La nueva f¨®rmula de la FIAC obliga a los galeristas a exponer s¨®lo un artista

Pocas ventas

Los organizadores de la 27? edici¨®n de la Feria Internacional de Arte Contempor¨¢neo (FIAC), que se celebra en Par¨ªs, en el pabell¨®n de la Puerta de Versalles, hasta el 30 de octubre, han impuesto a los galeristas exponer a un solo artista. La gran reuni¨®n anual de arte en Par¨ªs se ha abierto con una sulfurosa pol¨¦mica. Muchos de los expositores temen un fracaso comercial. Otros, al contrario, estiman que con esta restricci¨®n se devuelve al arte su verdadera nobleza.Veronique Jaeger, comisario general de la muestra, ha decidido este a?o imponer a los 196 galeristas organizar ¨²nicamente exposiciones personalizadas. "Queremos marcar una diferencia en la forma de acercarnos a la exposici¨®n. Volver a valores aut¨¦nticos", dice. "Me parece horrible o¨ªr hablar de producto en lugar de pintura".

Desde hace algunos a?os, con un prestigio algo deca¨ªdo, los organizadores de la FIAC buscan renovarla d¨¢ndole un nuevo impulso, y su objetivo principal reside en la promoci¨®n del arte integr¨¢ndolo en una estructura profesional cada vez m¨¢s atractiva. Yvon Lambert, presidente del comit¨¦ de selecci¨®n, justifica la medida de una elecci¨®n monogr¨¢fica porque "valoriza las galer¨ªas capaces de defender a un artista y no a aquellas que se contentan con hacer rodar sus stoks".

Uno de los argumentos positivos e interesantes de esta medida es que el 85% de los artistas expuestos est¨¢ vivo, y con ello abre la posibilidad de mostrar obras raras y jam¨¢s vistas. Sus detractores, sin embargo, reprochan que una feria no tiene por qu¨¦ hacer el trabajo de los galeristas".

Una cincuentena de artistas han concebido especialmente su instalaci¨®n para el acontecimiento. Otros han inventado una argucia para sortear el reglamento optando por cambiar de artista expuesto cada dos o tres d¨ªas. Aunque todo el mundo da la impresi¨®n de criticar la gesti¨®n de la muestra, en una ¨¦poca en la que todo parece tener un precio por encima de la realidad, los marchantes, a la hora de la verdad, se acomodan a la coyuntura y luchan como demonios contra la concurrencia (500 candidatos para un tercio finalmente seleccionado) por obtener la atribuci¨®n de una caseta. Nadie sabe si la nueva f¨®rmula ganar¨¢ partidarios o si resultar¨¢ un fiasco total.

A la FIAC acuden muchos visitantes, pero pocos compran. En 1999 recibi¨® 80.000, y sigue siendo una de las m¨¢s concurridas del mundo. No obstante, pese a su menor afluencia, en la reuni¨®n de Basilea los negocios van mejor. El nivel m¨¢ximo de una adquisici¨®n en la FIAC el a?o pasado fue de 2,5 millones de pesetas.