"Ahora quiero vivir a fondo"
Susana Enr¨ªquez Dom¨ªnguez, de 38 a?os de edad, residente en M¨¦xico, es la ¨²nica espa?ola entre los 179 viajeros que iban a bordo del Boeing 747 de Singapore Airlines siniestrado el lunes en el aeropuerto de Taipei. Escap¨® de una muerte segura por dos asientos. "Quedamos boca abajo con los cinturones puestos. Tras un momento de confusi¨®n, descubrimos un poco de luz detr¨¢s y logramos salir del aparato por esa abertura. En esa zona todo comenz¨® a arder (...) Vimos a personas con unas quemaduras espantosas", declar¨® ayer desde Taipei.Para Susana Enr¨ªquez, natural de Santiago de Compostela, y que se recupera de una herida en el tobillo y de una fort¨ªsma impresi¨®n, su existencia ha dado un tremendo giro: "Tengo 38 a?os y a partir de ahora quiero vivirlos a fondo", declar¨® al programa Hoy por hoy, de la Cadena SER. La suerte jug¨® a su favor; sentada en la fila 56, en la parte trasera del jumbo, logr¨® escapar de las emanaciones m¨¢s t¨®xicas. El aparato se resquebraj¨® detr¨¢s de ella, en la fila 58, donde hubo varios muertos.
"Est¨¢bamos en pleno despegue cuando todo comenz¨® a temblar; el avi¨®n se balance¨® y escuchamos una explosi¨®n (...) Despu¨¦s me encontr¨¦ boca abajo con el cintur¨®n puesto; al soltarme me di contra el techo. Dos personas que salieron antes que yo ten¨ªan los rostros quemados; a m¨ª, sin embargo, s¨®lo se me chamusc¨® el pelo y pude salir gracias a las roturas del fuselaje y a que en la cola no hab¨ªa humos irrespirables. Vimos luz dos filas m¨¢s atr¨¢s, por donde se rompi¨®. Estaba confusa. Todo sucedi¨® muy deprisa. Buscamos la salida y logramos escapar. Lo m¨¢s espeluznante fue ver a los heridos y oler el humo, la carne chamuscada".
Susana Enr¨ªquez anhela regresar cuanto antes a M¨¦xico, donde trabaja desde hace tres a?os como investigadora en el Instituto de Ciencias Marinas y Limnolog¨ªa de la Universidad Nacional Aut¨®noma. Descansa en un hotel habilitado por la compa?¨ªa Singapore Airlines, propietaria del aparato, a la espera de conseguir un nuevo pasaporte, pues perdi¨® todo en el accidente.
"Me considero una privilegiada; he conseguido escapar del avi¨®n con s¨®lo molestias en el tobillo. Tem¨ª lo peor cuando pens¨¦ que ten¨ªamos los dep¨®sitos llenos de gasolina para un vuelo que iba a atravesar todo el Pac¨ªfico". Enr¨ªquez cree que las condiciones clim¨¢ticas [en ese momento Taiwan sufr¨ªa el paso de un tif¨®n] no eran las m¨¢s adecuadas para despegar: "Ten¨ªamos un fuerte viento en contra y me dio mucho miedo".
El avi¨®n de Singarore Airlines transportaba 159 pasajeros y 20 tripulantes con destino a la ciudad de Los ?ngeles. Enr¨ªquez hab¨ªa acudido, junto a otros compa?eros de la universidad, a un congreso en la isla indonesia de Bali; dos de ellos, el mexicano Roberto Iglesias y el brit¨¢nico Paul Blanchon, tambi¨¦n salvaron la vida.
La cifra oficial de muertos se sit¨²a en 79 y un desaparecido, en vez del centenar anunciado el lunes por el primer ministro de Taiwan. Cincuenta y una personas permanecen hospitalizadas, algunas de ellas en estado cr¨ªtico con grav¨ªsimas quemaduras, por lo que se teme un n¨²mero mayor de fallecidos en los pr¨®ximos d¨ªas. Uno de esos heridos, por ejemplo, sufre quemaduras en la totalidad de su cuerpo y los m¨¦dicos consideran casi imposible su supervivencia.
