Actitud rechazable

Un grupo de padres de ni?os espa?oles de un colegio ceut¨ª, cuyos alumnos son en un 30% magreb¨ªes y musulmanes, se opone a que otros 30 ni?os inmigrantes de procedencia marroqu¨ª, en edades comprendidas entre 13 y 16 a?os, sean escolarizados en dicho centro, como ha ordenado la Fiscal¨ªa de Menores de Ceuta. En cualquier lugar de Espa?a esa actitud ser¨ªa condenable. En Ceuta es, adem¨¢s, chocante. Sorprende verdaderamente que en una comunidad multi¨¦tnica y pluriconfesional como la ceut¨ª, acostumbrada, por tanto, a una convivencia entre ni?os de diversas culturas, se produzcan estas actitudes de rechazo.Ceuta es una ciudad de 75.000 habitantes, de los que unos 30.000 son de origen bereber y de religi¨®n musulmana. Al menos 4.000 escolares menores de 14 a?os son magreb¨ªes y musulmanes. Casi todos ellos est¨¢n escolarizados en centros p¨²blicos. ?Qu¨¦ pasa,pues, con estos 30 ni?os y a qu¨¦ se debe el rechazo frontal a su escolarizaci¨®n? Como suele suceder en estos casos, los padres opositores camuflan sus prejucios racistas o xen¨®fobos -se trate de gitanos o de inmigrantes- en el supuesto car¨¢cter conflictivo de estos ni?os y en el riesgo que puede entra?ar para sus hijos su proximidad en las aulas. Se trata de ni?os marroqu¨ªes llegados a Ceuta tras burlar los controles fronterizos y que se quedan en la ciudad mientras las autoridades localizan a sus familias en su pa¨ªs de origen. Entretanto, permanecen acogidos en instituciones espa?olas, que, de acuerdo con las leyes de inmigraci¨®n, procuran integrarlos y que su situaci¨®n de desamparo no agudice todav¨ªa m¨¢s su desarraigo social.

En situaciones como ¨¦sta, las autoridades no deben transigir, sino conjugar la firmeza con el di¨¢logo. Las leyes espa?olas garantizan el derecho de escolarizaci¨®n de estos ni?os. Es impresentable que los padres opositores pongan a sus hijos como pantalla -"tenemos que preocuparnos ante todo de nuestros hijos", dicen- para justificar su rechazo a la escolarizaci¨®n de otros ni?os. La ministra de Educaci¨®n ha afirmado que su departamento garantizar¨¢ la escolarizaci¨®n de estos 30 ni?os inmigrantes, y el Defensor del Pueblo ha anunciado su intervenci¨®n de oficio en el asunto. Bajo ning¨²n concepto debe permitirse que prejuicios racistas o xen¨®fobos, expl¨ªcitos o no, se antepongan al derecho de unos ni?os a recibir una educaci¨®n integrada.