Karrera reconoce ante la polic¨ªa que mat¨® a Buesa, pero no contesta al juez

El presunto miembro del comando Vizcaya de ETA Asier Karrera admiti¨® ante la polic¨ªa que fue ¨¦l quien accion¨® el mando a distancia que activ¨® el artefacto que ocasion¨® la muerte al portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento Vasco, Fernando Buesa, y a su escolta, Jorge D¨ªez, el 22 de febrero pasado. Sin embargo, se neg¨® ante el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo a contestar esa misma pregunta. El magistrado, tras tomar declaraci¨®n a los cinco integrantes o colaboradores del comando, acord¨® la prisi¨®n de cuatro de ellos.

Karrera, ante el juez del Olmo y el fiscal Ignacio Pel¨¢ez y un abogado de oficio que le asisti¨® como defensor, reconoci¨® ¨²nicamente que es miembro de ETA y que, como tal, asume "las actividades armadas de la organizaci¨®n". Sin embargo, Karrera no quiso ratificar sus declaraciones ante la polic¨ªa, se neg¨® a contestar todas las preguntas relativas a su participaci¨®n en el asesinato de Fernando Buesa y las dem¨¢s preguntas incriminatorias importantes, as¨ª como todas aquellas que pudieran resultar inculpatorias para los otros integrantes del comando. En todos esos casos, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, Karrera se limit¨® a decir escuetamente en castellano: "No contesto".

Respecto de la lista de 200 objetivos contra los que el comando Vizcaya ten¨ªa previsto atentar, Karrera dijo que no sab¨ªa nada.

El presunto terrorista s¨ª admiti¨® en cambio que recibi¨® explosivos enviados desde Francia y tambi¨¦n que parte de la documentaci¨®n incautada en el piso de Bilbao en el que fue detenido tiene su letra. El juez acord¨® que se tomase un cuerpo de escritura para la realizaci¨®n de una prueba pericial caligr¨¢fica.

Karrera, seg¨²n fuentes de la lucha antiterrorista que cita Europa Press, hab¨ªa explicado a la polic¨ªa que recibi¨® ¨®rdenes verbales de la direcci¨®n de ETA para realizar alg¨²n tipo de atentado contra la familia de Cosme Delclaux -quien estuvo secuestrado por la banda entre el 11 de noviembre de 1996 y el 1 de julio de 1997- por considerar que no hab¨ªa pagado totalmente el rescate al que se hab¨ªan comprometido por la liberaci¨®n.

El juez Del Olmo, a petici¨®n del fiscal Pel¨¢ez, acord¨® el ingreso en prisi¨®n incondicional de cuatro de los cinco detenidos, concretamente de los dos liberados (a sueldo de la organizaci¨®n terrorista) Asier Karrera Arenzana e Igor Mart¨ªnez de Osaba Arregui, y de I?igo Muerza Santos y Olatz Caminos Uribe. Sin embargo dej¨® en libertad a Juan Alfredo Mengual Cabanes, al que ha retirado el pasaporte y le ha impuesto la obligaci¨®n de comparecer en el juzgado cada 15 d¨ªas. A este ¨²ltimo le imputa un delito de encubrimiento de pertenencia a banda armada, ya que conoc¨ªa la condici¨®n de etarra de otro de los detenidos y no lo comunic¨® a la justicia.

Seg¨²n fuentes de la Audiencia Nacional, el juez ha imputado a Asier Karrera en un delito de pertenencia a banda armada, dep¨®sito de armas y explosivos, dos asesinatos consumados, una tentativa de asesinato y dos conspiraciones para el asesinato. Mart¨ªnez de Osaba est¨¢ implicado en delitos de pertenencia a banda terrorista, un asesinato consumado, tenencia de armas y de explosivos, dos conspiraciones para el asesinato y falsificaci¨®n de documentos. Muerza, por su parte, ha sido imputado en delitos de pertenencia a banda armada y conspiraci¨®n para el asesinato, igual que Karrera y Mart¨ªnez de Osaba.

Por ¨²ltimo, Olatz Caminos ha sido acusado de colaboraci¨®n con banda armada por varios delitos de terrorismo.

Muerza protagoniz¨® un incidente en los calabozos, ya que descolg¨® una placa de yeso del techo y con ella realiz¨® varias pintadas en las paredes. Dibuj¨® el logotipo de ETA con la serpiente y el hacha y escribi¨® Viva ETA, Aupa Santutxu y Presos a Euskadi.

Por otro lado, el etarra Harriet Iragi ha remitido desde la prisi¨®n una carta al juez de vigilancia penitenciaria n¨²mero 3 de Madrid, Jos¨¦ Luis Castro, en la que le dice que si no se le hace caso en sus quejas sobre la c¨¢rcel lo pagar¨¢n quienes est¨¢n "encargados de velar" por sus derechos, informa Efe.

El juez acord¨® deducir testimonio del escrito y remitirlo al juzgado de guardia para que se determine si constituye un delito de amenazas.