puerta al cambio y a la esperanza, para que el PSOE se impregne de futuro, adquiera la fuerza necesaria para ser una herramienta de cambio social que represente adecuadamente a la mayor¨ªa, para ser un lugar de encuentro de todos los militantes y de todos los simpatizantes.
Y queremos, y para ello estamos trabajando decididamente un amplio colectivo madrile?o, que el congreso federal tenga su reflejo en Madrid. Que aqu¨ª tambi¨¦n las cosas cambien, que haciendo lectura cr¨ªtica de nuestro pasado enfoquemos con acierto nuestro futuro y las responsabilidades que nos obligan, sin volver la espalda a la realidad o manipulando la pol¨ªtica para que ¨¦sta coincida con nuestros intereses. Debemos afrontar nuestro trabajo con la sociedad con el compromiso de aportar alternativas, respuestas o soluciones a los problemas que de verdad afectan a los ciudadanos. Para eso ha de servir el partido como instrumento pol¨ªtico; para eso queremos darle fuerza y capacidad de acci¨®n.
El IX congreso debe responder a varios objetivos para que podamos considerar que hemos hecho correctamente nuestro trabajo.
En primer lugar, la FSM-PSOE debe encontrar el espacio que le corresponde en el conjunto del partido, ceder la actitud subsidiaria hasta ahora mantenida y recobrar el protagonismo influyente en la toma de decisiones y en la organizaci¨®n de la actividad pol¨ªtica del PSOE. La FSM-PSOE tiene que tener voz propia y aportarla en la tarea que tenemos por delante como le corresponde a una Federaci¨®n Socialista tan llena de historia como la nuestra.
En segundo lugar, necesitamos revitalizar nuestra organizaci¨®n, impulsarla, facilitar mecanismos que la hagan presente en la sociedad de forma activa. En ning¨²n caso debi¨¦ramos aceptar el hecho poco discutible de nuestro actual aislamiento social, fortaleciendo, en consecuencia, nuestra presencia p¨²blica, participando con los ciudadanos en sus inquietudes pol¨ªticas ofreciendo con dinamismo la voz de los socialistas como un medio para hacer los cambios que nuestra regi¨®n y nuestros municipios necesitan.
Debemos, tambi¨¦n, fijar como objetivo el gobierno de las instituciones, pues es desde ellas desde donde el PSOE puede dar cumplimiento a su programa. Los ciudadanos de Madrid rezuman hast¨ªo por un alcalde y un gobierno municipal que han empeorado, a?o tras a?o, nuestra calidad de vida, favoreciendo intereses espurios y reduciendo las expectativas de los millones de madrile?os que desean que la instituci¨®n municipal gobierne pensando en el inter¨¦s com¨²n.
De igual modo, el proyecto pol¨ªtico conservador del PP en la comunidad aut¨®noma se encuentra agotado. Ruiz-Gallard¨®n no puede seguir ocultando o mal disimulando sus aspiraciones a cualquier otro cargo p¨²blico nacional, al mismo tiempo que el Gobierno regional deja de atender los intereses de los madrile?os. Y eso cuando no est¨¢ en sus habituales trifulcas con el alcalde. Pues bien, los socialistas queremos ser el eje sobre el que se organice la gran alternativa social a la derecha, aportando nuestro programa pol¨ªtico, nuestro liderazgo social, nuestros equipos.
Para ello necesitamos un partido fuerte, estructurado adecuadamente, representativo de los sectores sociales que demandan una alternativa por la izquierda. Un partido comprometido con el progreso en su acci¨®n, con los sectores m¨¢s desfavorecidos; ¨¢gil y audaz en la defensa de sus intereses, eficaz en el cumplimiento de sus tareas.
Y para ello hay que acabar con los discursos vac¨ªos, plet¨®ricos de ret¨®rica. Hay que acabar con el simplismo pol¨ªtico que plantea la resoluci¨®n de los problemas sobre la base de la estigmatizaci¨®n del lenguaje o la exorcizaci¨®n de algunas palabras. No es razonable pensar en introducir un conflicto generacional en el interior de la FSM-PSOE porque es una falsedad pol¨ªtica, estad¨ªstica y moral. No se puede hacer pol¨ªtica azuzando a unos contra otros por el hecho de tener una u otra edad, porque no existe tal conflicto.
No se pueden organizar bander¨ªas o caciquismos locales que adem¨¢s abusan del discurso de lo nuevo, lo abierto o lo plural sin sonrojarse. Hay que tener una gran lealtad en el partido y hacer propuestas sinceras favoreciendo un clima de di¨¢logo y de complicidad para hacernos cada vez m¨¢s fuertes y derrotar a la derecha.
Quienes defienden esos discursos vac¨ªos descubren su propia inanidad, su torpeza, su inter¨¦s enmascarado por la exclusi¨®n y el falso debate. El oportunismo es un mal end¨¦mico y latente que aparece espont¨¢neamente en ¨¦poca congresual.
Frente a estas actitudes, un colectivo en el que orgullosamente me integro, se compromete en hacer avanzar el socialismo haciendo crecer el partido. Favoreciendo el di¨¢logo y la integracion, respetando la pluralidad y haciendo una Comisi¨®n Ejecutiva de ampl¨ªsima base militante, que cuente con la confianza de todos y de todas, en la que podamos mirarnos y en la que busquemos las iniciativas de nuestro trabajo. Una Comisi¨®n Ejecutiva que surja de la pol¨ªtica, no de las im¨¢genes medi¨¢ticas o de las palabras huecas; una direcci¨®n pol¨ªtica para poner en movimiento la maquinaria de nuestra Federaci¨®n, para que nos lleve a nuevos ¨¦xitos electorales y a consolidar nuestra legitimidad social como partido.
Jos¨¦ Acosta fue presidente de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a y ahora es diputado.
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