Guerra al griter¨ªo y a la gesticulaci¨®n
El centro de derivados m¨¢s antiguo del mundo, situado en Chicago, pone a prueba un sistema electr¨®nico
El griter¨ªo, las carreras, los visajes, los signos con las manos y el arco iris de chaquetas sigue siendo la nota caracter¨ªstica del Chicago Board of Trade (CBOT). Pero este mercado de futuros, con 152 a?os de vida, muy bien podr¨ªa estar recorriendo la recta final de un sistema de transacciones basado en el frenes¨ª y el grito a voz en cuello en los distintos corros. No ser¨¢ cuesti¨®n de meses, pero no pocos veteranos se ven como los ¨²ltimos representantes de un viejo modo de hacer las cosas, mientras en el parqu¨¦ crece el n¨²mero de quienes siguen cursos de inform¨¢tica para hacer frente al futuro en un Chicago que dio al mundo el concepto del mercado de futuros.El CBOT acaba de dar, con aprensi¨®n, su tercer salto en doce a?os a la cotizaci¨®n electr¨®nica y se ha asociado con el Eurex, el mercado de futuros estrictamente electr¨®nico nacido hace dos a?os en Alemania, que el a?o pasado le rob¨® el t¨ªtulo de l¨ªder mundial del mercado de derivados. En la noche del domingo 27 de agosto, contratos del Tesoro norteamericano y futuros de granos empezaron a ser negociados en la nueva plataforma. "Es la transici¨®n del corro a la electr¨®nica", comentaba un agente que lleva 16 a?os trabajando en granos. "La gente est¨¢ euf¨®rica. Ah¨ª hay mucho futuro".
El nuevo sistema, en el que podr¨ªa llegar a efectuarse en cuesti¨®n de pocos a?os todo el negocio del CBOT, introduce modificaciones en el que se ven¨ªa usando, el llamado Proyect A, tambi¨¦n electr¨®nico, pero con poca ambici¨®n: apenas cubr¨ªa un 5% de las transacciones en un entorno febrilmente resistente al cambio. Los m¨¢rgenes de operaci¨®n han sido ampliados (el ma¨ªz, por ejemplo, tendr¨¢ una franja de fluctuaci¨®n de m¨¢s/menos 20 centavos, frente a los 12 que reg¨ªan hasta ahora) lo que incrementa el riesgo y hace m¨¢s caras las operaciones de los agricultores que compran y venden para protegerse contra la volatilidad de precios.
En esas condiciones, el Eurex da m¨¢s aire a los grandes especuladores y aunque permite a Chicago entrar en el mercado alem¨¢n, le deja fuera durante seis horas cada d¨ªa del mercado de Tokio, al cerrar desde las 16 a las 22 horas para consolidar todas las operaciones de d¨ªa. Los inversores e intermediarios japoneses no podr¨¢n acceder al mercado de los bonos del Tesoro norteamericano en su jornada matutina.
Problemas t¨¦cnicos y ajustes psicol¨®gicos aparte, la reconversi¨®n del grito al silencio de la electr¨®nica es inevitable si se contempla lo que ha pasado en Europa, donde el londinense Liffe, que hace muy pocos a?os era el mayor del continente, tuvo que pasarse a la transacci¨®n electr¨®nica para poder sobrevivir, tras inicialmente negarse a ello y casi dejar la vida en el empe?o.
El parqu¨¦ financiero del CBOT, donde se especula con lo que Alan Greenspan pueda hacer con el precio del dinero en una determinada fecha, est¨¢ m¨¢s automatizado, pero las transacciones en mercado de derivados son novecentistas.
El descomunal parqu¨¦ abocado a la desaparici¨®n, con sus numerosos corros octogonales, es complemente nuevo y su misma existencia, testigo de la lucha contra el cambio. Fue renovado hace tres a?os al precio de 182 millones de d¨®lares (m¨¢s de 35.000 millones de pesetas) en la convicci¨®n de la perdurabilidad del viejo sistema. De aquellas obras de reforma hay deudas pendientes de m¨¢s de 87 millones de d¨®lares, que deben de pagar todos los miembros del mercado. Esas cargas, y hasta las dudas que a algunos embargan sobre el futuro del CBOT, han hecho que el pago por el derecho a negociar en el mercado a orillas del lago Michigan haya ca¨ªdo hasta los 328.000 d¨®lares, el precio m¨¢s bajo abonado desde 1992, casi el 40% del r¨¦cord de 857.000 d¨®lares entregado hace apenas tres a?os por ser miembro del CBOT. Los veteranos, con la perspectiva de los a?os, no dan mayor importancia a esta ca¨ªda y lo atribuyen a caprichos c¨ªclicos, mientras que los m¨¢s j¨®venes y m¨¢s frustrados lo atribuyen a los problemas que asedian al CBOT, de llegar tarde y adaptarse a las nuevas tecnolog¨ªas, y de conflicto con los otros mercados rivales en Chicago.
Les Rosenthal, antiguo responsable del CBOT, cree que el mercado err¨® al construir un nuevo parqu¨¦, err¨® al no crear una nueva tecnolog¨ªa propia y err¨® al no aliarse con el Chicago Board of Options Exchange (CBOE) y con el Chicago Mercantile Exchange (Merc), con los que comparte intereses y negocios. Adem¨¢s, el CBOT y el CBOE est¨¢n a la gre?a judicial por los derechos de actuaci¨®n en ¨¦ste que quieren conservar los miembros de aqu¨¦l aun con el nuevo sistema de transacci¨®n electr¨®nica. "Es cuesti¨®n de vida o muerte y lo est¨¢n haciendo todo mal", dec¨ªa recientemente Rosenthal. "Lo elemental es que el Merc, el CBOE y el CBOT se hubieran aliado. Pero han preferido establecer alianzas en el extranjero en vez de hacerlas con el vecino de enfrente. Han decido ir cada uno por su lado y todos van a acabar desapareciendo".
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