Dar¨ªo Urzay, desde el caos ordenado
El pintor Dar¨ªo Urzay presenta pinturas de los tres ¨²ltimos a?os en la bilba¨ªna Sala Rekalde. La exposici¨®n es todo un acontecimiento pl¨¢stico, dada la intrincada e ignota factura de las obras, adem¨¢s, y muy en especial, del mundo formal resultante que nos propone el artista.De entrada, el inter¨¦s primordial de los espectadores consiste en averiguar c¨®mo est¨¢ fabricado aquello. Como es cosa l¨ªcita, pero no esencial, a la hora de ahondar en comprensi¨®n de lo propuesto, transcribimos lo que ha dicho Dar¨ªo Urzay al respecto: "El ordenador es un instrumento que me sirve para dar comienzo a obras que surgen desde im¨¢genes que no tienen existencia conocida con la realidad". Quiere decirse que crea un objeto con ese ordenador, luego lo fotograf¨ªa y lo lleva a revelar a un laboratorio. Estamos ante im¨¢genes generadas digitalmente. Despu¨¦s de esas manipulaciones o trasvases entra en acci¨®n el componente de resina como capa ¨²ltima. La resina es una materia que desmaterializa, al tiempo que otorga espacialidad a las obras. La funci¨®n de la resina en este caso se puede relacionar con el espejo con que Lewis Carroll envuelve tan sugerente como m¨¢gicamente a su famosa Alicia.
Una vez sabido c¨®mo est¨¢ fabricado el producto, los espectadores van a enfrentarse a la formalizaci¨®n de im¨¢genes contrapuestas, aunque las dos se incluyan en lo que llamar¨ªamos mundo cient¨ªfico. Es todo un revuelto de im¨¢genes -caos ordenado-, de apariencia relacionada con lo gal¨¢ctico, por un lado, como con lo m¨¢s cercano e intermicroscopial, por otro.
Lo que resulta no son asteroides ni galaxias espirales barradas, pese a que lo parezcan, ni esporas de pteridofitas vistas al microscopio, ni cordones umbilicales verdaderos o redes capilares y venosas mostradas en alg¨²n vadem¨¦cum. Estamos ante formas provistas para crear arte. Si as¨ª lo entiende el espectador, ser¨¢ una manera -la mejor de todas-, de buscar su centro, que es como decir su presente ensimismado en lo que mira. Tanto lo lejano como lo cercano confluyen en la mirada presente del espectador.
Ver¨¢ ese espectador, convertido en muchos espectadores, c¨®mo a pesar de que el artista utiliza medios muy avanzados, a la hora de reclamar la atenci¨®n de sus miradas les est¨¢ pidiendo que tomen sus obras como lo que son: como pinturas.
Para adentrarse en las propuestas de Dar¨ªo Urzay parece oportuno traer a colaci¨®n al potente y espl¨¦ndido pintor alem¨¢n Gerhard Richter, a quien en muchos aspectos Urzay no dudar¨ªa en tomar como modelo a seguir, al menos en alg¨²n momento de su carrera como pintor. El cr¨ªtico Klaus Honnef ha dicho de Richter: "Lo abstracto de su arte no es una antiimagen, sino una realidad visual aut¨®noma". A lo que el propio Richter ha a?adido: " Dado que todo lo desconocido nos atemoriza y alienta al mismo tiempo, tomamos los cuadros como una posibilidad de hacer lo inexplicable m¨¢s explicable o, en cualquier caso, comprensible".
Los elementos formales con los que juega el pintor bilba¨ªno son m¨²ltiples, como son m¨²ltiples las combinaciones de esos elementos. Hay variaciones de escala; se recorre un espectro crom¨¢tico de lo m¨¢s diverso; la inventiva de im¨¢genes, vengan de donde vengan, pueden acercarnos a la enso?aci¨®n; los formatos y hasta la presentaci¨®n de las obras buscan romper la normativa del ver; todo lo mostrado acaba por ofrecer una aventura visual de altos vuelos...
Por tanto, dada la calidad de lo expuesto, no dudamos en situar a Dar¨ªo Urzay como a uno de los artistas m¨¢s cualificados que tenemos entre nosotros. Sus obras poseen originalidad y calidad suficientes para situar a su autor dentro de un acreditado rango internacional. Lo que en sus inicios fue una aventura localista, ahora va camino de convertirse en una realidad universalista.
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