El Atl¨¦tico regresa a la caverna

Una semana le duran al Atl¨¦tico las fiestas, las resurrecciones y los prop¨®sitos de enmienda. Una semana, siete d¨ªas. Ni uno m¨¢s. Basta que un equipo menor, como el Eibar, se asome al Calder¨®n, y act¨²e m¨¢s de una hora en inferioridad num¨¦rica, para que el Atl¨¦tico, otro conjunto menor, regrese a la caverna.Se supon¨ªa que enterrado estaba aquel discurso que maniat¨® a los rojiblancos a principios de temporada; ¨¦se que rezaba que para sobrevivir en la categor¨ªa hab¨ªa que echar a un lado el buen f¨²tbol, lo que no dejaba de ser una monumental memez. Y ayer, a ratos, amenazaron con hacer un juego decente: cuando marcaron su gol y acumularon m¨¢s de una ocasi¨®n.

Enfrente, contemplando los hechos, estaba el Eibar, al que se puede considerar el prototipo del segunda. Un equipo que vive para proteger a su portero y en el que cualquier acci¨®n de ataque no puede considerarse sino un accidente. Un cuadro, en fin, cuya imaginaci¨®n est¨¢ por descubrir.

Pero as¨ª lleva el Eibar a?os aguantando en la categor¨ªa. Un empate aqu¨ª, un triunfo m¨ªnimo all¨¢... Un superviviente nato que se vio de repente con un jugador menos como de repente se vio con un gol a favor. Y el Atl¨¦tico, temblando. De poco sirvi¨® que Hugo Leal intentara echarle sentido com¨²n a su juego. De menos sirvi¨® el sacrificio de Aguilera. Para venirse abajo el Atl¨¦tico no necesita que nadie le empuje. Le basta con desperdiciar un par de oportunidades para empeque?ecerse. Y que conste que si un equipo mereci¨®, a la postre, ganar, ¨¦se fue el Eibar, que desperdici¨® varias bazas para sentenciar cuando ya su rival estaba cegado por la impotencia. En vista de los hechos, el Atl¨¦tico a¨²n tiene que darse con un canto en los dientes por el puntito conseguido.