Un centro para menores que delinquen sigue abierto aunque el Defensor del Pueblo pidi¨® su cierre en 1997
El Defensor del Pueblo recomend¨® a la Comunidad en 1997 el cierre del Renasco, un centro de Carabanchel donde permanecen recluidos menores de 18 a?os autores de delitos graves. El Defensor destacaba que el local, un angosto semis¨®tano de un edificio decimon¨®nico con humedades, "no reun¨ªa condiciones materiales" y ped¨ªa al Instituto Madrile?o del Menor y la Familia (IMMF) que hasta su clausura subsanase las deficiencias m¨¢s graves. El instituto ha efectuado los arreglos, pero no ha cerrado a¨²n este obsoleto recinto donde est¨¢n internados 11 j¨®venes, la mayor¨ªa por robos con intimidaci¨®n (atracos).
La angostura de los pasillos y de la escalera de acceso a las habitaciones; la falta de luz natural en algunas estancias comunes; las humedades, que causan desconchones en los techos, y la escasez de zonas de esparcimiento son algunas de las carencias percibidas por el Defensor del Pueblo en 1997 y que a¨²n se mantienen porque se trata de problemas estructurales. Otras deficiencias, como la falta de ventilaci¨®n en las habitaciones, han sido subsanadas.El equipo del entonces defensor del Pueblo, Fernando ?lvarez de Miranda, tambi¨¦n observ¨® que todas las habitaciones del centro eran celdas habilitadas para internos agresivos, con puertas met¨¢licas dotadas de una ventana con cristal de seguridad, sin que existiesen otras menos duras para internos con mejor conducta. Se preguntaba, asimismo, c¨®mo un centro de menores, donde la reclusi¨®n debe tener un car¨¢cter m¨¢s educativo que punitivo, est¨¢ en peores condiciones que las nuevas c¨¢rceles de adultos.
Rosa Berian, coordinadora de programas del IMMF con menores en conflicto, admite que "no le gusta" este centro, creado hace d¨¦cadas como Residencia Nacional Socioterape¨²tica y transferido a la Comunidad en 1989.
?Por qu¨¦ no se ha cerrado entonces? "Porque siempre se supeditaba su clausura a la construcci¨®n de los centros previstos en la nueva Ley Penal del Menor, que cambia todo el sistema, al elevar la edad m¨ªnima de ingreso en prisi¨®n de los 16 a los 18 a?os. El problema es que dicha ley se lleva dise?ando desde 1984, pero las vicisitudes pol¨ªticas la han retrasado hasta enero de 2001", a?ade. Seg¨²n Berian, esta larga espera por la ley es la que ha prolongado la existencia de un centro que deb¨ªa haber desaparecido.
"Si el Renasco est¨¢ ahora ocupado es porque desde hace tiempo se interna en ¨¦l, en r¨¦gimen preventivo, a chicos de 16 a 18 a?os, es decir, mayores de edad penal, porque el ingreso de menores de esa edad ha bajado mucho. Por un lado, es raro que chicos de 12 a 16 a?os cometan delitos tan graves que lleven al juez a privarlos de libertad y, por otro, cada vez aplicamos m¨¢s medidas en medio abierto, como el trabajo a favor de la comunidad, que son m¨¢s adecuadas por su car¨¢cter educativo", apostilla Berian
El vetusto recinto seguir¨¢ abierto en enero, cuando entre en vigor la nueva Ley Penal del Menor y aumente el n¨²mero de potenciales internos. Pero se espera que por poco tiempo. "El Gobierno regional ha destinado dinero para iniciar en 2001 dos nuevos centros para menores infractores (uno cerrado y otro semiabierto). Pero no podemos cerrar el Renasco hasta tener otro que lo sustituya", concluye Berian.
Lo que todav¨ªa no saben los responsables del IMMF es a qu¨¦ se destinar¨¢n estas dependencias de Carabanchel cuando queden vac¨ªas. Y no lo saben porque ellos, como los responsables de menores de otras comunidades, ignoran cu¨¢ntos chicos m¨¢s tendr¨¢n que atender en sus centros una vez que, en enero, la edad m¨ªnima para entrar a prisi¨®n suba de los 16 a los 18 a?os.
Las instituciones conocen cu¨¢ntos menores de 18 a?os est¨¢n ahora encarcelados, pero ignoran si los jueces empezar¨¢n a decretar m¨¢s medidas privativas de libertad para j¨®venes, al saber que en lugar de ingresar en prisi¨®n ir¨¢n a un centro de reforma.
El defensor del Menor, Javier Urra, califica el Renasco de "centro deprimente". "F¨ªsicamente no cumple los requisitos para estar abierto. El equipo profesional (con 15 educadores) es magn¨ªfico, pero el mejor educador tiene grandes dificultades si no cuenta con el recinto adecuado", asegura. "Los adolescentes necesitan amplitud, y en el Renasco falta espacio".
Para Jos¨¦ Luis Segovia, jurista y miembro de la asociaci¨®n Apoyo, dedicada a chavales con problemas sociales, "la infraestructura del Renasco es francamente mala, pero no as¨ª sus educadores". "Es como un autob¨²s sin espacio, lo que hace que las condiciones laborales y de habitabilidad sean malas", a?ade. Segovia reclama un recinto nuevo, pero recalca que, para que los centros de reforma no se conviertan en cantera de futuros delincuentes, lo principal no es el aspecto hotelero, sino el educativo.
En Madrid s¨®lo hay otro centro de r¨¦gimen cerrado para menores infractores -el Madro?o-, tambi¨¦n en Carabanchel, con 15 plazas. Existe, adem¨¢s, una residencia -Altamira- en r¨¦gimen semiabierto.
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