Manuel Vicent entrecruza el amor y el arte en 'La novia de Matisse'

Manuel Vicent ha entrecruzado "el arte y el amor" en su ¨²ltima novela, La novia de Matisse, en la que el escritor valenciano ha dejado de lado el adorno y el esteticismo para centrarse en la narraci¨®n de "hechos". "Pasan tantas cosas y tantas supuestamente extraordinarias que sobran los adjetivos", se?al¨® ayer el autor,mientras firmaba ejemplares de su obra en la librer¨ªa Crisol de Valencia. Vicent subray¨® su inter¨¦s por mostrar la pasi¨®n por el arte del coleccionista a trav¨¦s de la protagonista, Julia.

No es un campo nuevo para el autor, que se inici¨® en el periodismo escribiendo cr¨ªticas de arte y que estuvo relacionado con una galer¨ªa. La novia de Matisse (editorial Alfaguara) es una novela "cosmopolita", que transcurre en diversos escenarios del mundo y en la que se citan algunos de sus pintores preferidos, los que considera m¨¢s grandes, como Matisse, Picasso y Giacometti, y los espa?oles Saura, Chillida, Palazuelo y T¨¤pies, entre otros. Precisamente una obra de este ¨²ltimo artista catal¨¢n es el centro de una de las escenas m¨¢s sensuales de la novela. Dos personajes protagonizan una escena de amor en la trastienda de un establecimiento de arte con el peligro evidente de destruir un T¨¤pies. "?Qu¨¦ es m¨¢s importante el amor o el arte?", se pregunta Vicent a modo de s¨ªntesis del argumento de la novela.No hay, sin embargo, la sensualidad caracter¨ªstica en obras precedentes del escritor. "Es una sensualidad distinta a la mediterr¨¢nea", aclara.

Tampoco se trata de un punto de inflexi¨®n en su trayectoria, ni un cambio de registro determinado, agrega el autor de Son de mar, que simplemente ha utilizado los elementos que considera m¨¢s apropiados para esta "historia de amor, muy narrativa", que resulta d¨ªficil de adaptar al cine, por cuanto necesitar¨ªa un gran presupuesto para desarrollar el contenido y los diversos escenarios del libro.