El cardenal intelectual prefiere no ser Papa

Jesuita ecum¨¦nico; arzobispo de Mil¨¢n (la di¨®cesis m¨¢s grande de Europa) y cardenal desde hace 20 a?os; doctor en Teolog¨ªa y especialista en paleograf¨ªa de las Sagradas Escrituras; candidato a Papa (aunque ayer dijo que espera que el Esp¨ªritu Santo no le elija a ¨¦l: "S¨®lo quiero volver a Jerusal¨¦n a estudiar y a rezar cerca del Santo Sepulcro"), y ahora tambi¨¦n premio Pr¨ªncipe de Asturias de Ciencias Sociales, Carlo Maria Martini (Tur¨ªn, 1927) es el primer jerarca eclesi¨¢stico galardonado aqu¨ª en 20 a?os.Un jurado que presidi¨® Manuel Fraga decidi¨® premiar su "gran prestigio cultural" y su labor de fomento del di¨¢logo: entre ateos y creyentes y entre fieles de las distintas religiones. Ayer, Martini se encontr¨® entre sonrisas en la sala de prensa con Umberto Eco, con quien public¨® el libro de di¨¢logos ?En qu¨¦ creen los que no creen? Luego respondi¨® a todas las preguntas que se le hicieron, utiliz¨® la iron¨ªa con enorme soltura y confirm¨® su fama de hombre tolerante y erudito, aunque tampoco se moj¨® gran cosa.

Martini eludi¨® hablar del creciente poder del Opus Dei en el Vaticano: "Conozco poco el Vaticano". Cit¨® a la Madre Teresa para defender la convivencia de las distintas fes: "Amo todas las religiones, pero estoy enamorado de la m¨ªa". Dio un peque?o curso sobre las virtudes del Esp¨ªritu Santo cuando se trata de nombrar papas: "Es creativo, ingenioso, inventivo, y siempre suministra novedades". Neg¨® que su vieja tarea de acercamiento a los ateos y a los agn¨®sticos sea una forma de proselitismo sutil y sibilino: "No intento convertir a nadie, sino dar luz a las preguntas profundas". Y se puso l¨ªrico al hablar de la duda: "Todos los creyentes llevamos dentro a un no creyente. La voz del creyente suena m¨¢s fuerte, pero no deja de hacer dudar a nuestro yo no creyente. Igual que los no creyentes oyen la voz que les dice 'tienes que creer'. Como dijo Norberto Bobbio, que era no creyente, 'la diferencia no es creer o no creer, sino pensar o no pensar".

Martini estuvo algo menos convincente en las dos ¨²ltimas preguntas. A la primera, sobre los l¨ªmites de la ciencia, respondi¨® que la Iglesia no pone l¨ªmites a su desarrollo, pero que, de hecho, existen algunos l¨ªmites: "Los que imponen la t¨¦cnica y el primado de Cristo, que defiende la dignidad humana". Y sobre el posible grado de responsabilidad de la doctrina papal antipreservativos en la extensi¨®n imparable del sida en ?frica, Martini dijo: "S¨¦ por los misioneros de Mil¨¢n que es una situaci¨®n dram¨¢tica. La postura del Papa siempre trata de defender la dignidad de la persona. Y no creo que vaya a haber cambios inminentes".

Luego, el cardenal cerr¨® su aparici¨®n estelar con un pron¨®stico de alta pol¨ªtica: "Cuando haya paz en Jerusal¨¦n, habr¨¢ paz en todo el mundo". As¨ª sea.