Submarino
El Tireless lleg¨® al Pe?¨®n como un presente del premier brit¨¢nico a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Era el mes de mayo y el sumergible nuclear llevaba la etiqueta de la insulsa reposter¨ªa de Downing Street. Por si acaso, un catador de oficio olfate¨® las aguas, se peg¨® un trago, hizo g¨¢rgaras y escupi¨®: debuten, dijo. S¨®lo cuando el gobierno vio que el catador no se desintegraba, proclam¨® la bonanza qu¨ªmica del Estrecho: ni gota de radioactividad. Blair nunca enviar¨ªa un obsequio envenenado. As¨ª que el estropicio del sumergible se queda en tema de pr¨¢cticas para los chicos de formaci¨®n profesional. Piqu¨¦ voce¨® que todo estaba controlado y que con cuatro martillazos, listo. Pero cuando supo que la Royal Navy iba a retirar los submarinos del mismo dise?o, le reproch¨® a su colega del Reino Unido la falta de informaci¨®n y la inquietud que provoca la permanencia del sumergible en Gibraltar. A partir de entonces, los hombres del presidente se hicieron un l¨ªo y empezaron a largar flagrantes contradicciones. Es el desgobierno que se nos echa encima. Trillo que sabe tanto de Shakespeare como de la parla popular dijo: el Tireless est¨¢ changado. Y aunque las autoridades brit¨¢nicas se niegan a que t¨¦cnicos espa?oles examinen la aver¨ªa, Aznar sac¨® el arsenal de su soser¨ªa y solt¨® una de sus inoportunas chirigotas. Pero qu¨¦ calamidad de hombre.El vacilante ministro del ramo y de la gre?a aprovech¨® para marcarse una frase: qu¨¦ feo, una colonia en el umbral del siglo XXI. En la era de Franco, Gibraltar era un afrodisiaco para el patriotismo: cuando la cosa estaba algo tibia, se agitaba el Pe?¨®n, se enardec¨ªa a las masas y a los ingleses se les llamaba hijos de la gran puta. As¨ª se robustec¨ªa el r¨¦gimen. Ahora, cuando el pensamiento ¨²nico es un serio problema de meninges, en plena crisis, todo es confusi¨®n. Hoy Gibraltar m¨¢s que un Pe?¨®n es un pe?azo, y no s¨®lo se queda donde estaba, sino que encima lo cargan con ingenios nucleares en mal estado. Pero esta historia, adem¨¢s de un cachondeo, no coloca a nadie en el centro, sino debajo. El Ejecutivo, como el Tireless tambi¨¦n est¨¢ changado o ?chingado? Y es que, ¨²ltimamente, da muchas facilidades.
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