Cr¨®nica de un suicidio anunciado
No le dieron ninguna oportunidad. La historia de Isabel Jim¨¦nez Fajardo es una historia desdichada y, como tal, tiene un final tr¨¢gico. Muri¨® ahorcada en la prisi¨®n de Brians el pasado verano, pero la familia asegura que no fue una muerte inevitable, sino la consecuencia de varias decisiones en cadena. Decisiones at¨ªpicas que tomaron el juez que la conden¨®, los responsables de la prisi¨®n a la que fue a parar y los m¨¦dicos que la atendieron. Decisiones que condujeron a la presa, de 32 a?os, a un callej¨®n de desesperaci¨®n del que s¨®lo supo salir colg¨¢ndose de una s¨¢bana en la celda de aislamiento en la que se hallaba.Juan Carlos Llavona, el titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 2 de Barcelona, que la conden¨® a un a?o de prisi¨®n por un trapicheo de tr¨¢fico de drogas, no le concedi¨® la remisi¨®n condicional de la pena -como suele ser habitual en los casos en que no hay antecedentes penales de importancia- y su sustituci¨®n por un programa de desintoxicaci¨®n para tratar su adicci¨®n a la droga. Ya en la c¨¢rcel, Isabel Jim¨¦nez tampoco disfrut¨® de medidas muy habituales en casos como el suyo y no fue internada en la unidad para drogodependientes que funciona en las prisiones catalanas, sino en una celda com¨²n. Adem¨¢s, desde que entr¨® voluntariamente a cumplir ese a?o de prisi¨®n, el d¨ªa 1 de marzo, no disfrut¨® de un solo permiso. Y finalmente, pese a sus depresiones e intentos anteriores de suicidio, se la mantuvo varios d¨ªas en una celda de aislamiento. Hasta que no pudo m¨¢s y acab¨® con su vida.
El suicidio se produjo de madrugada el pasado 5 de julio en el m¨®dulo de mujeres de la prisi¨®n de Brians, en Sant Esteve Sesrovires. Justo dos d¨ªas antes de la muerte, Isabel Jim¨¦nez fue visitada por la psiquiatra del centro, quien despu¨¦s de examinarla emiti¨® un informe que conclu¨ªa: "No creo que deba seguir en aislamiento. Bajadle sus cosas para que siga vida normal en la enfermer¨ªa". Pero nadie atendi¨® la recomendaci¨®n. El m¨¦dico de la prisi¨®n la visit¨® al d¨ªa siguiente y mantuvo el aislamiento. "Yo no se lo he puesto", puntualiza tambi¨¦n la psiquiatra en su informe. "En prisi¨®n nada es voluntario. Y menos la muerte", asegura la hermana, Manuela Jim¨¦nez. La asociaci¨®n de Santa Coloma de Gramenet Aupa'm, en la que colaboran voluntarios de pris¨ªones, se ha volcado en ayuda de la familia.
Un portavoz de la Direcci¨®n General de Servicios Penitenciarios del Departamento de Justicia de la Generalitat neg¨® que el suicidio se produjera en la celda de aislamiento -un detalle sobre el que no existe duda- y agreg¨® que la mujer no estaba deprimida cuando se suicid¨®, algo que tambi¨¦n est¨¢ probado. Seg¨²n la Administraci¨®n auton¨®mica, los m¨¦dicos de la c¨¢rcel actuaron correctamente, y si no se le dieron permisos a la presa fue por su historial penitenciario.
Carpetazo judicial a la investigaci¨®n
El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de Martorell (Barcelona) abri¨® diligencias el mismo d¨ªa del suicidio, pero el 20 de septiembre acord¨® el archivo al entender que la actuaci¨®n de los m¨¦dicos de la prisi¨®n fue correcta. La familia, sin embargo, no quiere que las cosas queden as¨ª y ha acudido a una abogada muy bregada en temas penitenciarios para intentar reabrir el caso.La abogada opina que debe investigarse si los m¨¦dicos actuaron de manera negligente y, en este sentido, considera sintom¨¢tico que se haya archivado el caso sin tomar declaraci¨®n a la psiquiatra. Tambi¨¦n recalca que los argumentos del juez coinciden plenamente con los del m¨¦dico que atendi¨® a la reclusa, quien s¨ª declar¨® y asegur¨® que la mujer estaba m¨¢s segura en la celda de aislamiento que en las comunes.
"La realidad es que el suicidio tuvo lugar pese a haberse adoptado todas las medidas posibles, incluso su aislamiento, debi¨¦ndose tener en cuenta que la posibilidad del suicidio resultaba mayor de haberse dejado a la interna en su celda en el m¨®dulo de comunes, cosa que no se hizo", afirma el juez.
En su informe, la psiquiatra relata que la reclusa le hab¨ªa explicado que no ten¨ªa buena relaci¨®n con el m¨¦dico, que no la dejaban ducharse ni beber agua de botella. Y a?ad¨ªa: " amenaza con autolesionarse o quitarse la vida". Tras la muerte, dos compa?eras de celda enviaron al juez unos escritos en los que denunciaban la posible negligencia de los funcionarios del centro y relataban que el m¨¦dico acord¨® el aislamiento porque continuamente le estaba requiriendo para que la atendiera. La familia tambi¨¦n censura que la Generalitat no le concediera ning¨²n permiso y recuerda que la mujer acudi¨® voluntariamente a la c¨¢rcel para cumplir la pena.
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