Los rectores recuerdan a Ortega y debaten la misi¨®n de la Universidad
Puyol propone una v¨ªa intermedia entre culturalismo y utilitarismo
"Quiero creer que Ortega ten¨ªa raz¨®n, que hay un camino intermedio, balizado por el sentido com¨²n, entre el culturalismo y el utilitarismo". Las palabras del rector de la Universidad Complutense, Rafael Puyol, resonaron ayer 70 a?os despu¨¦s de la publicaci¨®n de Misi¨®n de la Universidad en el congreso sobre Ortega y Gasset. Igual que entonces, se discuti¨® sobre formaci¨®n e investigaci¨®n o cultura y mercado laboral, entre otras cosas.
Tras rese?ar que Ortega ten¨ªa raz¨®n en su obsesi¨®n por la transmisi¨®n de la cultura como principal misi¨®n de la Universidad, Puyol destac¨® que "el problema hoy sigue siendo la elecci¨®n entre las tesis culturalistas y las utilitaristas". Y a prop¨®sito del v¨¦rtigo de los cambios sociales y tecnol¨®gicos, el rector de la Complutense y catedr¨¢tico de Geograf¨ªa Humana declar¨®: "El futuro no ser¨¢ el tiempo de los especialistas, sino de las personalidades adaptativas y vers¨¢tiles por la capacidad con que cambia nuestra circunstancia".A los retos de la Universidad tambi¨¦n se refiri¨® Saturnino de la Plaza, rector de la Polit¨¦cnica de Madrid y presidente de la Conferencia de Rectores. En el marco de una sociedad globalizada y cada vez m¨¢s competitiva, De la Plaza explic¨® que "hoy se pide a la Universidad que genere titulaciones que se adapten a las nuevas ocupaciones y que modernice el contenido de sus ense?anzas a las necesidades del mundo del trabajo". En la mesa redonda de rectores, celebrada anoche y en la que participaron asimismo Jaime Montalvo, de la UNED; e Ignacio Berdugo, de Salamanca, apareci¨® el eterno dilema entre la ense?anza y la investigaci¨®n, si bien todos los responsables universitarios se mostraron de acuerdo en mantener un equilibrio entre ambas facetas.
"Por eso", coment¨® De la Plaza, "a los profesores universitarios se nos pide un esfuerzo de adaptaci¨®n a los nuevos m¨¦todos, pero siempre manteniendo las esencias irrenunciables de la funci¨®n docente porque ense?ar es un arte y nada puede reemplazar la riqueza del di¨¢logo pedag¨®gico".
Regeneraci¨®n
La jornada de ayer del congreso sobre Jos¨¦ Ortega y Gasset (Madrid, 1883-1955) se centr¨® en los aspectos educativos, uno de los tres ejes de estas jornadas que concluyen hoy en Madrid. Aunque eclipsado por la publicaci¨®n en el mismo a?o de La rebeli¨®n de las masas (1930), la obra Misi¨®n de la Universidad fue una de las principales aportaciones de Ortega a una cuesti¨®n vital para rescatar a Espa?a del atraso cultural en que se encontraba sumida antes de la proclamaci¨®n de la II Rep¨²blica en 1931. Catedr¨¢tico de Metaf¨ªsica en la entonces Universidad Central de Madrid, Ortega y Gasset mantuvo una constante preocupaci¨®n a lo largo de su vida por la regeneraci¨®n intelectual, una tarea en la que la Universidad jugaba y juega un papel fundamental. Tertulias, conferencias y art¨ªculos completaron siempre la labor pedag¨®gica de Ortega.Ya en las sesiones matutinas del congreso, el catedr¨¢tico de Filosof¨ªa y vicerrector de la Universidad Complutense de Madrid, Ram¨®n Rodr¨ªguez, traz¨® un sombr¨ªo panorama de las misiones actuales de la instituci¨®n acad¨¦mica. "La Universidad hoy", manifest¨®, "est¨¢ situada en el mercado de la cultura cuando su enfoque debe estar centrado en la formaci¨®n". A juicio de este experto en Ortega, el fil¨®sofo madrile?o cre¨ªa que la Universidad no daba una formaci¨®n adecuada. Ram¨®n Rodr¨ªguez puso el dedo en la llaga al subrayar: "Porque, en realidad, cultura significa comprensi¨®n del mundo y no s¨®lo la pura y simple transmisi¨®n de conocimientos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.