La Universidad M. Hern¨¢ndez

Al filo de lo que se publica, cualquier lector algo avisado ha de pensar que en la Universidad Miguel Hern¨¢ndez, de Elche, la m¨¢s joven e improvisada de las valencianas, se ha declarado una guerra entre los componentes del claustro. Si el lector pregunta a las partes confrontadas, adem¨¢s de confirmarse en tal percepci¨®n, descubre que ambas se imputan respectivamente pecados muy semejantes, remiti¨¦ndose por igual a los imperativos democr¨¢ticos. Con una diferencia: unos los exigen de manera apremiante y otros los aplazan hasta el 2002, momento previsto por las ordenanzas en vigor para elegir mediante votaci¨®n a los ¨®rganos de gobierno. Cuesti¨®n de plazos, decimos, que no ocultan los otros contenciosos en orden al modelo de gesti¨®n. A todo esto, la direcci¨®n general de Universidades no ha dicho todav¨ªa una palabra, quiz¨¢ de tan abrumada y perpleja como estar¨¢ ante este inesperado problema que no les provoca Andr¨¦s Pedre?o, el habitual enemigo a batir. La papeleta, sin embargo y a nuestro entender, tiene f¨¢cil soluci¨®n: las urnas cuando antes y que cada cual defienda su programa. Todo lo dem¨¢s es barullo y ri?a de gallos.