Salarios diferidos para la jubilaci¨®n

Los planes de pensiones colectivos se abren camino con enorme lentitud. En los diez a?os de aplicaci¨®n de la ley, que se cumplen ma?ana viernes, tan s¨®lo 386.414 trabajadores y directivos han pactado con sus empresas un salario diferido a trav¨¦s de la prestaci¨®n complementaria que recibir¨¢n a la hora de la jubilaci¨®n o el retiro por invalidez. Con las negociaciones que se realizan en bancos y cajas de ahorros, el n¨²mero total se situar¨¢ en torno a las 500.000 personas, de una poblaci¨®n asalariada de 11,5 millones.Se circunscriben a pactos colectivos logrados en antiguas empresas p¨²blicas y grandes compa?¨ªas el¨¦ctricas, bancos, cajas de ahorro y Telef¨®nica. El patrimonio total es de 2,13 billones de pesetas para el sistema de empleo. Una cifra reducida frente a los 3,88 millones de titulares de fondos de pensiones individuales (una figura diferente y que el titular contrata directamente con una entidad financiera) y que re¨²nen un patrimonio de 3,24 billones de pesetas, seg¨²n datos del informe del segundo trimestre de este a?o de la patronal de fondos Inverco y de la Direcci¨®n General de Seguros.

Esa escasa implantaci¨®n de los planes colectivos obedece a la resistencia de los empresarios ante el elevado coste que les supone este instrumento de prestaci¨®n social complementaria. Tambi¨¦n se debe a que entre los ciudadanos no han prendido los mensajes que auguran la quiebra de la Seguridad Social p¨²blica y, adem¨¢s, para los sectores de poblaci¨®n con ingresos medios y bajos es sencillamente imposible comprometer un salario diferido para un futuro lejano cuando deben pensar en el presente y en c¨®mo llegar a fin de mes sin apuros. De hecho, la pr¨¢ctica mayor¨ªa de los 500.000 titulares de planes de pensiones tienen niveles salariales por encima del equivalente a la pensi¨®n p¨²blica m¨¢xima (en la actualidad 303.000 pesetas mensuales).

Ante esas dificultades, han tenido poco eco los reiterados llamamientos de Crist¨®bal Montoro, ministro de Hacienda, para que una parte del incremento salarial negociado en los convenios se destine a previsi¨®n social complementaria. Un objetivo inalcanzable para quienes cobran 100.000 pesetas al mes y para un pa¨ªs con un salario medio bruto de 220.000 pesetas, que con los descuentos se queda en torno a 150.000 pesetas netas.

En los planes de pensiones en marcha, las aportaciones individuales m¨¢s altas son las de La Caixa, Caja Madrid, Telef¨®nica y Endesa. Caja Madrid, por ejemplo, aporta el equivalente a un 7% de la retribuci¨®n fija del empleado m¨¢s el 3% de la retribuci¨®n variable. En el caso de La Caixa es parecida; en el de Telef¨®nica algo m¨¢s del 8%, y la de Endesa es la m¨¢s alta y supone el 16% del salario. Eso supone que Caja Madrid aporta cada a?o 4.500 millones de pesetas para las futuras prestaciones de sus 11.000 trabajadores y La Caixa 5.000 millones de pesetas para una plantilla de 15.000 personas.

A la hora de la jubilaci¨®n, el personal de esas empresas podr¨¢n tener una prestaci¨®n mensual de entre 100.000 y 200.000 pesetas (al valor de hoy) procedente del plan de empleo y que se sumar¨¢ a la pensi¨®n que reciban de la Seguridad Social, que en muchos casos estar¨¢ en el tope m¨¢ximo (303.000 pesetas es el vigente en la actualidad).

Los responsables sindicales de planes de pensiones Carlos Bravo (CC OO) y Jes¨²s Gonz¨¢lez (UGT) subrayan que el incremento potencial futuro de la previsi¨®n social complementaria est¨¢ en los compromisos de cara a la jubilaci¨®n que existen en las peque?as y medianas empresas.

CC OO ha rastreado los convenios colectivos y ha detectado compromisos para la contingencia de jubilaci¨®n en peque?as y medianas empresas recogidos en 1.840 convenios y para un total de 3,2 millones de personas. Son los denominados premios de jubilaci¨®n y lo m¨¢s habitual es comprometer un pago ¨²nico de entre tres y seis mensualidades a abonar cuando se produzca el retiro del trabajador. No hay datos sobre el patrimonio que pueden suponer y algunos c¨¢lculos indican que, de exteriorizarse en su totalidad (llevarlos a una gestora ajena a la empresa), sumar¨ªan entre 3 y 7 billones de pesetas.

Esos compromisos, al igual que los planes de pensiones, deben tambi¨¦n exteriorizarse, bien mediante una p¨®liza de seguro o a trav¨¦s de un plan de promoci¨®n conjunta. Sin embargo, ese proceso apenas ha comenzado porque la patronal CEOE ven¨ªa sosteniendo que los premios de jubilaci¨®n no son estrictamente compromisos de pensiones. Pero otros expertos sostienen que s¨ª est¨¢n obligados a externalizar, seg¨²n se recoge en el art¨ªculo 7 de la Ley de Planes y Fondos de Pensiones, y en las instrucciones preparadas por la Inspecci¨®n de Trabajo.

Precisamente por el retraso en que se encuentra el proceso de exteriorizaci¨®n en las pymes es por lo que, de com¨²n acuerdo, las direcciones de la patronal CEOE-CEPYME y de los sindicatos CC OO y UGT han pedido al Ministerio de Econom¨ªa y a los grupos parlamentarios que prorroguen el plazo que concluye el 2 de enero de 2001. Las empresas que no cumplan la exigencia de exteriorizar sus compromisos de pensiones se enfrentan a sanciones por falta muy grave, seg¨²n la Ley de Infracciones del Orden Social, que prev¨¦ en ese caso multas de entre 500.000 pesetas y 15 millones de pesetas.