Requiebros
El ministro de Agricultura, Miguel Arias Ca?ete, regala un consejo a los agricultores: "A los regad¨ªos hay que tratarlos como a las mujeres, con cuidado". Gracias ministro, aunque, la verdad, no s¨¦ cu¨¢ndo habr¨¢ aprendido a regar este abogado del Estado, ni el cuidado que gasta en las mujeres in g¨¦nere, ni c¨®mo se ajustan uno y otro para lograr que todo vaya bien. Deb¨ªa explicarse un poco m¨¢s. Los agricultores se lo agradecer¨ªan, las mujeres no s¨¦. De todas formas, para salir de dudas, tiene una buena oportunidad. Los pr¨®ximos d¨ªas 6, 7 y 8 de diciembre van a tener lugar unas jornadas feministas en la ciudad de C¨®rdoba. Tratan sobre la violencia de g¨¦nero, y el trabajo. A lo mejor, si no est¨¢n cerrados los ponentes, podr¨ªa ser invitado, y el ministro les explicar¨ªa c¨®mo deben ser tratadas. Seguro que le escuchar¨ªan con mucha atenci¨®n.Claro que, puestos a invitar, es posible que el ramo de entendidos en la materia quedar¨ªa completo si tambi¨¦n intervinieran unos jueces del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Los mismos que han considerado un requiebro, y no una ofensa, el hecho de que un trabajador, muy galante ¨¦l, pasara el viaje Madrid-Fuengirola destacando los gl¨²teos de su compa?era de trabajo. "?Qu¨¦ culito tienes!" y "c¨®mo se les pone dura a los compa?eros", fueron algunas frases. Con este ministro, y estos jueces, el programa de las jornadas podr¨ªa quedar completo.
Mientras los invitan, no estar¨ªa mal recordar que los chistes, comentarios y conversaciones de tipo sexual, en cuanto que no son aceptados, son ofensivos. Son una forma de acoso sexual.
Resoluciones judiciales que identifican invitaci¨®n sexual con requiebros, y comentarios sobre el manejo del agua y de las mujeres, favorecen la distinci¨®n entre hombre y mujer, colocando al primero en una posici¨®n de dominio. Retrasan la soluci¨®n de este problema social. Tal vez, el fomento de una pol¨ªtica de educaci¨®n en valores, y el no justificar con la galanter¨ªa actuaciones que ofenden la libertad y la dignidad de la mujer, ayudar¨ªan a dar respuesta a este problema social.
Mientras se soluciona el problema, viene a la memoria un antiguo refr¨¢n: "Cuando de la mujer hables, acu¨¦rdate de tu madre".
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