Converg¨¨ncia Democr¨¢tica se muestra preocupada ante el conflicto de la abad¨ªa de Montserrat

Preocupaci¨®n, pero prudencia. As¨ª acogi¨® ayer la ejecutiva de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica la situaci¨®n creada al conocerse la dimisi¨®n traum¨¢tica de los dos ¨²ltimos abades de Montserrat , Cassi¨¤ Just y Sebasti¨¤ Bardolet, de la que el pasado domingo inform¨® EL PA?S. S¨®lo Joan Vallv¨¦, ex consejero de Agricultura, tom¨® la palabra para pedir que el partido se solidarice con los monjes benedictinos de Montserrat, por todo lo que representa el monasterio para Catalu?a.La propuesta de Vallv¨¦ no encontr¨® eco en otras intervenciones de dirigentes nacionalistas, a muchos de los cuales, sin embargo, preocupa que la abad¨ªa, uno de los referentes del catalanismo viva una situaci¨®n de crisis. El presidente de la Generalitat y de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica, Jordi Pujol, ya expres¨® su preocupaci¨®n al conocer el conflicto de la abad¨ªa hace unas semanas. La dimisi¨®n de los dos ¨²ltimos abades fue inducida y fruto de una controversia generada por las acusaciones internas de autoritarismo y por la sexualidad en la abad¨ªa benedictina.

Mientras en el terreno pol¨ªtico se produc¨ªan estas reacciones, en el ¨¢mbito eclesial destacaron las declaraciones del arzobispo de Tarragona, Llu¨ªs Mart¨ªnez Sistach a TV-3, el canal auton¨®mico catal¨¢n.

El prelado, preguntado por lo sucedido en Montserrat, se limiti¨® a repetir un p¨¢rrafo completo del comunicado de la abad¨ªa, aunque a?adi¨® algo de cosecha propia: "Lo lamento much¨ªsimo y me causa mucha tristeza la informaci¨®n porque habla de aspectos de la vida interna de la comunidad de Montserrat".

"Es una de las instituciones m¨¢s prestigiosas y emblem¨¢ticas de Catalu?a y no se merece este tratamiento, porque no podemos olvidar todo lo que Montserrat ha hecho al servicio de la vida religiosa del pa¨ªs, de la lengua y de la cultura catalanas y el servicio que ha prestado en los momentos m¨¢s recientes de la vida del pa¨ªs, en que no estaban reconocidos los derechos de la persona". "La abad¨ªa ha ayudado mucho a configurar la identidad nacional de Catalu?a y toda persona e instituci¨®n tiene el derecho a una buena fama", agreg¨®.

La locuacidad del arzobispo de Tarragona contrasta con el silencio del cardenal arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, quien el pasado domingo declin¨® presidir una misa en la abad¨ªa y no envi¨® a ella a ninguno de sus obispos auxiliares.