Un libro reconstruye la batalla de Stalingrado desde el lado de las v¨ªctimas
El historiador Antony Beevor cree que a¨²n es un tema tab¨² en Rusia
Convertido en un fen¨®meno editorial en el Reino Unido, el libro Stalingrado (Cr¨ªtica), del historiador brit¨¢nico Antony Beevor, tiene el m¨¦rito inicial de que reconstruye una de las batallas m¨¢s cruentas de la historia, Stalingrado, centr¨¢ndose en el lado de las v¨ªctimas, de aquellos que sufrieron en los bandos ruso y alem¨¢n un episodio b¨¦lico que marc¨® la Segunda Guerra Mundial.
La idea que impuls¨® al historiador brit¨¢nico a escribir este libro, que se acerca bastante al ensayo, es considerarla como la batalla "m¨¢s encarnizada y deshumanizada" de la historia. "La batalla se present¨® como una lucha personal entre Stalin y Hitler y eso ha dejado un espacio en blanco, el de las v¨ªctimas; por eso he querido recrear la experiencia de los soldados y civiles, de las mujeres y ni?os que vivieron la batalla", cont¨® esta semana en Madrid en la presentaci¨®n del libro. Beevor lo consigui¨® abriendo los archivos del KGB, leyendo diarios privados y entrevist¨¢ndose con v¨ªctimas. Los documentos y los testimonios contaron c¨®mo a los civiles se les prohibi¨® escapar de Stalingrado para no desanimar a los soldados; c¨®mo los ni?os fueron utilizados por los soldados de parapetos; las pr¨¢cticas canibalistas por la falta de comida en ambos frentes; la sorpresa de los alemanes de encontrarse con mujeres rusas en el frente y c¨®mo la crueldad del Ej¨¦rcito ruso provoc¨® que miles de sus soldados se pasaran al bando contrario. "?ste sigue siendo un tema tab¨² en Rusia, ahora se empieza a hacerle frente, pero es un tema muy delicado", seg¨²n Beevor.
La batalla se inici¨® cuando Alemania invadi¨® Stalingrado ("Rusia nunca hab¨ªa sido conquistada y para Hitler era un reto") en agosto de 1942 y termin¨® en febrero de 1943, con la retirada de las tropas alemanas. Y con ella se desvaneci¨® definitivamente el mito de la invencibilidad de la maquinaria b¨¦lica del f¨¹hrer. "Hitler fue una v¨ªctima m¨¢s de su m¨¢quina propagand¨ªstica, ¨¦l no sab¨ªa lo que realmente pasaba, perdi¨® el contacto con la realidad y nadie le cont¨® la verdad. ?l s¨®lo cre¨ªa en una palabra, atacar".
El autor rechaza tajantemente que su libro se incline a favor de alguno de los bandos. "He recibido alguna cr¨ªtica en el sentido de que he creado una especie de equilibrio moral entre los alemanes y los rusos. En principio, puede ser f¨¢cil simpatizar con el sufrimiento ruso, pero una vez que los alemanes fueron cercados por los rusos, cualquiera puede ponerse en la piel de los alemanes y ver que tambi¨¦n sufrieron. He intentado romper con la idea de culpabilidad de un lado u otro y es importante a la hora de escribir sobre la historia no imponer juicios morales", dijo el autor de Stalingrado, el primero de sus libros traducido al castellano y con el que ha ganado, entre otros, los premios Samuel Johnson y Wolfson History.
La batalla de Stalingrado, en la que la resistencia heroica de los invadidos pill¨® por sorpresa a los invasores, le acerca, m¨¢s que al conflicto de Vietnam, a la guerra civil espa?ola, seg¨²n el autor. "El avance del Ej¨¦rcito franquista desde ?frica hacia Madrid es similar al de los alemanes hacia Stalingrado. Ante la invasi¨®n, en lugar de dejarse vencer por el p¨¢nico, ¨¦ste se convirti¨® en una valent¨ªa enorme". A pesar de lo mucho que ha investigado Beevor para este libro, traducido a 15 idiomas, hay una pregunta para la que no ha encontrado respuesta: "C¨®mo los rusos consiguieron aguantar tanto tiempo la toma de Stalingrado".
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