La investigaci¨®n oficial se concentra en las llamadas cajas negras (que en realidad son de color naranja), que han sido recuperadas; una recoge todas las conversaciones entre los pilotos y la torre de control; la segunda, los datos t¨¦cnicos sobre el funcionamiento del aparato. Todos los supervivientes coinciden en varios hechos: el avi¨®n hab¨ªa iniciado el despegue, vibr¨® con violencia y se escuch¨® una fuerte explosi¨®n.
El comandante del jumbo, C. K. Foong, un malaisio con 11.235 horas de vuelo y buen conocedor del aeropuerto de Taipei, y que tambi¨¦n result¨® ileso, inform¨® de que hab¨ªa chocado contra un objeto. No est¨¢ claro a¨²n si ese objeto se encontraba sobre la pista (se habla de una rueda perdida o del resto de otro avi¨®n, como en el caso del Concorde de Air France) o en vuelo, lo que podr¨ªa apuntar la hip¨®tesis de un p¨¢jaro.
Fuentes de la investigaci¨®n no descartan que la colisi¨®n se produjera contra dos excavadoras situadas en un ¨¢rea en obras cerca de la zona de despegue. Dos de estas excavadoras presentan da?os, pero se ignora si ¨¦stos se deben a un impacto directo o a la ca¨ªda de los restos del fuselaje. Otro dato abunda en esta ¨²ltima posibilidad: el corte que sufre uno de los motores del avi¨®n, que parece producido por una pala mec¨¢nica. En el momento del despegue, como inform¨® Susana Enr¨ªquez a la cadena SER, las condiciones clim¨¢ticas eran p¨¦simas, con una fuerte lluvia y escasa visibilidad.
Para los familiares de las v¨ªctimas que poco a poco se van dando cita en Taipei, ayer fue un d¨ªa duro; unos pudieron abrazar a los suyos, ilesos o heridos levemente, pero otros tuvieron que reconocer los cad¨¢veres. Hubo escenas de enorme dolor y tensi¨®n. Los cad¨¢veres se alineaban en uno de los hangares del aeropuerto, donde se procede a su identificaci¨®n. La mayor¨ªa de los fallecidos son taiwaneses (55); ciudadanos de Estados Unidos (10) o de Singapur e India (11).
Muchos de esos familiares deambulaban ayer de un lado a otro en busca de una explicaci¨®n, de cualquier noticia a la que aferrarse, sin saber si sus seres queridos se hallaban entre los muertos o entre los heridos. "No me diga que lo siente", grit¨® una mujer taiwanesa de mediana edad a un representante de la compa?¨ªa Singapore Airlines. "?Qu¨¦ dir¨ªa si le matara a toda su familia y despu¨¦s le pidiera perd¨®n?"
Un hombre que dice llamarse Wang a¨²n espera ansioso informaciones sobre su hijo. "Casi me muerto del susto cuando vi la noticia en la televisi¨®n. Mi hijo se encontraba a bordo y a¨²n no tengo ni idea de qu¨¦ ha sucedido con ¨¦l. Lo ¨²nico que me han dicho es que espere aqu¨ª". Otra escena terrible fue la de dos hermanas. "Pap¨¢, pap¨¢, yo no quiero esto", exclam¨® una de ellas cubri¨¦ndose el rostro antes de desmayarse. Junto a las hermanas, un polic¨ªa sosten¨ªa una s¨¢bana que cubr¨ªa el cuerpo antes de la indentificaci¨®n.
Dar nombre a los cad¨¢veres va a resultar una empresa casi imposible, pues muchos de ellos est¨¢n carbonizados. Ser¨¢ necesario, seg¨²n informaron ayer los forenses, el empleo de la t¨¦cnica del ADN para poder completar esa identificaci¨®n y entregar los restos a los familiares. Entre los muertos o desaparecidos tambi¨¦n se encuentran cuatro miembros de la tripulaci¨®n.
La compa?¨ªa Boeing, fabricante del aparato, ha desplazado a Taiwan a un grupo de expertos para colaborar en las investigaciones. Un portavoz de Singapore Airlines, considerada una de las m¨¢s seguras del mundo (¨¦ste ha sido su primer accidente mortal en toda su historia), declar¨® que estaba casi descartado el factor clim¨¢tico y el fallo mec¨¢nico.
Singapore Airlines, considerada una de las compa?¨ªas de la excelencia en el trato a los pasajeros, tiene ahora la oportunidad de demostrarlo con los supervivientes y los familiares de los muertos.
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