El primer ejecutivo del operador catal¨¢n al-pi deja por sorpresa la compa?¨ªa alegando "razones personales"
Ignacio Vidaurr¨¢zaga, consejero director general del operador Catalana de Telecomunicacions, que opera con la marca comercial al-pi, ha abandonado la empresa, seg¨²n confirmaron ayer fuentes de Catalana, controlada mayoritariamente por el operador Uni2. Vidaurr¨¢zaga hab¨ªa anunciado su dimisi¨®n a los empleados de la compa?¨ªa 24 horas antes.Las mismas fuentes subrayaron que la salida del primer ejecutivo de al-pi, cuyo 65% fue vendido por la Generalitat a Uni2 por cerca de 8.000 millones de pesetas, "se debe estrictamente a motivos personales", y desmintieron que la decisi¨®n del directivo tuviera relaci¨®n alguna con la situaci¨®n accionarial de la compa?¨ªa o con el incumplimiento de los compromisos adquiridos por el equipo gestor durante el proceso de privatizaci¨®n de Catalana de Telecomunicacions.
Hoy, Uni2 (France Telecom) posee el 75% del capital del operador de cable, tras la ampliaci¨®n realizada por la empresa despu¨¦s de la adjudicaci¨®n, con lo que Uni2 acab¨® desembolsando un total de 13.000 millones por la compra de al-pi. El 25% restante contin¨²a en manos del Centre de Telecomunicacions de la Generalitat, que se ha comprometido a desprenderse de ¨¦l antes de 2003.
Un 25% de capital p¨²blico
Vidaurr¨¢zaga hab¨ªa desvelado antes del verano la existencia de negociaciones con "una entidad catalana" para que se hiciera con este 25% del capital. Las negociaciones las lleva directamente el Departamento de Presidencia del Gobierno catal¨¢n, que hace su tarea con gran sigilo. Entre los potenciales socios contactados figura "una entidad financiera" y, seg¨²n Uni2, Aguas de Barcelona.Cuando la Generalitat vendi¨® al-pi a Uni2, le puso la condici¨®n de asegurar inversiones de peso en Catalu?a [el compromiso ha sido de 48.000 millones de pesetas en 10 a?os] y de cumplir con unos plazos en el despliegue de fibra ¨®ptica considerados por fuentes del sector como "inviables desde un principio". En esencia, al-pi asumi¨® que llevar¨ªa el cable a todas las capitales de comarca de Catalu?a antes del verano del a?o 2001. En este plazo, al-pi telecomunicacions deb¨ªa conectar la red de centros sanitarios y de ense?anza dependientes de la Generalitat. Hace escasas semanas, Vidaurr¨¢zaga compareci¨® ante los diputados de la Comisi¨®n para la Sociedad de la Informaci¨®n del Parlament y les admiti¨® que no podr¨ªa cumplir con los compromisos adquiridos antes del mes de diciembre de 2002.
Ayer noche, la empresa asegur¨® que todav¨ªa no hab¨ªa sido designado un sustituto para Ignacio Vidaurr¨¢zaga, un vasco instalado en Catalu?a con una larga trayectoria en el sector de las telecomunicaciones a sus espaldas, ya que hab¨ªa pasado por empresas como Telef¨®nica o Alcatel.
Seg¨²n Europa Press, los empleados de al-pi temen que una hipot¨¦tica venta del 25% restante a la propia Uni2 implique la centralizaci¨®n de algunos servicios en Madrid.
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