Maragall y Fern¨¢ndez D¨ªaz se?alan la contradicci¨®n entre la apuesta soberanista y la alianza con el Partido Popular

La orientaci¨®n del debate precongresual en Converg¨¨ncia Democr¨¤tica (CDC) provoca una cierta estupefacci¨®n en los dem¨¢s partidos catalanes. Los presidentes del PSC y del PP, Pasqual Maragall y Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz, respectivamente, la expresaron ayer cada uno a su manera. Maragall se?al¨® que este congreso ser¨¢ el de "la contradicci¨®n entre lo que se dir¨¢ y lo que se hace". Fern¨¢ndez advirti¨® que ser¨ªa "contraproducente" que el "Gobierno catal¨¢n vaya en una direcci¨®n y la coalici¨®n que lo apoya vaya en otra".Los socialistas creen que la confirmaci¨®n de la deriva soberanista de Converg¨¨ncia entra en contradicci¨®n con la alianza del Gobierno catal¨¢n con el PP, reafirmada con solemnidad por Pujol en el debate parlamentario de hace seis semanas. La distancia entre las palabras y los hechos no har¨¢ m¨¢s que agrandarse si, como parece probable, el congreso proclama adem¨¢s su preferencia por aliarse con Esquerra Republicana (ERC). Por eso, Maragall se?al¨® ayer en una entrevista emitida por Catalunya R¨¤dio, que el liderazgo de Artur Mas como secretario general arrancar¨¢ con unos principios "que no tienen credibilidad en boca de quien los anuncia". En su calidad de consejero de Econom¨ªa del Gobierno de CiU, Mas acaba de sellar el pacto con el PP para aprobar el proyecto de Presupuestos de la Generalitat para el a?o 2001, desde?ando una vez m¨¢s la posibilidad de un acuerdo con ERC o incluso con los socialistas.

Alberto Fern¨¢ndez tambi¨¦n se?al¨® esta contradicci¨®n. Si el congreso de CDC se inclina por la "radicalidad nacionalista", afirm¨®, Artur Mas no podr¨¢ defenderla como portavoz del Gobierno catal¨¢n "mientras el PP tenga el protagonismo" que tiene en su estabilidad. Es decir, mientras sea su socio en el Parlament. El PP no est¨¢ dispuesto a que se consagre la f¨®rmula "partido radicalizado, gobierno moderado" que a su juicio se perfila para el poscongreso de CDC. En caso de que ¨¦sa sea la opci¨®n que prospere, Fern¨¢ndez anunci¨® ayer que el PP plantear¨¢ la cuesti¨®n en el Parlament.

La explicaci¨®n que los socialistas dan a la contradicci¨®n que observan es bastante elemental. "CDC necesita dar salida al malestar de sus bases por la alianza con el PP", argumenta el portavoz del PSC, Miquel Iceta. En su opini¨®n, un congreso que en vez de marcar la l¨ªnea del partido busca ofrecer un contrapeso ret¨®rico a su pr¨¢ctica real "constituye un fraude" pol¨ªtico. Algo que, a su juicio, debe ser denunciado ante los electores, porque una cosa es que las necesidades obliguen en ocasiones a los partidos a escoger opciones no deseadas, admite, y otra que se hagan proclamaciones en la l¨ªnea contraria a lo que se hace.

La inquietud de los socialistas proviene tambi¨¦n de que el auge del soberanismo en CDC supone, si se consagra en el congreso, un giro a las posiciones tradicionales del partido. Creen que introducir¨ªa inestabilidad en el propio partido y, de rebote, en la pol¨ªtica catalana. Incluso algunos convergentes han advertido, explica Iceta, que las posiciones moderadas expuestas por Josep Antoni Duran Lleida, el l¨ªder de Uni¨® Democr¨¤tica (UDC), en su reciente conferencia sobre los retos del nacionalismo catal¨¢n son las que siempre hab¨ªa defendido Converg¨¨ncia.

Maragall fue m¨¢s lejos. Sostuvo que Mas har¨¢ su lanzamiento con unos planteamientos ideol¨®gicos que no satisfacen, al menos, al 30% o el 40% del partido.