El Defensor del Pueblo solicita la construcci¨®n de un nuevo centro de detenci¨®n de inmigrantes

El centro de internamiento de extranjeros del barrio de Moratalaz, donde se recluye con permiso judicial a los inmigrantes pendientes de expulsi¨®n del pa¨ªs por haber participado en actividades ilegales, vuelve a ser objeto de cr¨ªticas. A las frecuentes denuncias de las asociaciones de inmigrantes y los sindicatos policiales sobre las deficiencias de este s¨®tano, se suma ahora el Defensor del Pueblo. Esta instituci¨®n reclama su clausura al Ministerio de Interior y es partidario de que se construya un nuevo centro "como ¨²nica soluci¨®n v¨¢lida" a las carencias del actual. Interior estudia dedicar a ese fin el antiguo Hospital Penitenciario de Carabanchel, pero carece todav¨ªa de un plan concreto.

El Defensor del Pueblo recuerda en su ¨²ltima Memoria -la correspondiente a las quejas e iniciativas tomadas en 1999- que el centro, construido en 1988 en los s¨®tanos de unas dependencias policiales, ha sufrido varios incendios "que ponen de manifiesto el peligro en que se encuentran tanto los internos como los agentes de polic¨ªa que los custodian". En la actualidad en estas dependencias con capacidad para 60 personas est¨¢n recluidas 41, seg¨²n informaron fuentes policiales el pasado viernes.Tras una visita al recinto, la instituci¨®n del Defensor del Pueblo reconoce que la Delegaci¨®n del Gobierno de Madrid ha renovado la instalaci¨®n el¨¦ctrica, los sanitarios y las alarmas contra incendios y ha sustituido el techo de escayola por otro de estructura met¨¢lica. Pero la instituci¨®n que actualmente encabeza Enrique M¨²gica considera que las reformas "son insuficientes" y concluye que "la ¨²nica soluci¨®n v¨¢lida es la construcci¨®n de un nuevo centro".

El antiguo Hospital Penitenciario de Carabanchel es el espacio previsto por Interior para albergar en el futuro el centro de internamiento de extranjeros, adem¨¢s de instalar all¨ª tambi¨¦n la comisar¨ªa del distrito de Latina y la Brigada de Documentaci¨®n y Extranjer¨ªa. Pero, seg¨²n fuentes de la Delegaci¨®n del Gobierno, "se est¨¢ trabajando en el proyecto, pero por ahora no hay nada concreto".

Con la actual Ley de Extranjer¨ªa, en vigor desde el pasado febrero, el internamiento previo a la expulsi¨®n del pa¨ªs se reserva s¨®lo a los extranjeros (tengan o no permiso de residencia) que hayan participado en actividades ilegales, contrarias al orden p¨²blico o a la seguridad exterior del Estado, o que hayan promovido, favorecido o facilitado la inmigraci¨®n clandestina con ¨¢nimo de lucro.

La actual normativa castiga la falta de permiso de residencia con una multa, pero no con la expulsi¨®n. Es la polic¨ªa quien solicita el internamiento (que no puede durar m¨¢s de 40 d¨ªas) al juez y ¨¦ste quien decide si procede adoptar o no esa medida.

En los ¨²ltimos a?os, el centro de Moratalaz ha sufrido varios incendios provocados por los internos y al Defensor del Pueblo tambi¨¦n le han llegado quejas de malos tratos policiales. En septiembre de 1999, 17 inmigrantes recluidos en este recinto se declararon en huelga de hambre para reclamar una agilizaci¨®n de los tr¨¢mites legales de expulsi¨®n sin estar obligados a permanecer tantos d¨ªas encerrados. M¨¢s recientemente -hace dos semanas-, cuatro internos se fugaron del recinto tras burlar la vigilancia.

Las denuncias sobre las carerencias de este centro vienen de lejos. En 1995 varios diputados regionales de IU, PSOE y PP que visitaron estas dependencias las calificaron de lugar "deplorable", "demencial" y "sin condiciones m¨ªnimas", ya que se trata de un espacio sin luz natural, con deficiente aireaci¨®n y falta de espacio. Tambi¨¦n el Sindicato Unificado de Polic¨ªa (SUP) ha criticado a menudo las condiciones de este servicio, lo que provoca tensi¨®n y hostilidad en los internos.

Asimismo, el Colegio de Abogados de Madrid elabor¨® en 1999 un informe donde se destacaban las deficiencias de varios centros de internamiento espa?oles, entre ellos el de Madrid. Denunciaban la carencia de asistentes sociales, la precaria asistencia sanitaria y el "escaso" r¨¦gimen de visitas.

Estos centros nacieron para evitar que los extranjeros pendientes de expulsi¨®n del pa¨ªs fueran sometidos al r¨¦gimen carcelario. Pero los letrados del colegio madrile?o critican que, al final, estos recintos son menos garantes de los derechos constitucionales del extranjero porque el auto de internamiento en ellos -que dicta un juez a petici¨®n de la polic¨ªa- "se reduce a un tr¨¢mite burocr¨¢tico, lo que es algo impensable en un auto de ingreso en prisi¨®n".