Borja de Riquer revisa la formaci¨®n de las identidades catalana y espa?ola
No existe ¨²ltimamente buena sinton¨ªa entre las historiograf¨ªas catalana y espa?ola, seg¨²n el historiador Borja de Riquer, sobre todo entre las que estudian la edad contempor¨¢nea. De Riquer cree que existe una ola de neoespa?olismo que hace dif¨ªcil el di¨¢logo entre colegas. Para contribuir a ¨¦l acaba de publicar Identitats contempor¨¤nies: Catalunya i Espanya (Eumo), una compilaci¨®n de art¨ªculos escritos con el objetivo de "intentar explicar por qu¨¦ hay distintas identidades dentro del territorio hisp¨¢nico, partiendo del caso catal¨¢n".
El catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona cree que la causa de este desencuentro radica en que, despu¨¦s de dos d¨¦cadas de normalidad democr¨¢tica, "se ha regresado a ciertos planteamientos esencialistas espa?oles que durante a?os ha hecho pudor demostrar". El historiador no duda en afirmar que la ola de neoespa?olismo ha aparecido "tanto a nivel medi¨¢tico como a nivel acad¨¦mico".De Riquer present¨® ayer Identitats contempor¨¤nies. Catalunya i Espanya acompa?ado por el economista Ernest Lluch y el historiador Joan B. Culla. En el libro, el autor viaja al siglo XIX para encontrar los momentos de formaci¨®n de las identidades catalana y espa?ola, dejando al margen los casos vasco y gallego. Asimismo afirma que el advenimiento de una identidad catalana es causa y a la vez consecuencia del fracaso del proyecto de formaci¨®n de una sola identidad para todo el territorio espa?ol, a imagen y semejanza de lo que se vivi¨® en la mayor¨ªa de pa¨ªses de la Europa occidental, con Francia a la cabeza. De Riquer explica que el nacionalismo catal¨¢n apareci¨® como "reacci¨®n de determinados sectores que no se sent¨ªan integrados en la idea de Espa?a como naci¨®n antigua", un tipo de nacionalismo identitario y unitarista que en el ¨²ltimo tercio del siglo XIX barri¨® el proyecto pluralista del federalismo, contin¨²a el autor.
En este sentido, el historiador afirma: "Es cierto que en 1880 los catalanistas eran cuatro gatos y que en 1900 el ambiente identitario era muy diferente al que hab¨ªa 20 a?os antes". El libro abunda en otras causas del advenimiento de diversas identidades en un solo pa¨ªs y del consecuente fracaso del proyecto de nacionalizaci¨®n espa?ol, idea que contrapone a las tesis aparecidas en libros de reciente publicaci¨®n, como Espa?a. Reflexiones sobre el ser de Espa?a, publicado por la Real Academia de la Historia en 1997 y premio Nacional de Historia en 1998.
La no normalidad
Joan B. Culla resumi¨® estas causas. Por un lado, la dicotom¨ªa entre los centros de gravedad pol¨ªtica (Madrid) y econ¨®mica (Barcelona), algo que no sucede, por ejemplo, en Francia, donde ambos centros se encuentran en Par¨ªs. Por otro lado, "las taras y la adulteraci¨®n del sistema liberal espa?ol, en el que no hab¨ªa ning¨²n partido que estuviera implantado en todo el territorio". M¨¢s all¨¢, a?adi¨®, "el p¨¦simo funcionamiento del instrumento nacionalizador por excelencia, la escuela", y del ej¨¦rcito, "que no era socialmente igualitario y al cual s¨®lo iban los pringados".
Partiendo de esta base, De Riquer pone en cuesti¨®n la "normalidad espa?ola" y la "idea seg¨²n la cual Espa?a est¨¢ totalmente integrada en la Uni¨®n Europea, con un itinerario similar al de los pa¨ªses de su entorno". A su juicio, "a excepci¨®n del caso irland¨¦s, a principios del siglo XX no hay otro pa¨ªs de la Europa occidental que no haya conseguido forjar una sola identidad colectiva", una realidad, afirma, que "¨²ltimamente se quiere tapar".
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