El Deportivo se divierte y destroza al Las Palmas
Espectacular actuaci¨®n de Djalminha y Diego Trist¨¢n ante un rival al que s¨®lo le falt¨® aplaudir
Djalminha le ense?¨® al Las Palmas en pleno a jugar al f¨²tbol y Diego Trist¨¢n se convirti¨® en su c¨®mplice. O sea, que hubo noticia en Riazor: el Deportivo es capaz de divertirse. Hasta el hartazgo incluso. Djalminha le hizo un monumento al buen gusto, Diego Trist¨¢n se sacudi¨® todos sus fantasmas y Riazor se lo pas¨® bomba. A todo ello ayud¨®, sin duda, el hecho de que el Las Palmas se empe?ara con entusiasmo en aquello de la contemplaci¨®n. Vivi¨® el Deportivo el d¨ªa m¨¢s pl¨¢cido que sus seguidores recuerdan e hizo a?icos a un rival min¨²sculo, que ven¨ªa con el cr¨¦dito que le daban tres victorias consecutivas y que cruji¨® en cuanto Djalminha movi¨® la cintura.Dos minutos y medio se llevaban de encuentro y el Deportivo ya hab¨ªa sacado seis saques de esquina, en lo que result¨® un arranque fren¨¦tico. Vistas as¨ª las cosas, los de Irureta decidieron quedarse a vivir en el ¨¢rea rival y dejar que Mauro Silva detuviera cualquier cosa que tuviera pinta de contragolpe canario. Durante muchos minutos se vio al Las Palmas tocar y tocar en la zona de tres cuartos; durante muchos minutos se vio a Mauro Silva robar y robar en la misma zona.
DEPORTIVO 4 LAS PALMAS 0
Deportivo: Molina; M. Pablo, Donato, Naybet, Capdevila; M. Silva, Sampaio; V¨ªctor, Djalminha (Valer¨®n, m. 85), Turu (Makaay, m. 74); y Diego Trist¨¢n (Pandiani, m. 70).Las Palmas: Nacho Gonz¨¢lez; Baiano, ?lvaro, Ol¨ªas, Paqui, ?ngel (Toddi, m. 67); Jorge (Edu Alonso, m. 46), Samways, Jarni; Guayre y Oulare (Orlando, m. 60). Goles: 1-0. M. 32. Djalminha cede el bal¨®n cede a Diego Trist¨¢n, que regatea a un defensor y lanza un duro disparo que se cuela por la escuadra de la porter¨ªa. 2-0. M. 47. Taconazo de Djalminha hacia Manuel Pablo, que centra desde la derecha y Diego Trist¨¢n aprovecha el despeje defectuoso de un defensa. 3-0. M. 59. Djalminha lanza al hueco a Manuel Pablo, que env¨ªa atr¨¢s desde la l¨ªnea de fondo para que Diego Trist¨¢n empuje. 4-0. M. 78. Combinaci¨®n entre V¨ªctor y Pandiani por la izquierda y el centro de aqu¨¦l lo empuja Makaay. ?rbitro: Ansuategui. Amonest¨® a Jarni. Unos 25.000 espectadores en Riazor.
Sorprendentemente, el cojunto canario permiti¨® que Djalminha recibiera, levantara la cabeza, mirara aqu¨ª y all¨¢. Y que pensara. Encantado de haberse conocido, el brasile?o se encontr¨® en el para¨ªso, de donde no sali¨® hasta que fue sustituido. Un pase inveros¨ªmil ahora, un regate imposible despu¨¦s y, de regalo, el taconazo de la Liga, origen del segundo gol. Hasta Irureta se relam¨ªa con tanta fantas¨ªa, mientras su colega Kresic intentaba encontrar alg¨²n ant¨ªdoto para acabar con el embobamiento de su equipo.
Del f¨²tbol de Djalminha sac¨® provecho como nadie Diego Trist¨¢n. Es ¨¦ste un futbolista fr¨ªo, ap¨¢tico a ratos, cuyos argumentos andan lejos de asemejarse a los de un delantero de choque. Se hab¨ªa acostumbrado Trist¨¢n a malvivir como referencia atacante del encorsetado f¨²tbol del Deportivo. S¨®lo hab¨ªa marcado un gol -ante el Bar?a- y ayer hizo tres. El primero, sensacional. Al borde del ¨¢rea, e incrustado entre dos defensas, recibi¨® el pase de Djalminha y se hizo presente como los grandes. Se perfil¨® hacia la derecha y solt¨® el zapatazo, que fue a parar al ¨²nico sitio al que Nacho Gonz¨¢lez, el meta canario, no pod¨ªa llegar ni en la mejor de sus estiradas.
El Deportivo le hab¨ªa echado paciencia al asunto y ya ten¨ªa el premio en el bolsillo. Era de suponer que bajar¨ªa entonces el ritmo, que no es Irureta un tipo al que le vaya el riesgo. Pero a Djalminha s¨ª. Le lleg¨® el bal¨®n y se sac¨® de la manga un pase espectacular, r¨¢pido y al hueco, 20 metros m¨¢s all¨¢, que hubiera sido uno de tantos como suele inventarse cuando le dejan -o le ponen- de no ser porque lo ejecut¨® con el tac¨®n. Diego Trist¨¢n le puso el broche al pase de Manuel Pablo y acab¨® con un duelo que jam¨¢s tuvo categor¨ªa de tal.
Todo lo que lleg¨® despu¨¦s fue a beneficio de inventario, para el jolgorio popular. Djalminha sigui¨® a lo suyo y Diego Trist¨¢n hizo el tercero, antes de que Irureta le mandara al banquillo para que engordara a¨²n m¨¢s su autoestima con la ovaci¨®n de un p¨²blico que ayer supo por qu¨¦ el Deportivo pag¨® lo que pag¨® por ¨¦l. Incluso hubo tiempo para que entre el alborozo general apareciera en escena Makaay, que regres¨® varios meses despu¨¦s de sufrir una grav¨ªsima lesi¨®n. Y que marc¨® su golito. Y que puso al p¨²blico a hacerle reverencias. La locura se adue?¨® entonces de Riazor, mientras el rival, el sospechoso rival al que por lo visto nada le iba en el envite, dejaba pasar el tiempo. Un rival, el Las Palmas, al que s¨®lo le falt¨® aplaudir.
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